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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

viernes, 28 de mayo de 2010

POEMAS INÉDITOS DE CRISTIÁN GÓMEZ O.



DOMINGO POR LA TARDE


En el cuarto de al lado escucho los quejidos de
alguna pareja, la división capitalista del
trabajo y las tarifas del servicio telefónico

contribuyen de igual manera
a que uno se pase la tarde sin pronunciar palabra:
domingos por completo en blanco donde el hecho
objetivo de la soledad difícilmente podría conseguir


el adorno de alguna excusa, algún nombre para
exornarlo como dudosa compañía. Los fantasmas
de la juventud recién perdida se mezclan con los fantasmas
de la madurez que aún no llega, un limbo parecido al del
idioma en el que todos se comunican con señales
aunque tengan ganas de salir gritando.
Yo mismo quisiera salir gritando


en busca de alguna leyenda, los jumpers
maltrechos de bertoni, el orompello
del tomás, la cristalería


frente a frente a un elefante.
Vuelvo los ojos hacia la puerta
pero no consigo que se acerque nadie


a tocar. Ninguna colegiala alegre
vestida de colegiala, ningún zombie
por las calles de concepción.


Al elefante que está parado en la ventana:
sólo le pido que empiece luego a recordar.





NO SE EQUIVOCABAN LOS MAESTROS
(museo de bellas artes, versión libre)




Alguien cree estar escribiendo en el fin del mundo,
pero no puede negar que el camión de los helados
está pasando nuevamente por el parque donde
los niños se arremolinan a su alrededor y la


descripción del paisaje no ha cambiado
porque el ojo del que mira no ha cambiado:
confía impertérrito en que el mundo es una
catástrofe tranquila, una reunión de nubes


diríase que de paso por el cielo
sería el único argumento convincente
para encerrarnos a conversar en un café
:de cualquier cosa, menos de las nubes.


Nadie tiene ganas de salvarse de nada
pero sí de tomarse un par de chelas, de
las últimas profecías sobre algún remoto
apocalipsis las palabras tienen poco que


decir: las danzas de la muerte, un anillo
en el dedo de los que no alcanzan a apretarse
el cinturón, aunque nada tengo en ello que
ver la improbable falta de presupuesto:


y es cierto que no sabemos distinguir
como le gusta enrostrarnos a los catedráticos
de las plazas más preciadas entre el cierzo
y el mistral, ok: touché. Así decía mi hermano


cuando hacíamos esgrima con palos de escoba
y terminaba sacándome cresta y media cuando
a los dos se nos pasaba la mano con el ardor de
los guerreros: él moriría poco después, tendido


en una cancha de fútbol, mordiendo no sé
si con desesperación el pasto, de seguro
ya inconsciente, producto de una falla en
el ventrículo derecho del conjunto arterial.


El camión de los helados pasa haciendo sonar
la sirena, los niños están a punto de alcanzarlo y
el conductor sólo piensa en lo fácil que será entregarle
las planillas al supervisor del turno de las mañanas.

 

LA ÚLTIMA ESCENA
(El segundo advenimiento)



Le ha ido mal envejeciendo.
En la sala de bailes están festejando a los recién casados.
La mesa la ocupan con la misma devoción de los apóstoles
sentados alrededor de su maestro que se niega a las despedidas.
La ropa ya no le queda, la curva que de a poco se va anunciando
no llegó con majestad hasta su espalda. La invitación llegó


hace menos de una semana, aun cuando se conozcan
desde hace más de diez años. Nunca se imaginó
este momento (tampoco estos comensales.
En aquel famoso cuadro, pareciera que los
encargados de repartir su palabra gozaran
con despreocupación de aquel momento:


con la misma despreocupación, los que
aquí no están encargados de nada
disfrutan de las atenciones del padre
de la novia, de los esfuerzos de una familia,
de la orquesta de músicos retirados
listos para guardar sus instrumentos:
viola de gamba, arpa profunda y
una improvisada flauta traversa
que no ofreció en ningún momento
nota alguna fuera de lugar. Alguien le


sugiere el pastel, otro le consulta
por su trabajo. Una marea teñida
de sangre ahoga por todas partes


la ceremonia de la inocencia.
Sabe que hubiera sido mejor
alegar problemas de salud.


Vuelve a hacer sonar los hielos
del whisky. Vuelve a poner
el vaso sobre la mesa.


El baile de los novios se prolonga
hasta la madrugada. Ella se puso
un par de zapatillas, él temprano


optó por quitarse la corbata:
cuanto más avanza la velada
más hermosos son los invitados.



 LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS
(precedidas de la palabra hasta)



Los padres se encargan de los regalos.
Las amigas de inflar los globos.
Todo está listo para la celebración
que no puede durar más de dos horas.


Los invitados comienzan a llegar.
Los niños comienzan a saludarse.
Corretean por las instalaciones
diseñadas para tales efectos.


Los adultos que nos vemos
cada vez que alguno de nosotros
tiene que organizar un cumpleaños
nos sentamos alrededor de una


cerveza que no es original de
ninguno de nuestros países.
De lo único que podemos
hablar es de lo único que no


nos interesa. La política es
siempre más de lo mismo, las
mujeres están sentadas en la
misma mesa. Pronto serán los niños


el telón de fondo. La música
que proviene de los altoparlantes
algo a lo que tendremos que
acostumbrarnos. Y en medio


de todo eso. Y sin que nadie
lo notara. Haciéndole el quite
a la marea en las piscinas de
tus compañeros de curso. La


plata que entraba a raudales
lo hizo a costa nuestra.
La poca que cayó en nuestras
manos como los marcadores de


libros que descendían desde el
cielo tuvimos que agradecerla
como si no la hubiéramos sudado
noche tras noche en los restaurantes


donde nos diéramos cita para gastarla.
Los marcadores de libros venían cargados
de poemas. Los poemas venían cargados
a la nostalgia. Antes de que se cumplieran


las dos horas los niños están completamente
exhaustos. Las madres se despiden, los
padres se estrechan las manos. Los
organizadores recogen el lugar y


las sillas desparramadas, los manteles
desechables, las botellas, los servicios,
las challas, las serpentinas, los globos
desinflados. El lugar parece intacto,


nadie podría decir que aquí hubo un
cumpleaños, tampoco que ahora una
niña es ya oficialmente un año mayor
después de haber sido nuestra hija.


Turning and turning in the widening gyre
The falcon cannot hear the falconer;
Things fall apart; the centre cannot hold;
Mere anarchy is loosed upon the world,
The blood-dimmed tide is loosed, and everywhere
The ceremony of innocence is drowned.


Los epígrafes son involuntarios.







MUSÉE DES BEAUX ARTS
(otra versión libre)



Por qué no se le puede dedicar un poema al cansancio.
Cuando alguien se muere siempre es el hijo de alguien.
Todo lo que no sea autobiografía es plagio. Y aunque no
hemos asesinado a nadie en la iglesia, aun así se nos acusa


de ampararnos en la belleza del verano para recorrer con
desvergüenza el litoral central, confundiéndolo con las
playas de una normandía que hasta entonces sólo


nos sonaba como un desembarco. Así y todo,
los concesionarios abren desde mediados de
diciembre hasta que el sol nos acompañe:


las bondades del modelo han pasado desapercibidas
para los que insisten en encontrar el santo grial
ya sea en los restaurantes de cartagena, ya


sea entre los que hablan un francés con el
acento indescriptible de la Alianza: el exilio,
a fin de cuentas, era este cansancio después


de sacar la nieve de la puerta de tu casa,
los ojos irritados por leer los diarios en la
gastada pantalla de tu computador, donde


se comenta la muerte de un niño que siempre
fue el hijo de alguien, las alas quemadas por
haber volado tan alto son la copia que


ennoblece el original: la piel de esos bañistas
que tirados encima de la arena y de la playa
atestiguan con desdén al sol y su autoría.





PARIENTES LEJANOS, LUZ DE CENIZA, HEGELIANO
(el último poema, el último discurso)




Los estudiantes de literatura deambulan por las
librerías de viejo en busca de ese tipo de iluminación
sacada de algún libro de fotografía o de las memorias de un político
arrepentido: cualesquiera que sean sus lectores no son los únicos
que andan buscando. Las primeras ediciones
que se transan en las galerías del centro de santiago
son al mismo tiempo el mapa y el tesoro.
La angustia de las influencias parece un chiste
ahora que los mejores poetas de nuestra generación
han podado lo mejor de sí mismos con tal de encontrar
sus incunables entre un montón de otros libros fervorosamente
dedicados y por el mismo precio de una chela que se
se podrían haber tomado en Las Lanzas. Cajones de saldo
que bien podrían robarse a plena luz
del día, la poesía de los noventa
está indisolublemente ligada
a la muerte del presidente
balmaceda:
la matanza de san vicente
de paul, el enfrentamiento entre el congreso
y el poder ejecutivo, la demagogia según la cual
existe una línea directa entre el pensamiento cartesiano
y los campos de concentración judía, la carencia de un punto de
vista dialéctico y el fin de la educación pública, no sólo las profecías
terminaron por autocumplirse, los filósofos del siglo diecinueve
jamás se imaginaron el espíritu de la historia
con nombre y apellido, pero la libertad es necesaria
sólo cuando se escoge libremente aquello que
ya estaba decidido, cuando se cumple con
la caída sobre el pasto del rocío y
el árbol se decide a echar raíces
una vez que ha dejado de crecer.
Un hombre para quien todas las cosas son
parientes lejanos sabe que el búho de Minerva
emprende su vuelo al atardecer. Mucho más temprano
que tarde: lo hará cuando amanezca. Mucho más
temprano que tarde el espíritu de la historia
se traducirá en carne y en huesos, en el
cumplimiento de alguna profecía
rubia y de caderas anchas. Hasta
entonces seguiremos organizándonos,
hasta entonces seguiremos con el trabajo
de bases y propaganda, la educación
de la masa trabajadora comienza
por las librerías de viejos, con los
libros de los poetas más jóvenes de edad
rigurosamente autografiados.


