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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

sábado, 29 de diciembre de 2007

POEMAS de Miguel Fajardo Korea


Libertad del sueño


En la libertad del
sueño,
la sombra luz
protege su belleza.
Laberinto de voces
en el destierro
de todos los silencios.
Furia suicida
en la memoria anónima.
La sombra de la cólera
enciende su párpado
contra la injusticia.
Sigue la guerra.
¿Alguna vez hubo razón?

Labio desnudo

La muerte embiste
el deseo.
Lámpara profunda
que siempre espía.
Los soldados recorren
las fronteras
como labios desnudos.
Hay un diminuto perdón
después de la tortura.
La puerta en celo
acumula
tristezas
ante la cámara de gas.
La globalización exige
sombras.
Trazan su sino en los TLC,
en el euro o el dólar,
en la caída anónima…
Sigue muriendo la vida.

Martirio de la vergüenza


Amenazan con borrar
las palabras,
los pecados generales
de todos los deicidas.
Venden grafitis:
el nombre de los desaparecidos
sin la mínima
piedad,
el escarnio
en sus costados.
La culpa convertida
en vergüenza.
Combatís
para no ser cómplice
del genocidio.
Siempre habrá verdades a medias.
Es la insania en el tercer milenio.
¡Cuesta sobrevivir!

¿Es la historia de los pueblos su deuda externa?


El silencio es un cuerpo


El silencio es el pecho.
Un cuerpo roto que suspira
con los desposeídos,
un cielo desnudo en la certeza
de la prisión.
El poema es camino.
El suplicio ante
los números en rojo, la deuda
externa que nadie condona
enceguece
la alegría de los niños.
La hora necesaria del amor.
El auxilio de la limosna o la piedad.
Las calles se pueblan:
¿Somos nosotros?
¿Serán los lisiados en huida?
¿Los sátrapas dándose al olvido?
Ante la amenaza de los genocidas
el pueblo
no se rinde,
no se ha rendido nunca.


Memorial de la condena

El horror domina, es la palabra
contra el silencio:
los desaparecidos de Plaza de Mayo,
la tortura en Las Malvinas,
la indiferencia del encierro.
La seguridad del Estado
arresta
y espía la mentira.
La tortura, su infierno, vastísimos espacios
para exterminar las dudas.
La oscuridad es un rincón sin nombre,
el juego de los torturadores.
El recinto del llanto los denuncia.
Los soliloquios son cautiverios sin noche;
tal vez la ternura sea el ojo del amor.
La memoria Tlatelolco
se revive a contraluz.
Derribamos las trincheras
en la conciencia Tiananmen.



Miguel Fajardo Korea (Costa Rica, 5 de abril de 1956) es Licenciado en Literatura y Lingüística. Académico propietario en la Universidad Nacional de Costa Rica. Profesor titular de español en el Liceo Laboratorio de Liberia, Costa Rica.
Ha publicado en Costa Rica, República Dominicana, España y Colombia: “Urgente búsqueda” (1981); “Estación del asedio” (1981); “Extensión del agua” (1981); “Realidad, mito y dolor” (1986); “Sólo la noche” (1989); “Las puertas del sol” (1992); “Héctor Zúñiga: palabra y canto” (1993); “Sacramento Villegas: canción en el tiempo”; “Otras lunas: presencia femenina en la literatura de Guanacaste” (1996); “Medardo Guido: cantares de la pampa” (1997); “Margen del sueño” (2000); “Todos los días” (2004); “Ausencias” (2005). Tiene en prensa: “TRAVESIAS”, Costa Rica, 2008; “AUSENCIAS”, (2ª ed.) Bogotá, 2008. Ha obtenido las siguientes distinciones:

· Premio Joven Creación de poesía de Costa Rica

· Premio Alfonsina Storni

· Premio Jorge Volio, poesía

· Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural de Costa Rica



miércoles, 12 de diciembre de 2007

LAS EDADES DEL LABERINTO, selección de poemas de César Cabello


Persistencia del Mármol


Soledades de estatua / de música petrificada en el abandono de los parques

Transeúntes ausentes de un mundo silencioso / donde todo es inadvertido
para el ojo suelto y la mano ajena del extranjero

Dónde va la música cuando todos duermen
desde qué sombrío subterráneo los músicos componen
un cuadro como este:

Un parque solitario / recóndito / sin viento
como el corazón de un árabe o una paloma
muerta

Será en este lugar sin noche / inmóvil

Pienso entonces en los bancos / en sus pasos enterrados
en el mal oído del infante que nada sabe de música
pero la adivina

En la melancolía de los perros
en la sombra del organillero y su mono miserable
astutamente adiestrado para colgarse a una moneda

Pienso en la pileta que al borracho sirve de urinario
en los amantes sorprendidos en la cópula
de un poema que no es mío

En un disfraz de policía
y en el viejo que barre entrada la noche:
la memoria / la música

Qué puede hacer siendo un ídolo de piedra
crucificada en un pedestal
y la que a todos les parece “la imagen de Mozart”

No es su culpa que sólo vengan aquí los moribundos
los oficinistas del calzado

Porque si usted la hubiera detenido
la estatua:
de frente hacia fuera
con los ojos abiertos con el pecho abierto

A lo menos tendría el acopio de la luna
el canturreo despistado de algún pájaro anémico

No esta suerte de pantano
en la que destinó a la música
erguirse de poesía.




