La página de Andrés Morales (1962), poeta, ensayista y académico chileno, es un Blog de apuntes y escritos abierto a todos aquellos interesados en la literatura y, en especial, en la poesía. Contiene poemas, artículos, notas, comentarios, críticas, reseñas, fotografías y en general, todos los tópicos imaginables e inimaginables en torno a la poesía, el cine, la prosa y la literatura chilena, hispanoamericana, española y europea de todas las épocas y estilos.
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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."
José Saramago
José Saramago
miércoles, 17 de junio de 2009
POEMAS DE GIOVANNI ASTENGO
La silla
A quién espera esa silla,
a quién sueñan los libros a qué manos?
Pasan los días y a los días sólo lo alumbran dos velas.
No vendrá Gougin y a cambio de él
los cuervos silentes auguran
algo de eternidad en los fragmentos y detalles,
donde quisiera estar soñando
sentado sobre una espera:
En la visión de los visiones.
(De La morada irreal, Alianza ed Carajo-Mago ed.)
Los moteles son como puzzles,
laberintos también.
Aquí un narciso en una celada,
observando entre libros,
buscándose entre piezas,
donde hay muchos cuartos
que recorrer,
para buscar finalmente una cama, la suya.
4. Esferas luminosas
A quién espera esa silla,
a quién sueñan los libros a qué manos?
Pasan los días y a los días sólo lo alumbran dos velas.
No vendrá Gougin y a cambio de él
los cuervos silentes auguran
algo de eternidad en los fragmentos y detalles,
donde quisiera estar soñando
sentado sobre una espera:
En la visión de los visiones.
(De La morada irreal, Alianza ed Carajo-Mago ed.)
Los moteles son como puzzles,
laberintos también.
Aquí un narciso en una celada,
observando entre libros,
buscándose entre piezas,
donde hay muchos cuartos
que recorrer,
para buscar finalmente una cama, la suya.
4. Esferas luminosas
–Motel Giralda–
Himen, himeneo, himen
el curso sexual que atrasa –que otrora sí–,
la velocidad real de lo que se pierde
X un segundo, algo de capullos rotos y pétalos,
pero al otro lado de la vereda
donde jugábamos a ser grandes resplandece
la belleza de unas cuantas esferas al azar
–algo como un aerolito
ocupa este espacio– para leernos tatuados
en los cuerpos: el hueco, el obstáculo,
la pequeñez que somos.
:pero la palabra es otra cosa
esconde un mundo
hálito de obscuras posibilidades
para abrirse poco-a- po-co -a- otro.
7. Artes amatorias de una chica cristiana
–Motel Esperanza–
a Carmen
Y hay algo que te empuja a frotarte y frotarte
Entre los muslos húmedos.
Oscar Hahn
Otra vez se introyecta en mí,
pistilo a pistilo, órganos inoperantes sobre la bañera
se abren labios sobre un espejo quebrado donde
dos labios que se besan a sí mismos –un poco de Freud–
hablan en quiebros –como los terribles
niños de La pieza oscura de Lihn– ¿Lo has leído?
Mi medusa que parasitando en mí y fuera también
me das golpes de corriente en la ducha
y lo peor te mascullas eso de
el consejillo de ancianas o un tratado medieval
que disocia carne y alma, por eso
has manipulado tu cuerpo al punto de lo ficticio
para que no crezcan como dos naranjas jugosas
tus pechos/ por esa necesidad del padre
y por miedo –y como medio eficaz también– abortar todo
/Incesto
pero has visto cómo crecen las caderas pletóricas
eso un poco reluce –como enviste–
para los foráneos, esos te asaltan en los espacios públicos
–también púdicos–
y la volátil estocada advierte
lo grácil, lo efímero, lo torpe de tu cristiana impostura
respetando
cierto brillo que emerge de tu rostro
angelical que acicalas y ensayas en tu espejo
los domingos para el corpus
la receta/ el folletín/ el kamasutra ilustrado
los aderezos.