Cristián Gómez O. (Santiago, 1971) Entre sus libros más recientes se encuentran Homenaje a Chester Kallman (Luces de Gálibo, España, 2010) y, junto con Mónica de la Torre, la antología Malditos latinos, malditos sudacas. Poesía hispanoamericana made in USA (El Billar de Lucrecia, 2009, México). Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías, entre las que se cuentan Cantares (LOM, Santiago, 2006), de Raúl Zurita y Fértil Provincia (Casa de las Américas, La Habana, 2009), de Andrés Morales y Reynaldo Lacámara. Es Assistant Professor of Spanish en The University of South Dakota y forma parte del equipo editorial de “Fuga”. Es autor del blog "Epígrafe para un libro condenado" (www.epigrafeparaunlibrocondenado.blogspot.com).

PRESENTACIÓN DE "CONTRASOMBRAS", FOTOGRAFÍA CHILENA

NUEVO CICLO DE "ANTOLOGÍA EN MOVIMIENTO"

BORGES, POEMA DE HAROLD ALVARADO TENORIO (COLOMBIA)



Mi viejo siamés,


ha encanecido


mejor que su amo.


Tiene el bozo


color de la canela,


poco platica


y sus ojos azules


no delatan


ni odio


ni envidia


ni asco.






Pero no acepta


que Luna,


la chica que ahora le corteja,


más bella que Selene,


comparta el sueño


con este pobre viejo


que se ha rendido


a los ardides


de la bella.






Antes, dormía


inmensamente sólo,


ahora


prohíben mi sueño


con sus desagrados.






¡Nadie sabe


para quien trabaja!

lunes, 24 de mayo de 2010

SE REINICIA EL CICLO DE LECTURAS POÉTICAS "ONOMATOPEYA"



Se reinicia el ciclo de poesía ONOMATOPEYA por tercer año consecutivo. En ésta, la undécima lectura, estarán presentes los poetas: Floridor Pérez, Eduardo Llanos, Elizabeth Neira y Óscar Saavedra. Como los ciclos anteriores, la idea es que estos recitales poéticos finalicen con un libro impreso que reúna todas las lecturas que se hagan este año -que serán tres o cuatro y cada un mes-, y este libro se lanzará en la Feria del Libro de Santiago del Bicentenario. El fin de estas lecturas es ir haciendo un catastro importante de la mejor poesía que se está escribiendo en Chile, por lo que este 2010 ya se lanzaría el tercer tomo de esta seguidilla de libros ONOMATOPEYA, sumándose a los publicados en 2008 y 2009. Están todos invitados al "Café Utopía" a escuchar muy buena poesía.

TRES POEMAS INÉDITOS DE GERMÁN MUÑOZ PILICHI DE SU LIBRO "DIVÁN DE LOS CEREZOS"



1.
ALBORADA




Cede la noche.
Y preludia la aurora
tonos de albricia.






Washington D.C., abril de 2008.






2.
EPIGRAMA DE COLERIDGE (1)
Paráfrasis


Si bien, amigo, acepto tu norma:
“Poeta o loco, reñidos del coco”;
tú mismo podrías probar tampoco
que, sólo por loco, calzas mi horma.






Georgetown University, mayo de 2008.






3.
OTRO SONETO DEL AMOR OSCURO




¡Oh cama de hotel!, ¡oh dulce cama!
Sábana de blancuras y rocío.
¡Oh rumor de tu cuerpo y el mío!
¡Oh gruta de algodón, penumbra y llama!


¡Oh lira doble que el amor enrama
con tus muslos de lumbre y nardo frío!
¡Oh barca vacilante, claro río,
a veces ruiseñor y a veces rama! (2)


¡Oh barca, penumbra de nardo y gruta!,
ya no más ruiseñor y jamás rama
ni lira doble que a la noche infama,
rota para el amor: horror de putas.