Ruinas de una Ciudad Inventada III


-Comience / pues/ este canto
conforme a los hechos de nuestros tiempos
y no a la imaginación de Boyán-


La noche ha endurecido el canto de las naves
entre hombres de silencio ha montado sin piedad

Y aun de la palabra “cofradía” ha hecho intemperie
arrojando en el espíritu las muertes de los búhos

La noche / en manos del vendedor de ensueños y huevos mágicos
en las puertas que protegen los demiurgos
cae como un antiguo secreto

Como ruegos que provienen
desde el mundo
de los Otros.



La Cruz y las Tinieblas


Oigo la sangre de mis hijos en los caballos obscuros
en los golpes y en la muerte
que marcan
con sus patas

Miro las edades
en los viejos asteroides

Hablo por los búhos que pueblan mi cabeza

Allá va la sombra de pájaros fantasmas

El cóndor de los sueños
anida entre mis cactus

Mueven todos los limbos sus colas
señal para los hombres que buscan alimento

En las puertas de la noche
vigilan los demiurgos

Armados con el fuego que pudre las palabras:

Ibant obscuri sola sub nocte per umbras

Cuando el alma de los perros
nos guía hacia el pantano

Allá va la sombra de pájaros fantasmas
la sangre de mis hijos
nubla mi cabeza.



Carta al Hermano Muerto


César / hermano de mis sueños
la luz de las palabras trae el árbol de tus pieles

Negra es para ti la carne y la mentira
y un dios barbado que recuerda los misterios

El ajo sobre el muro protege nuestra puerta

Ven y sale ya
de los huesos de la muerte

Esta que está aquí
es la sombra de tu madre

Para ti es este fuego
que soplo con mi vida

Ven y no te escondas
en el alma de los pájaros
Ese ahí de pie
es el pecho de tu padre

La noche lo ha volteado
contra el oro y los enigmas

Vamos
antes que se enfríe la mesa del abuelo

Deja presentarte las fiebres de la tierra
el aire donde cruzan palabras los extraños

Este es tu lugar y el recuerdo del olvido
la piedra que sostiene mis huesos sobre el mundo.



Ley de Ismael


1. Nunca he creído en el amor de las esposas
ni en el canto pensativo de las águilas del monte

Cifar / me dices / Ismael

Tu copa es la medida del aire y la alabanza
la piedra que sostiene
el fuego de mis dioses

¡Pamplinas! Te respondo

La tierra es mi camino y el linaje de tu muerte.





2. Oh! Ismael / cuántos hijos arrojados a las aguas
cuántas voces reunidas en el trueno

Me pesan la sangre y los intestinos

Y un indio que regresa por mi sombra
y sus manzanas

Ya me he vuelto viejo / Ismael
las horas se me caen
como piedras o mis dientes

Ven acá y dame esas muletas

A palos sacaré la llama del espíritu
A palos limpiaremos al dios de tu cabeza.





3. ¡Aléjate! / Cifar
me gritan los espejos y las madres obedientes

Nadie ha curado la fiebre de los niños
y la noche es el espíritu
que trae a los enfermos

Sabemos que tus libros aparecen
a las bestias

La chusma está endiablada / me río
su dios no les provee
de sangre ni alimento

¡Púdranse! / escarabajos de las sombras
¡Muéranse! / famélicos becerros

De nada servirán sus coronas y sus lanzas
De nada servirá la cruz sobre mi cuerpo.



César Cabello S. Nació en la ciudad de Santiago de Chile en 1976. Cursó estudios de periodismo e historia en la Universidad de La Frontera, en Temuco, Región de La Araucanía. Parte de su trabajo literario ha sido publicado en distintas revistas chilenas de poesía y en las antologías La Memoria Iluminada: poesía mapuche contemporánea (Ed. CEDMA, Málaga, España, 2007); Riesgo País, muestra antológica – encuentro nacional de poesía 2007 (Alquimia Ediciones, Valdivia, 2007); Antología Concurso Nacional de Poesía Estela Corvalán – Obras Premiadas (Ediciones Municipalidad de Talca, 2007); y, Selección 2005 – Fundación Nueva Poesía (Ed. Nueva Poesía. Santiago, 2006).