8. Lengua astral
–Motel Marín–
I
… esa es la figura de la sacerdotisa
la que ya no lee porque lee para dentro
la que tiene el libro en la mano
no la que besa o se deja besar, sino la que espera con el libro
/ en la sien…
_Es un poco de Tarot_
Otra vez se introyecta en mí
pétalo a pétalo
desordena el cause aleatorio de las cosas
/ se espuma –estalla como río/ la (Muy) rompiente–
/ y se vuelve tráfico de influencias
Incienso aroma sándalo y café de granos: Narrar su bitácora
/ sería
hundirme de mismisidad, besar –valga la repetición–
/ mis labios
y en el espejo ella en su doble vida de gata
lamiéndose el pelaje, contorsiona el ámbito de intriga
/ y seduce
citando a Perec, Millán y algo de estallidos, los pistilos
/ para las flores
como la lengua para nosotros son órganos inoperantes,
/ trampas en los puzzles
exequias del verbo y del barro/ cartas de desalojo y embargo.
III
La lengua dista mucho de ser órgano de consumo
–de hecho las prostitutas no besan–
la lengua reviste un bien raíz devaluado
una verdadera lengua entra húmeda a otra boca
y sale verdaderamente seca como un reptil.
Ora/ versifica/ habla en quiebros la pedestre
Lengua viva o muerta.
/ Pero el beso es otra cosa:
El beso asume un lenguaje de ciegos
/ Palpando apenas la oscuridad que somos.
(De Cuartos de motel)
El pozo
Tengo un pozo en mí.
Me ha tragado el alma
y los pájaros que de allí salen
devoran mi psiquis
Hay un pozo dentro
lo único que deja salir - de lo que queda de mí-
son estas letras.
me pudro en mi pozo, ardo en mil infiernos.
al fondo- del pozo sin fondo- un niño me salva.
Fijación
Sólo porque ella existe
a la misma hora hay santos en las parroquias
y bebedores en las tabernas
Sólo porque ella existe
se puede amar a más de una a la vez
sólo porque ella existe
todo se corresponde y se afinan los detalles
sólo porque ella existe
bañarse dos veces en el mismo río no basta
sólo porque ella existe
todo lo que existe aún sigue existiendo en la retina
y el mar es inmenso y una flor intrusa en tu boca me llena de
/de todos los éxtasis
sólo porque ella, la tufosa, existe
está ahora mirándome afilando sus dientes
mientras escribo. Oh!“Monótono oficio”
Sección de objetos perdidos
Los ves soñando un sitio donde encontrarse?
Como en un espejo las cosas que perdimos
en lugares públicos ya no son nuestras
sólo algo que dos empleados archivan y clasifican
por ejemplo, la idea del amor se quedó
allí en un anillo un reloj o un mapa de Santiago
y nadie jamás reclamará por ellas
Así la muerte siempre avanza unos pasos por anticipado.
Sección objetos perdidos
Ellos sintieron lo fugaz
A la manera de Pound – y a su manera-.
Los empleados de la sección aquella vez lloraron
no había nombres no había marcas ni lugares
fue como tener el amor entre sus manos
-el amor que para ellos había sido esquivo-
donde hubo piel hubo amor –pensaron-
aunque eso dure un instante y nevermore.
Lo olieron, lo rozaron, lo vivieron
sin importar las cámaras de seguridad
lamieron el calzón de la muchacha
el aroma de su sexo pasó / como pasa todo
después lo guardaron y archivaron
y nadie hizo reclamo.
Últimos objetos
Perdieron su propia alma ese día
los infames de la sección
pensaron: donde ponemos esto.
Qué hacemos?
Pues clasificaciones de orden místico
no se registran.
Salieron a la calle a fumar un cigarrillo
Mover las piernas respirar un poco.
Salir, fumar, mover, respirar:
Reflejos automáticos de cuerpos sin alma.
(V.
Cantaremos a mitad
de los cielos y la tierra.
Gabriela Mistral.
Hubo algo más, lo sé? Pero la fuente no es la misma.
como si fuese de un grial bebo cerveza hasta el amanecer.
Mi hijo reza el Padre nuestro por mí y por nosotros
de esa forma me siento a salvo de la furia de Apolo
y del amor de las sirenas.
Metástasis el alma cuando el cuerpo se cree rey y señor.
Has pensado en mí? le pregunto a una muchacha
que divisé en el metro.
Te desvela la patria y esas cosas?
Te hace sentido este poema en tu oído,
llegará algún Mesías a salvarnos?
Si echaron abajo todas las puertas.
. _____Y las fábulas
VII)
Somos la fiesta y la ceniza,
espacios de luz que se debaten entre tinieblas
o el anhelo de pertenecer a algún lugar.
Francisco Véjar.
Sincronías que aún nos pertenecen.