¡Oh mala noche de ti memoriosa!
¡Oh viento recio que ya nadie goza!




Nueva York, julio de 2008.






NOTAS:


(1) Sir, I admit your general rule,
That every poet is a fool,
But you yourself may serve to show it,
That every fool is not a poet.


(2) Soneto inconcluso de Federico García Lorca

domingo, 23 de mayo de 2010

DOS POEMAS DE ÁLVARO GUERRERO GABELLA



De Santiago y ningún otro lugar


Hay miradas inolvidables, insondables, de una profundidad que no se
sabe cuando partió, llenas en el terror caliente, párpados
entreabiertos, rabia y ausencia. Las cortinas heladas continúan
esa perplejidad, como un desfile de ciegos en medio de dos tierras en
guerra fratricida.


Hay empujones y golpes y tardes que nada tienen de místicas, solo
dinero y calor
En el metro y la micro pasamos suspendidos en ambigüedad,
entre un recreo y mintiendo sin ejecutar voluntad, sin hablar
¿Si desaparecieran los del asiento próximo, y queremos que sean
felices,
adonde aparecerán?
Los queremos dormidos indefinidamente
Los queremos nadando
Creciendo con sus hijos
¿Adonde irás tú, el del asiento de adelante, al que solo veo pelos
negros,
si desaparecieras ahora de improviso?
¿Donde estamos al pensar y no pensar en eso?


Yo quisiera en días largos e inútiles mirar fijamente a una mujer a
los ojos como siento la música que amo, a cualquier mujer, no una
en especial, ojala desconocida, cerrar mis ojos y dormirme así, sin
saber si sigue mirándome y después, despertar solo, sobre una
cama, en una habitación vaciada, con la sensación de que los seres
vivos somos lo único real del universo.
Esperaría el agua de los océanos sentado en el comedor, sería el
hipnótico abrazo internándose por las casas del barrio. Bajaría
escaleras hasta los antepasados muertos, y que sin decirnos nada,
nos miremos con sonrisa de jardín nocturno, sin apretón de manos y
con ninguna envidia.


En la tristeza del organillo la tarde se haga aeropuerto
Regresar muchos años atrás a encontrarme con el niño poeta
y juntos tocaremos las campanas que despierten la ciudad.
Quizás cómo me observaría, porque yo, el adulto, contaría con el
deber
de comprender la situación, desechar pormenores,
Pero creo que el me miraría de reojo cada cierto rato. No podría
defenderlo de mí.
Un día, una mañana fría o caliente, nos perderíamos el uno del otro,
entre las multitudes que ayudamos a despertar juntos.
Yo me quedaría en ese pasado, esperando, hasta que al cabo de
muchos años el volviera, otro tipo, nada que ver, con preguntas y diálogos agotados rápidamente tras ser dichos
Ya no saldríamos a tocar campanas, y el envejecimiento
se confundiría con el crecer, y las promesas con las consecuencias.
Sería la hora de caminar solo, y tal vez de componer música, sin letras.


Mas nada de eso hay, (se repite y repite) solo una ciudad zoológico
donde todos añoramos ser espectadores aventajados de las demás
bestias. Y rostros repitiéndose tanto que ya parecen palabras
sueltas. En el animal está la palabra animal varias veces, por eso los
gritos en el baño, sobre la cama: ¡Animal! ¡Animal! ¡Animal!
Y una novia que teje frases tales como, “velos rosáceos”, “deseo
que va mas allá
de la vida de pueblo”, “mañana de clarividencias”, “partir para
siempre
en tren un domingo”, etc. Así, la muchacha continúa con esto de las
frases una vez ya acostumbrada nuestra joven desilusión, y los colmillos del animal son la esperanza que nos deja en forma de carne y viento, cuando ya lo queríamos olvidar todo, o casi todo.
El camino partió en un lejano invierno, todavía estoy en el y a veces me sorprendo y casi suena excéntrico que no muramos en cualquier momento, sin causa definida.
Quisiera que alguien subiera, que nadie bajara
Quisiera que nunca fueras a ser disuelta tiernamente en la tierra, porque eso son
solo unas palabras. Además no se quien eres.
Esa es mi libertad
cuando vuelvo a casa solo.