Ha obtenido, entre otros reconocimientos, la Beca de Creación Literaria para escritores emergentes del Consejo Nacional del Libro y la Lectura 2007; Beca del Taller de Poesía Pablo Neruda – Zona Sur 2007, otorgada por la Fundación Pablo Neruda; Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía Juegos Florales Gabriela Mistral de Vicuña 2007, organizado por la Ilustre Municipalidad de Vicuña; el Primer Lugar en el Concurso Nacional de Poesía del Sur Eduardo Anguita 2006, organizado por la Ilustre Municipalidad de Linares; la Primera Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía Estela Corvalán 2006, organizado por la Municipalidad de Talca; Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía Carlos Pezoa Véliz 2005, organizado por la Fundación Nueva Poesía; la Primera Mención Honrosa Concurso Nacional de Poesía Dolores Pincheira 2002, organizado por la SECH de Concepción; el Primer Lugar en el Concurso Binacional de Poesía (Chile - Argentina) Semanas Culturales de Talcahuano 2000, organizado por la Universidad Federico Santa María; y el Primer Lugar en el Concurso de Poesía Universitaria Jorge Teiller 1999, organizado por Universidad de La Frontera.

Profesionalmente, ha desempeñado labores comunicacionales en el Departamento de Cultura del Gobierno Regional de La Araucanía; en las unidades de comunicaciones de la Secretaría Ministerial de Economía y en la Comisión Nacional del Medioambiente, Región de La Araucanía. Paralelamente, ha sido editor del periódico intercultural Mapuche Kimün y ha participado como colaborador y columnista en distintas revistas de arte y literatura. Asimismo, ha desarrollado talleres y organizado encuentros de poesía en distintas localidades de la Región de La Araucanía.

martes, 11 de diciembre de 2007

POEMA SIN TÍTULO de Camilo Retamales

Bruma, traquetean pasos en la distancia
-ascuas de agnosia-
El vigor hecho jirones!
Acompañado de uno a quien no miro, un calorcillo de carraspera cirrosa
Envuelta en la bruma. Bruma.
Ahora sólo ruidos deliciosos: el crujimiento de la suela porfiada sobre los costrones de la tierra
Rumor en los matorrales, cuerpos, el tiempo detenido en la estampa, la suela aúlla.
Desde lejos un tono que no reconozco
El ronroneo cargado de las bestias me recibe.
Adentro, hace un hervidero de lagañas, hebras y gajos de pieles amoratadas. Rostros de gente.
La gente mira abajo, debajo, a veces miran muertos por sus ojos.
Las viejas gordas me incomodan.

Entonces me pongo a mirar por la ventana
Y recuerdo esa frase célebre de Victor Hugo
“viajar es nacer y morir a cada instante”
Tan solo ese instante mi dios
El cuadro de la pampa argentina: loma sobre loma
Y las viviendas miserables como el botadero del paisaje.
En esos escenarios el tiempo se detiene
Y el espíritu masculino se reconoce
Vasto y sólo en la crátera de su origen.

-Esta no puede ser mi madre- repite.

Y es otro hombre el que así contempla: un comediante, menos que hombre,
Humillado por una broma más fuerte…

-Pobre, pobre-

En torno las casas el basural se acopia
En bolsas coloridas: el vergel de las casas.
Y es tan decidora la mierda
¿Qué clase de persona era Oscar Wilde?
Imagínese la vida, la muerte así,
Los amores.
Me concentro ahora en la manija:
Las impresiones hacen en mi cabeza
Un marasmo denso, revuelto:
Entrar a un túnel y salir
Una sensación como de abatimiento, de aquiescencia,
De estupor leve
Qué es el hombre tan frágil y loco
Hay que meter la mano en la nuca de la estupidez
para seguir viviendo: entre el llanto y la roca.
Vuelto sobre mi reflejo, soy la argamasa que empalma los ladrillos
Soy piedra recién sacada de la cantera
Soy menos que eso, soy enfermo de un mal incurable
Soy humano siempre a medias
Soy apenas el escribidor: la poesía no es en el poema
Poesía es la poesía muerta
Un más allá de donde nos arranca, donde nos inunda,
Nos habla de su vida.

El alma del poema no es el estilo ni el acento
Es esta sensación vaga que persigo siempre
Nonada de luz y de espanto, a resguardo de mi mismo siempre.

La imagen condensa las potencias, el movimiento
Abisma las imágenes y las hace colisionar.
La danza restablece la contradicción y proyecta sus ruinas
Hacia la mitología.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

ANDRÉS MORALES, nuevo académico de la ACADEMIA CHILENA DE LA LENGUA.

Andrés Morales.

EFE. Agencias. Santiago de Chile. Ayer, lunes 4 de diciembre ha sido elegido miembro de la Academia Chilena de la Lengua el poeta, ensayista y profesor universitario, Andrés Morales. En fecha próxima el poeta dará su discurso de ingreso a la Academia. Se trata del académico más joven en la historia de la institución chilena.

EN BUENOS AIRES, 2007

Junto a la mesa de Federico García Lorca, "Café Tortoni", Buenos Aires, diciembre de 2007.

En el "Café Tortoni" junto a mi madre y Sonia Huerta.

En Puerto Madero.