Las gotas de rocío o el lugar de origen embarrado
aunque la lluvia sea la música de una pianola
de otro mundo sobre los tejados del barrio,
continuamos siendo tristes.
He vuelto) Lo has notado?
O será que ya nada importa
cuando escribir es un deporte más.
Tengo treinta y algo y he perdido la fe en todo.
Porque al fondo de todo canto se esconde
/un gran silencio.
____Para escucharlo.
- Un fado-
Sucia la palabra sucia
de estos lamentos de maricón enfermo
¡nunca creces, nunca creces, Giovanni – ni adivinas
la forma en que el tiempo te transforma en otro-
la caricatura de alguien que brilló en los bares
eso ya no es divertido y es más cruel que el juego
de dados lanzados al azar de las mesas y los abismos.
______ Un fado a mal traer
(de Los poemas y los días. Inédito)
Giovanni Astengo M. (Poeta) 1972. Santiago. Ha publicado los libros de poesía ·Anteayeres (autoedición, 1999), La Morada Irreal (Alianza editorial periódico Carajo y Mago editores, 2006) Cuartos de motel (MAGO editores, 2008) . Será incluido en la antología Lecturas de Onomatopeya (2009) realizadas en Off the records, junto a autores como Raúl Zurita, Carmen Berenguer, Teresa Calderón, Damaris Calderón, José Angel Cuevas y otros. Actualmente prepara su libro Los poemas y los días.
viernes, 5 de junio de 2009
"BASTA SEÑORA POESÍA BAMBINA" por ANDRÉS MORALES
Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y agua ardiente,
Y ríase la gente.
“Ándeme yo caliente
Y ríase la gente”
Luis de Góngora y Argote (1581)
Ante las confusas circunstancias, malos entendidos y molestias que ha generado el correo electrónico difundido ampliamente y que reproduzco aquí, he de señalar algunas cosas… La misiva tiene como titulo “La Sociedad de Escritores de Chile” y, si en algún aspecto coincido con lo que esta carta expresa, no puedo dejar de mencionar algunos asuntos que creo indispensables aclarar. El correo dice lo siguiente (sin fragmentar nada ni, menos, sacar “de su contexto”):
Los escritores de centro derecha y centro-centro hemos sido discriminados por años dentro de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), al extremo que muchas veces debemos esconder nuestras ideas para no ser víctimas del matonaje intelectual. La SECH ha sido por años dirigida por los comunistas que siempre obtienen mayoría en los directorios, y hoy son aliados de la Concertación, y sus dirigentes han ejercido prácticas sectarias y han profitado de la SECH y su prestigio. En la Web y Facebook muchos blogs y páginas dan cuenta de esto. Los escritores serios no asisten a la SECH, les da vergüenza a los extremos que se ha llegado. La directiva de Reynaldo Lacámara (Presidente), Fernando Quilodrán (fósil stalinista) e Isabel Velasco han desvalijado a la SECH. Todo lo robado está comprobado pero como tienen mayoría en el directorio esconden la corrupción. Reynaldo Lacámara, Fernando Quilodrán e Isabel Velasco triangularon dinero para la campaña a diputado de Hernán Rivera Letelier en el año 2005. El dinero se los dio en La Moneda Osvaldo Puccio. Se sabe que existe una investigación judicial pero se esconde cómo va el proceso. La corrupción fue denunciada desde el 2005 por socios como Aristóteles España, Cecilia Palma, Juvenal Ayala y Alejandro Lavquén, junto a varios presidentes de Filiales: Dinko Pavlov, Eduardo Díaz, Tulio Mendoza, Iris Fernández y Alberto Carrizo, esto le costó una querella por injurias al socio Lavquén interpuesta por el presidente Reynaldo Lacámara, pero finalmente la justicia le dio la razón al socio Lavquén.
Los directores Magdalena Fuentes y Ricardo Gómez López –de respetable obra y prestigio literario- renunciaron el 2007 denunciando la corrupción y cómo el presidente Reynaldo Lacámara arreglaba las actas y escondía las cuentas. Todo fue ocultado por los comisarios comunistas. Este año 2009 renunciaron los destacados poetas Jaime Quezada y Juan Cameron, a este último el socio Eduardo Robledo lo perjudicó gravemente al calificar un proyecto de Cameron al fondo del libro donde era E. Robledo evaluador nombrado por Reynaldo Lacámara. E. Robledo se vanagloriaba, en los bares del sector Plaza Italia, de haber castigado a Juan Cameron por ser un chanchullero. Todo el mundo lo sabe. El único escritor de verdad que queda en el directorio es Poli Délano y nadie sabe porque sigue allí.