 La doble


Una mañana de trópico ella salió del agua a encontrarse
con su doble (que era mi esposa) y ambas partieron con
destino incierto, mientras yo me encerraba
en el baño a no entender nada,
a detener el juicio entre dos soles.
Partieron como un volantín inventado antes que los niños
En las plazas irán mintiendo que son gemelas
Antes que sus siluetas se perdieran definitivamente en el ocaso
salí a la calle y me detuve en una esquina observándolas partir
Y sonreí, porque de algún modo sabía que volver nunca sería
realmente volver


Pasaron muchos años
Yo vivía en otra ciudad, otro país donde todos éramos extranjeros
Y nadie tomaba fotografías a menos que estuvieran borrachos
Habían pasado años entonces, yo seguía siendo un extranjero
de mis propios preceptos
Cuando la vi, a una de las dos, por el ventanal de una boutique
donde había entrado para ver unas pipas y billeteras
La vi de la mano de un niño, cruzando la calle azulada
y tendí mi mano hacia ese espacio
Entonces, breve, acotadamente (pensé) nos cruzamos las miradas
y ella me observó con curiosidad, algo dijo entre labios
una palabra fantasmal
(El niño estaba tan abrigado y elegante con un gamulan
en miniatura)
Salí a la calle (¡la ventolera!)
No me conocía, hablaba otra lengua
Y la doble, le dije
“Double”, repetí, para que me entendiera
- Oh!, exclamó, “the doublé”, murió la semana pasada,
vivimos encontrándonos y separándonos…
Yo fui, alcanzó a decir, casi inaudiblemente.
- ¿Y tu hijo?
- Es hermoso, es lo único que me importa de el
- ¿Y quien es el padre?
- Un marinero de Marsella que se hizo poeta
- ¿No me recuerdas?
- Si, una esquina, una mañana de trópico. Estábamos casados ¿verdad?
- Si, nos sentíamos más seguros juntos
- Ah…ahora solo busco un lugar mas hermoso que el (y apuntó al niño)
para que pueda tener sueños buenos al dormirse
- ¿Porqué te fuiste con la doble?
Pero ya no me entendía, nuevamente hablaba en otra lengua y me observaba
con curiosidad, y hasta burla (pensé en ese momento, ahora no creo
que haya sido eso)
El niño la tironeó y el frío azulado era tan suave (recuerdo que no sentí
miedo sino frío) e impersonal que se me
humedecieron los ojos
Cruzaron la calle y se subieron a un bus
Yo me quedé un rato más parado en esa esquina, con los ojos brillantes

Porque sabía que volver nunca sería era realmente volver.

viernes, 21 de mayo de 2010

"ESPEJO Y AVENIDA", SONETO INÉDITO DEL LIBRO "DESOLACIÓN DE LAS CIUDADES" DE ANDRÉS MORALES

Oleo de Waldo Gómez Apablaza

 

¿Adónde caminar por estas calles
si el ritmo de mi boca está despierto;
a dónde, solo, quieto, medio muerto,
mirando aquel espejo de Versalles?


Aquí, en el invierno, en este plato
abriéndome camino con los ojos,
sencillamente sordo, mudo, rojo
roncando sin salir de mis zapatos.


Tal vez alzando el brazo y olvidando
la bilis y la sangre detenida:
tal vez con la razón o equivocado,


mordiendo los metales, tiritando,
iré por el azul de la avenida,
por este azul de grito abandonado



(A Héctor Henríquez)

POEMAS DE LOS HIMALAYAS: ENTREVISTA AL POETA YUYUTSU RD SHARMA POR FERNANDO SÁNCHEZ MAYO

Yuyutsu RD Sharma, Antoni Clapés, Andrés Morales y otros poetas en el XXV Festival Internacional de la Poesía de Trois Riviéres, Quebec, en octubre de 2009


Yuyutsu RD Sharma



Yuyutsu RD Sharma tiene la impronta del asombro ante la vida y una disposición atenta a todo lo que le rodea, como si no quisiera perderse el recorrido fugaz de las estrellas en su curvatura por el firmamento.
Me encuentro en plena inauguración de los poetas del mundo en Córdoba en la séptima edición de Cosmopoética. Y justo al acabar el acto le he pedido a Yuyutsu RD Sharma, uno de los poetas invitados más importantes del mundo asiático si quería contestar a unas preguntas para mi blog poético. Con toda la exquisita amabilidad personal y con la educación gestual cultural de su país ha contestado lleno de agrado y afabilidad.
FSM .- ¿Por favor, podría decirme cuál es el significado de poesía para usted?
YRDS .- La poesía en nuestra cultura tiene una larga tradición. La poesía es el ritual, el juego que tú vives o desempeñas en la vida. No son sólo palabras sino una forma de vivir. Desde tiempos inmemoriales tenemos una larga tradición. Cada momento de lo cotidiano está lleno de poesía para nosotros. Así pues, la poesía es una forma de estar en la vida. No es sólo una cosa académica.
FSM .- ¿Cuál es la función de la poesía hoy día según su opinión?
YRDS .- En Nepal tenemos terribles turbulencias políticas y en el subcontinente indio. La poesía tiene un importante rol que define la identidad de la tradición en nuestro país. En Nepal no existiríamos sin poesía porque Bhanu Bhakta Acharya fue el primer poeta que tradujo la escritura indú en el idioma nepalí.
FSM .- ¿Qué le parece este evento de Cosmopoética en Córdoba?
YRDS .- Llegué ayer invitado a este importante evento al que vienen grandes poetas internacionales como Robert Hass y otros a quienes ya he conocido. Es un importante lugar de encuentro entre los miembros de la familia poética internacional. Estoy muy contento. Venir aquí es como llegar a casa. Ojalá se hiciera algo similar en Asia para que la poesía de aquí llegara allí.
FSM .- ¿Podría decirme cuáles son sus poetas favoritos?
YRDS .- Mi poeta favorito nepalí es Gopal Prasad Rimald. Él fue ignorado por las autoridades y murió habiendo vivido en la calle una vida de miseria. Él trajo el modernismo a la poesía nepalí. Me gusta mucho Gopal Prasad Rimald. Es mi poeta favorito. También mi poeta favorito internacional es Lorca. Federico García Lorca está en mi corazón.
FSM .- No quiero abusar más de su tiempo. Sé que le esperan. Muchísimas gracias Yuyutsu por atenderme.
YRDS .- Gracias a usted.
Yuyutsu se despide a la forma asiática con una reverencia. Y yo también uso e imito su misma manera para despedirme de él y le vuelvo a dar las gracias. Y me siento feliz de haber podido hablar con un gran poeta asiático.

miércoles, 19 de mayo de 2010

FRAGMENTOS DEL NUEVO LIBRO DE PATRICIO MORALES "UNA LARGA HERENCIA FAMILIAR"



 Oscurece en el territorio



Mi patria es una ola que no rompe
mi patria nunca tuvo geografía.


Andrés Morales

 I


El desconsuelo ronca
bajo la corteza nacional.


Oscurece.


Las ratas huyen,
la patria se derrumba.


Aprendo.



II


Por estar siempre en jaque y mal herido
me convenzo que la humanidad
cabe entera en un tablero de piezas rotas
o perfectamente en una baraja vieja
no necesariamente española
más bien multinacional
que en todos los idiomas se enteren
que esa baraja es un espejo.


Este largo tercer enroque
podría compararse
a la esperanza de las poblaciones de Chile
y sus niños saltando de un día a otro
por temor a las manos de un alfil.


Este invierno que te escribo perfectamente
se me cae en la primera servilleta
con un padre nuestro en la solapa
este humo interminable perfectamente
podría ser Gardel
y Gardel perfectamente
un acuario de metales
donde peces de oro son de plata
los de plata de cobre y los de cobre cesantes rancagüinos
encendiendo barricadas en las olas más altas
o cortando el tránsito de grandes balleneros japoneses.


Esta constante huida para proteger al rey
perfectamente podría ser tu boca
asegurándonos que Chillán era nuestro
como esta patria, recuerdas.



III


El verbo se nos queda en la garganta
una grieta insistente crece
cuando esta casa que hemos llamado casa
la construimos con cada llanto.
Todo nombre lleva el nombre de un ausente
desaparecer es empezar a aparecer
y permanecer en la memoria
darse cuenta que en estos campos
no sólo llora el sauce llorón
sino también Chile y todos sus desaparecidos.
Háblame, háblame de los amigos
que la postmodernidad intenta olvidar
háblame de los brazos en las fauces
del costado aquel en donde se perdió el filo
de la bayoneta más fría de la noche
cuéntame de la madre y sus senos desgarrados
de Concepción, las bombas y los supermercados
de Chillán y las casas acribilladas cuéntame hombre.


Todo nombre lleva el nombre de un ausente
que el edificio Diego Portales
arda y se derrumbe es sólo otra noticia
hay peces que nadie puede pescar
hay familias que aún esperan.



IV


Todo este frío y el hambre al parecer no bastan.
Todo este frío también parte el corazón.
Los labios, el rostro y las manos son otra cosa.


Como una gran columna vertebral
los países de este rincón se contraen
mascan piedras y tiritan hasta quedar sin dientes.
Dios mira de reojo el paisaje
Dios tiene la sonrisa cansada.


Dios sostiene su rostro entre las manos.



V


De poco sirve que la primavera
llegue con maletas y tacones
cuando los vasos están rotos.