La SECH ha sido tomada por la jauría comunista comandada por Lacámara, Quilodrán y sus espías políticos Víctor Sáez, Luis Aguilera, Edmundo Herrera y Eduardo Robledo, todos miembros del Partido Comunista.
Reynaldo Lacámara ha rendido informes económicos falsos al Consejo del Libro, a La Moneda, con complicidad del Consejo del libro, y al Servicio de Impuestos Internos. El directorio de la SECH ha comercializado documentos fiscales. También ocultaron el informe de la comisión revisora de cuentas que tan prolijamente trabajó el destacado socio Alfredo Lavergne (Presidente de la comisión), José Concha y Omar Cid.
En el colmo de la corrupción este año nombraron una comisión revisora de cuentas encabezada por Ximena Troncoso, la señora del presidente Reynaldo Lacámara, para no creerlo. A esto súmenle la calumnia levantada contra el socio, poeta y académico de prestigio internacional Andrés Morales por Lacámara y su señora, esto para cubrir que le había robado la autoría de una antología. En círculos de la SECH se comenta que Lacámara dice: “La antología la hice yo, Morales pasa muy borracho para tener lucidez como para hacer una antología, yo soy el de los contactos en Cuba”[1].
La fuga de dinero en la SECH es pan de cada día.
Pero en el próximo gobierno de Sebastián Piñera todo esto cambiará.
Una pregunta: ¿Cuál es la obra de los señores Lacámara, Quilodrán, Aguilera, Herrera, Sáez, Robledo y la señora Velasco, qué han escrito para considerarse escritores?
ESCRITORES POR PIÑERA ADELANTE.
En primer lugar no conozco a fondo, ni me interesan verdaderamente las injurias, juicios, peleas y rabietas de los escritores y poetas pertenecientes a la SECH o fuera del círculo de la SECH. He optado, hace ya bastante tiempo por un ostracismo literario que sólo rompo cuando escribo, hago una lectura de mi obra, cuando presento un libro de algún autor que realmente me interesa o en una o dos conversaciones de bares y cafés. En segundo lugar si hay acusaciones (pruebas, argumentos y contraargumentos) tan graves como las descritas en esta carta, alguien tiene que enfilar el timón hacia aguas más tranquilas y, de verdad, con toda lógica y objetividad, investigar si hay circunstancias que ameriten acciones legales que conduzcan a una conclusión prístina hacia el público (que hoy toma palco y, me imagino, se ríe y se mofa) y los propios escritores. Esto amerita, sin duda y casi de forma mandatoria, una auditoría externa. Creo que al Presidente de la SECH, don Reynaldo Lacámara como a todos los vinculados con la literatura nos haría muy bien y despejaría suspicacias, prebendas y prejuicios. ¿Es que nadie se ha dado cuenta que lo más difícil de ser un poeta o un escritor no es “figurara”, “ser famoso” o “tener éxito”?, ¿No será que lo más complejo y maravilloso es justamente, ESCRIBIR BIEN? ¿A quién hay que abrirle los ojos? ¿Solo vamos a denunciar la corrupción que ya nos engulle como una medusa gigante hacia el fondo del mar?¿Qué pensará el joven y escaso público lector de toda esta basura? Y si digo basura lo digo sin tomar partido por nadie, ni contra, ni con alguien. Me refiero a esta “basurilla chilensis” que es una enfermedad endémica y, al parecer, incurable.
Desde mi punto de vista –y el de algunos pocos más, aquella inmensa minoría-, un escritor ha de tomar partido por su tiempo, por su época, por su espacio, sus utopías y contrautopías, por ese ser crítico al que apelaba Octavio Paz: “el poeta [o el narrador] es conciencia y memoria”. Basta ya de estupideces, poemas de la milicia o elegías grandilocuentes, basta, como diría Huidobro en su magnífico Altazor:
…
Matemos al poeta que nos tiene saturados
Poesía aún y poesía y poesía
Poesía poética de poético poeta
Poesía
Demasiada poesía
Desde el arco-iris hasta el culo pianista de la vecina
Basta señora poesía bambina
…
Y así podríamos seguir… No se trata de ir contra la poesía sino con ella y “a por ella”. Ni la literatura ni la poesía han muerto después de Auschwitz ni Hiroshima. Esta vivísima desnudando ese fino corsé de la pianista, riéndose sola por tanta barbaridad.