(Un hombre destrozado
se levanta una mañana destrozada
se baña en un baño destrozado
destrozado desayuna
y arma los pedacitos de su cuerpo antes de salir).


De poco sirve que la primavera
pretenda coquetearle a un volantín
si detrás de los retratos
muchachas más tristes que la cresta
se arrancan los ojos y juegan a ser estatuas.


El refrigerador no duerme ni deja dormir
habla de esos pequeños infiernos que ardieron este año.




Qué es eso de andar por la vida
dibujando en las murallas pintitas celestes
qué es eso de no hablar en la mesa cuando se come
suspender el brindis del fin de semana
amanecerse escribiendo poemas
qué es eso de jugar a los enfermos
y no volverse a casa.



VI




Últimamente no llego a algunos nombres
mi defecto es no reconocer a mis autoridades
ya no me interesa enterarme
que amigo me ha borrado de messenger
ni tampoco si mi padre recuerda
la pendiente deuda por pensión alimenticia.
Quiero esparcir los pedacitos de mi cuerpo
hasta formar una larga y angosta faja de tierra
quiero idearme un nuevo territorio
con las hojas que cayeron en otoño
armarme otro esqueleto
para mirar de reojo la otra cara de la almohada.


En esta patria ya no hay hombres vivos ni muertos
sólo montañas que esconden ausencias
sólo ríos que arrastran silencios
un mar de peces difuntos.



Últimamente no llego a algunos nombres
la nación posee monumentos que me son desconocidos
sospecho de mis gobernantes
y de todo aquel que propone un memorial
y le atrasa la memoria
un bicentenario se aproxima con rugidos de jaguares
alégrense, celebremos los doscientos años, dicen los medios
yo escondo mi cabeza bajo la cama
escondo mi cabeza bajo la cama
y temblando juego a los indios contra los vaqueros
y ya no soy más chileno
y ya no soy más profesor
y ya no soy más fractura
me arranco los ojos y a punta de jeringas me reconstruyo
me bautizo con el nombre de ciego
y me declaro en huelga ante tanto vacío.




Definitivamente ya no llego a algunos nombres
miro un cuadro imaginario de quienes me parieron
- y de verdad te digo querida mesa -
me son tan ajenos
tengo la barba del largo de una pena
y no encuentro tijeras en las mañanas nacionales
para cortarla de una vez.


Desde norte a sur
la miseria desembarca
en los puertos del territorio
y los borrachos de mi pueblo
aún se despiden en las mismas esquinas
al amanecer
sin ninguna sonrisa en los bolsillos
dan cuenta a la lluvia
del cultivo de una larga herencia familiar.


En verdad digo
últimamente no llego a algunos nombres
y más que un problema de memoria
es mi voluntad de anular
lo amargo de los días.




VII

El bolero me sabe tremendo
pues tremendo es mirarte partir a través de la ventana
con un cortejo de agujas en los labios
y el sol al hombro rogando quedarse.
Lento
llueve
el pasado
como quien dice acordémonos de lo bonito
la desgracia llama más desgracia
fuma, fuma y olvida.


Aprendí a leer la vida
la vida y sus constelaciones
descubrí gatos en tus ojos
y bebí en nombre de los hijos y las hijas
de un pueblo fatigado.



El bolero me sabe tremendo
cuando tres sables
de recuerdo me visten
me arrodillo en lo que fuimos
y pago con sangre los fuegos derramados.
Esta noche dirijo murciélagos:
lejanas tus manos la ausencia lastima.




VIII


Es la misma miseria siempre
se encripta en el discurso de los días.
Yo te hablaba de lo hermoso de caminar
descalzo sobre las nubes y el azar
pero no.


Es la misma miseria siempre
es la misma estirpe de la piedra
que no vivimos o pudimos vivir.
Es la misma noche confundiendo ronquidos
con voces que hablan de cicatrices
en mi espalda
hasta formar el gran pedregullo.
El seno se me ausenta
mis padres se terminan de derrumbar
como una inmensa columna los ojos se me caen
el espanto lo ocupa todo.




Esto de andar abriendo y cerrando tumbas
te va a matar patricio
con esta angustia podría escribir un tercer libro
pero sólo me da para estirar el cuero
hasta las horas del sur de Chile
las horas, esas
las más tristes, las sin soles.



IX


Hay una patria que desdobla sus puertas ante quien quiere entrar
el abrazo lo situamos ya en otro sitio
quizás el único lugar para el impío
sea el reflejo de otros campos ardiendo
porque sólo desmoronándose en una silla
se aprende a dar vuelta la cabeza
y a esperar la primavera como los pájaros.



Hay dolores que se crean otra vida para no ahogarse
y buscan caber dentro de su aliento para no ahogarse
como un conejo dentro del sombrero
del mago que fracasó.
Hay una herida en detenerse al lado del camino.



Hay una llaga en abreviar el tiempo
mis demonios no sabían orar
pero comenzaron a hacerlo
cuando el desborde del río Tinguiririca
partió en dos a Chile y al amor.


A caballo regalado no se le miran los dientes
pero se le odia cuando no los tiene.




X


Las esquinas de mi patria
son el cuadro donde la vida y su comparsa
pintan mariposas desteñidas
que regalan besos de puro locas
a la noche y sus vaivenes.
Te nombré mi reina
me guardé la moral en las alas
de tus plumas hice faisanes, carruajes
imperios y legiones
inmensas llamas fuimos
en un infierno sin culpas
que asegurabas no olvidaría.


No me llames la Magdalena, me susurraba
que las piedras me asustan



déjame respirar mucho tiempo el olor de tu cuerpo
y dime que me amas
aunque sea mentira, no importa
sólo dime que me amas.


Te beso y escondo tus labios
te muerdo y escondo tu carne
te recuerdo, es invierno
y soy una playa de Chile




XI


El rostro más optimista que tuve
se vino abajo con la tercera réplica, créanme.
De sol a sol cuarenta funcionarios de gobierno y hasta el mismísimo ministro
recogieron los escombros durante siete días
y aunque luego de unos meses me refundaron con bombos y platillos
y mi nombre sonaba en los medios para patrimonio nacional
hubo grietas que nadie reparó.
Comencé a perder los dientes uno por uno
ya no podía besar al que besaba por aquellos años
las autoridades de turno miraban hacia el cielo los fuegos artificiales aquella noche cuando llegó el bicentenario
y les reclamé por dejarme fuera de ese programa dental de gobierno
sal de acá rota de mierda dijéronme
de forma burlona “la diente de yeso” llamáronme apenas vieron un implante improvisado
que gentilmente me hizo un amigo que era dueño de una constructora habitacional
salí corriendo, las lágrimas me tiraban del cabello y por más que les rogué
siguieron con el mismo tango hasta dejarme calva.



Veinticinco años atrás me sucedió algo parecido
no tuve para pagar un almuerzo y le dije al dueño del restaurant si lo arreglábamos de otra forma
al tipo le pereció inmoral mi propuesta, me arrastró de la cabellera hasta la calle, me orinó la cara
y me agarró a piedrazos junto a los hombres que frecuentaban el lugar
enseguida me desvistieron y me clavaron de norte a sur en una cruz apolillada
te salvaste de los azotes conchadetumadre, me gritó uno
agradece que el encargado anda en comisión de servicio
y sin piedad con una estaca me perforaron a la altura de San Fernando
cuando se fueron y quise zafarme de los clavos, la cruz se vino abajo
el golpe lo recibí en el rostro, vi una inmensa luz blanca y me sentí bombardeada
sentí algo así como aviones bombardeándome, escuchaba gritos, disparos
y hasta podía oler el humo de los documentos que ardían en algunas de las oficinas del segundo piso
en esa oportunidad recuerdo que perdí cuatro dientes, pero no se confundan con el personaje
lo mío es más serio, créanme.
Un grupo de niños que cazaban ratas para entretenerse en aquel basural
me vio crucificada bocabajo, desnuda y sangrando
pensaron que era de hule y jugaban a introducirme una varilla por mi vagina
ganaba el juego quien metía la varilla más adentro y sin quebrarla




en aquella inocencia me destrozaron el útero y los ovarios se atascaron en mi garganta
el menor de ellos se compadeció, me quitó los clavos con sus uñas y me dijo algo así como
madre, perdónalos porque saben lo que hacen
en ese momento me estremecí, sentí un hielo a lo largo de toda la carretera cinco y volví a desfallecer
nuevamente mi cuerpo golpeó el suelo, me fracturé en quince pedacitos
y lloré, lloré como antes nunca había llorado.



XI


Las ratas huyen, amor
al sentir detrás de sus orejas
los bostezos de la muerte.


Corremos a la intemperie
deshabitando nuestras tierras
cementerios sin puertas nos saludan
a medida que el amanecer despierta.


Patricio Morales Lizama es poeta. El año 2005 publica Desamparo y en Marzo de 2007 Hojas Caídas de Otoño, bajo sello Editorial de Ediciones Patagonia, Buenos Aires, Argentina. Ha participado en diferentes encuentros de poesía en Chile y el extranjero. Una larga herencia familiar es su último libro de poesía de reciente aparición.