Las cosas por su nombre. Si en esa carta he sido aludido por mi supuesta condición de alcohólico (asunto que puede ser hasta motivo de una querella y el que esté libre de los vapores etílicos que tire la primera piedra, o pregúntenle a poetas de primera línea como Neruda, Baudelaire, Poe, Verlaine, Wilde, Rimbaud y un etcétera interminable), el verdadero asunto es éste: se me quiere destruir, acallar y desprestigiar. No importa quien lo diga: es la maraña negra del chilenito mediocre que abusa de su “cuotita de poder” que guarda en su alcancía del odio. Y no hay paranoia ni mesianismo en mis palabras. Lo he visto, lo he sufrido, he contemplado cómo se hace y con cuáles métodos más arteros, si es posible. En Chile nadie se alegra cuando alguien recibe un premio, ni cuando escribe un buen libro, ni cuando “le va bien”. En nuestro Chile hay que guardar silencio y disimular para poder vivir un poco en paz. Pero las cosas pueden cambiar y así como existió un Enrique Lihn o un Eduardo Anguita o existe un Arteche y un Uribe Arce, todos ellos poetas con una ética, a mi juicio, intachable y con todos sus humanos defectos: HAY QUE DEFENDER EL HECHO QUE EL POETA, EL ARTISTA CREA ESTÉTICAMENTE, no con el diccionario de los coloquialismos o el de la Academia, no con el partido o por el partido, nunca con esa sonrisa cómplice del que en el fondo nos odia.
¿A sacar los trapos sucios? Bien. ¿A desenmascarar al impostor que sobrevive de poeta o posa de escritor? Bien. Pero por sobre todo (sin nunca perder la perspectiva del tiempo y del espacio en el que vivimos) a buscar esa cuarta dimensión que puede conmover, emocionar, hacer pensar: la cuarta dimensión de la auténtica literatura. La “autocita”, lo autorreferencial nunca ha sido buen acompañante en cualquier causa, pero hoy, cinco de junio de 2009, me dan ganas de gritar este poema mío de Memoria muerta:
CHILE
La envidia se desata en este circo pobre:
El domador aúlla y ruge y estornuda,
la equilibrista sueña con tierra firme siempre
y un payaso ordena el mundo entre sus dedos.
La patria se disfraza, cortés, civilizada
en una bendición de dones ya maduros
que enseñan gravemente la luz opaca y fría
del sol sin su destello, sin su calor sereno.
El circo se disfraza, la patria se desnuda,
la envidia nos despierta, nos mueve, nos consume.
La única verdad es la que nos desmiente:
El circo no termina, la mascarada crece,
el bufo, la corista, el fanfarrón, el santo,
todos en la pista cruel y provinciana.
[1] El subrayado es mío.
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y agua ardiente,
Y ríase la gente.
“Ándeme yo caliente
Y ríase la gente”
Luis de Góngora y Argote (1581)
Ante las confusas circunstancias, malos entendidos y molestias que ha generado el correo electrónico difundido ampliamente y que reproduzco aquí, he de señalar algunas cosas… La misiva tiene como titulo “La Sociedad de Escritores de Chile” y, si en algún aspecto coincido con lo que esta carta expresa, no puedo dejar de mencionar algunos asuntos que creo indispensables aclarar. El correo dice lo siguiente (sin fragmentar nada ni, menos, sacar “de su contexto”):
Los escritores de centro derecha y centro-centro hemos sido discriminados por años dentro de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), al extremo que muchas veces debemos esconder nuestras ideas para no ser víctimas del matonaje intelectual. La SECH ha sido por años dirigida por los comunistas que siempre obtienen mayoría en los directorios, y hoy son aliados de la Concertación, y sus dirigentes han ejercido prácticas sectarias y han profitado de la SECH y su prestigio. En la Web y Facebook muchos blogs y páginas dan cuenta de esto. Los escritores serios no asisten a la SECH, les da vergüenza a los extremos que se ha llegado. La directiva de Reynaldo Lacámara (Presidente), Fernando Quilodrán (fósil stalinista) e Isabel Velasco han desvalijado a la SECH. Todo lo robado está comprobado pero como tienen mayoría en el directorio esconden la corrupción. Reynaldo Lacámara, Fernando Quilodrán e Isabel Velasco triangularon dinero para la campaña a diputado de Hernán Rivera Letelier en el año 2005. El dinero se los dio en La Moneda Osvaldo Puccio. Se sabe que existe una investigación judicial pero se esconde cómo va el proceso. La corrupción fue denunciada desde el 2005 por socios como Aristóteles España, Cecilia Palma, Juvenal Ayala y Alejandro Lavquén, junto a varios presidentes de Filiales: Dinko Pavlov, Eduardo Díaz, Tulio Mendoza, Iris Fernández y Alberto Carrizo, esto le costó una querella por injurias al socio Lavquén interpuesta por el presidente Reynaldo Lacámara, pero finalmente la justicia le dio la razón al socio Lavquén.
Los directores Magdalena Fuentes y Ricardo Gómez López –de respetable obra y prestigio literario- renunciaron el 2007 denunciando la corrupción y cómo el presidente Reynaldo Lacámara arreglaba las actas y escondía las cuentas. Todo fue ocultado por los comisarios comunistas. Este año 2009 renunciaron los destacados poetas Jaime Quezada y Juan Cameron, a este último el socio Eduardo Robledo lo perjudicó gravemente al calificar un proyecto de Cameron al fondo del libro donde era E. Robledo evaluador nombrado por Reynaldo Lacámara. E. Robledo se vanagloriaba, en los bares del sector Plaza Italia, de haber castigado a Juan Cameron por ser un chanchullero. Todo el mundo lo sabe. El único escritor de verdad que queda en el directorio es Poli Délano y nadie sabe porque sigue allí.
La SECH ha sido tomada por la jauría comunista comandada por Lacámara, Quilodrán y sus espías políticos Víctor Sáez, Luis Aguilera, Edmundo Herrera y Eduardo Robledo, todos miembros del Partido Comunista.
Reynaldo Lacámara ha rendido informes económicos falsos al Consejo del Libro, a La Moneda, con complicidad del Consejo del libro, y al Servicio de Impuestos Internos. El directorio de la SECH ha comercializado documentos fiscales. También ocultaron el informe de la comisión revisora de cuentas que tan prolijamente trabajó el destacado socio Alfredo Lavergne (Presidente de la comisión), José Concha y Omar Cid.
En el colmo de la corrupción este año nombraron una comisión revisora de cuentas encabezada por Ximena Troncoso, la señora del presidente Reynaldo Lacámara, para no creerlo. A esto súmenle la calumnia levantada contra el socio, poeta y académico de prestigio internacional Andrés Morales por Lacámara y su señora, esto para cubrir que le había robado la autoría de una antología. En círculos de la SECH se comenta que Lacámara dice: “La antología la hice yo, Morales pasa muy borracho para tener lucidez como para hacer una antología, yo soy el de los contactos en Cuba”[1].
La fuga de dinero en la SECH es pan de cada día.
Pero en el próximo gobierno de Sebastián Piñera todo esto cambiará.
Una pregunta: ¿Cuál es la obra de los señores Lacámara, Quilodrán, Aguilera, Herrera, Sáez, Robledo y la señora Velasco, qué han escrito para considerarse escritores?
ESCRITORES POR PIÑERA ADELANTE.
En primer lugar no conozco a fondo, ni me interesan verdaderamente las injurias, juicios, peleas y rabietas de los escritores y poetas pertenecientes a la SECH o fuera del círculo de la SECH. He optado, hace ya bastante tiempo por un ostracismo literario que sólo rompo cuando escribo, hago una lectura de mi obra, cuando presento un libro de algún autor que realmente me interesa o en una o dos conversaciones de bares y cafés. En segundo lugar si hay acusaciones (pruebas, argumentos y contraargumentos) tan graves como las descritas en esta carta, alguien tiene que enfilar el timón hacia aguas más tranquilas y, de verdad, con toda lógica y objetividad, investigar si hay circunstancias que ameriten acciones legales que conduzcan a una conclusión prístina hacia el público (que hoy toma palco y, me imagino, se ríe y se mofa) y los propios escritores. Esto amerita, sin duda y casi de forma mandatoria, una auditoría externa. Creo que al Presidente de la SECH, don Reynaldo Lacámara como a todos los vinculados con la literatura nos haría muy bien y despejaría suspicacias, prebendas y prejuicios. ¿Es que nadie se ha dado cuenta que lo más difícil de ser un poeta o un escritor no es “figurara”, “ser famoso” o “tener éxito”?, ¿No será que lo más complejo y maravilloso es justamente, ESCRIBIR BIEN? ¿A quién hay que abrirle los ojos? ¿Solo vamos a denunciar la corrupción que ya nos engulle como una medusa gigante hacia el fondo del mar?¿Qué pensará el joven y escaso público lector de toda esta basura? Y si digo basura lo digo sin tomar partido por nadie, ni contra, ni con alguien. Me refiero a esta “basurilla chilensis” que es una enfermedad endémica y, al parecer, incurable.
Desde mi punto de vista –y el de algunos pocos más, aquella inmensa minoría-, un escritor ha de tomar partido por su tiempo, por su época, por su espacio, sus utopías y contrautopías, por ese ser crítico al que apelaba Octavio Paz: “el poeta [o el narrador] es conciencia y memoria”. Basta ya de estupideces, poemas de la milicia o elegías grandilocuentes, basta, como diría Huidobro en su magnífico Altazor:
…
Matemos al poeta que nos tiene saturados
Poesía aún y poesía y poesía
Poesía poética de poético poeta
Poesía
Demasiada poesía
Desde el arco-iris hasta el culo pianista de la vecina
Basta señora poesía bambina
…
Y así podríamos seguir… No se trata de ir contra la poesía sino con ella y “a por ella”. Ni la literatura ni la poesía han muerto después de Auschwitz ni Hiroshima. Esta vivísima desnudando ese fino corsé de la pianista, riéndose sola por tanta barbaridad.
Las cosas por su nombre. Si en esa carta he sido aludido por mi supuesta condición de alcohólico (asunto que puede ser hasta motivo de una querella y el que esté libre de los vapores etílicos que tire la primera piedra, o pregúntenle a poetas de primera línea como Neruda, Baudelaire, Poe, Verlaine, Wilde, Rimbaud y un etcétera interminable), el verdadero asunto es éste: se me quiere destruir, acallar y desprestigiar. No importa quien lo diga: es la maraña negra del chilenito mediocre que abusa de su “cuotita de poder” que guarda en su alcancía del odio. Y no hay paranoia ni mesianismo en mis palabras. Lo he visto, lo he sufrido, he contemplado cómo se hace y con cuáles métodos más arteros, si es posible. En Chile nadie se alegra cuando alguien recibe un premio, ni cuando escribe un buen libro, ni cuando “le va bien”. En nuestro Chile hay que guardar silencio y disimular para poder vivir un poco en paz. Pero las cosas pueden cambiar y así como existió un Enrique Lihn o un Eduardo Anguita o existe un Arteche y un Uribe Arce, todos ellos poetas con una ética, a mi juicio, intachable y con todos sus humanos defectos: HAY QUE DEFENDER EL HECHO QUE EL POETA, EL ARTISTA CREA ESTÉTICAMENTE, no con el diccionario de los coloquialismos o el de la Academia, no con el partido o por el partido, nunca con esa sonrisa cómplice del que en el fondo nos odia.
¿A sacar los trapos sucios? Bien. ¿A desenmascarar al impostor que sobrevive de poeta o posa de escritor? Bien. Pero por sobre todo (sin nunca perder la perspectiva del tiempo y del espacio en el que vivimos) a buscar esa cuarta dimensión que puede conmover, emocionar, hacer pensar: la cuarta dimensión de la auténtica literatura. La “autocita”, lo autorreferencial nunca ha sido buen acompañante en cualquier causa, pero hoy, cinco de junio de 2009, me dan ganas de gritar este poema mío de Memoria muerta:
CHILE
La envidia se desata en este circo pobre:
El domador aúlla y ruge y estornuda,
la equilibrista sueña con tierra firme siempre
y un payaso ordena el mundo entre sus dedos.
La patria se disfraza, cortés, civilizada
en una bendición de dones ya maduros
que enseñan gravemente la luz opaca y fría
del sol sin su destello, sin su calor sereno.
El circo se disfraza, la patria se desnuda,
la envidia nos despierta, nos mueve, nos consume.
La única verdad es la que nos desmiente:
El circo no termina, la mascarada crece,
el bufo, la corista, el fanfarrón, el santo,
todos en la pista cruel y provinciana.
[1] El subrayado es mío.
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