La página de Andrés Morales (1962), poeta, ensayista y académico chileno, es un Blog de apuntes y escritos abierto a todos aquellos interesados en la literatura y, en especial, en la poesía. Contiene poemas, artículos, notas, comentarios, críticas, reseñas, fotografías y en general, todos los tópicos imaginables e inimaginables en torno a la poesía, el cine, la prosa y la literatura chilena, hispanoamericana, española y europea de todas las épocas y estilos.
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José Saramago
viernes, 26 de febrero de 2021
jueves, 25 de febrero de 2021
"ZHIVAGO", POEMA INÉDITO DE ANDRÉS MORALES
Como espantar fantasmas
o subir por la soga del
ahorcado.
Un mundo de hielo
y un palacio solo
en medio del vacío.
El cajón con papeles en
blanco
y la melancolía de la
tinta congelada.
Como si los niños
gritasen
al unísono, en sordina.
Como si los lobos
acecharan,
como acechan, como
siempre.
Como si los lobos
acecharan.
miércoles, 24 de febrero de 2021
POEMAS DE LUOISE GLÜCK (VERSIÓN EN CASTELLANO DEL POETA CHILENO CARLOS TRUJILLO)
LOUISE
GLÜCK, Premio Nobel de Literatura 2020
Versiones en español de
Carlos Trujillo
"Pienso que el deseo de hacer arte produce una
experiencia continua de anhelo, una inquietud que a veces, aunque no
inevitablemente, se manifiesta romántica o sexualmente. Siempre parece algo por
delante, el próximo poema o cuento, visible al menos, comprensible, pero inalcanzable.
Percibirlo por completo es ser perseguido por él; un sonido, un tono, se
convierte en un tormento: el poema que encarna ese sonido parece existir en
algún lugar, ya terminado. Es como un faro, excepto que, cuando uno nada hacia
él, él retrocede."
(En The
Poets Laureate Anthology, W.W Norton and Company, 2010, p.85)
UNA NOVELA
Nadie podría
escribir una novela sobre esta familia:
demasiados
personajes similares. Además, todas son mujeres;
sólo había un
héroe.
Ahora el héroe
está muerto. Como los ecos, las mujeres duran más;
para su propio
bien, son sumamente fuertes.
Desde este momento,
nada cambia
pues no hay trama
sin un héroe.
En esta casa,
cuando dices trama lo que quieres decir es historia de amor.
Las mujeres no
pueden cambiar.
Oh, se visten,
comen, mantienen las apariencias.
Pero no hay
acción, no hay desarrollo del personaje.
Todas están
decididas a suprimir
las críticas al
héroe. El problema es
que él es débil;
sus escenas especifican
su función, pero
no su naturaleza.
Quizás eso
explique por qué su muerte no fue conmovedora.
Primero se sienta
a la cabecera de la mesa,
donde más se
necesita la figura insigne.
Luego se está
muriendo, a unos pies de distancia, su esposa sosteniendo
un espejo abajo
de su boca.
Es increíble cómo
se mantienen ocupadas, estas mujeres, la esposa y las dos hijas.
Poniendo la mesa,
recogiendo los platos.
Cada corazón
atravesado con una espada.
LA CULPA DE TELÉMACO
Una paciencia
como la que mi madre
practicaba con mi
padre
(que en su
ensimismamiento
confundió con
un tributo,
aunque de hecho era
una especie de
rabia, ¿nunca
se preguntó por qué
estaba
tan bloqueado
para expresar
su natural
abandono?): eso contaminó
mi infancia.
Pacientemente
me alimentó;
pacientemente
supervisó a los
amables
esclavos que me
atendían, a pesar
de mi conducta,
una suposición
que evalué con
creciente
violencia. Me
parecía claro
que desde su
perspectiva
yo no existía, ya
que
mis acciones no
tenían
el poder de
perturbarla: yo era
la envidia de mis
compañeras de juego.
En las décadas
siguientes
Me sentí
orgullosa de mi padre
por mantenerse
lejos
incluso si se
alejaba por
razones equivocadas;
yo solía sonreír
cuando mi madre
lloraba.
Espero que ahora pueda
perdonarme esa
crueldad; espero
que entendiera lo
parecida
que era a su
propia frialdad,
un recurso para mantenerse
separada de lo
que
uno ama profundamente.
LA FANTASÍA DE TELÉMACO
A veces me
pregunto por los
años de mi padre en
esas islas: ¿por qué
era tan atractivo
para las mujeres?
Supongo que entonces se veía en apuros,
desesperado. Yo
creo
que a las mujeres
les gusta ver a un hombre
todavía entero,
todavía en pie, pero
a punto de hacerse
pedazos: tal
desintegración
les recuerda
la pasión. Yo
pienso en ellas como viviendo
toda su vida
completamente
desnudas. Yo creo que deben
haberlo
deslumbrado esas mujeres
que eran mucho
más jóvenes
y obviamente
salvajes para él,
dispuestas
a hacer todo lo
que él quisiera. ¿Es
afortunado encontrarse
circunstancias
que respondan
tanto a la propia voluntad, a vivir
tantos años
sin
cuestionamientos ni frustraciones? Uno
tendría que
creerse
enteramente bueno
o digno. Yo supongo
que con el tiempo
uno se convierte
en un monstruo o
la amada ve lo
que uno es. Yo nunca
he deseado la
vida de mi padre
ni tengo idea
de lo que
sacrificó
para sobrevivir a
ese momento. Menos peligroso
es creer que se
sintió atraído por ellas
y se quedó allá
para ver quiénes
eran. Sin embargo, creo también
que como hombre
imaginativo,
hasta cierto
punto, se
volvió lo que
eran ellas.
EL NIDO
Un pájaro
construía su nido.
En el sueño, lo
miré de cerca:
en mi vida, yo trataba
de ser
testigo, no
teorizar.
El lugar donde
empiezas no decide
el lugar donde
terminas: el pájaro
tomaba lo que
encontraba en el patio,
sus materiales
básicos, explorando
nerviosamente el
patio desnudo al comienzo de la primavera;
entre los escombros,
en la pared del sur, presionando
unas ramitas con
su pico.
Imagen
de la soledad: la
criaturita
acercándose sin
nada. Después
unas ramitas
secas. Llevando una a una
las ramitas al
escondite.
Que es todo lo
que era entonces.
Tomó lo que
había:
los materiales
disponibles, pues el espíritu
no era
suficiente.
Y luego tejió
como la primera Penélope
pero para un fin
diferente.
¿Cómo lo tejió? Tejió
cuidadosamente
pero sin esperanza, las pocas ramitas,
con cierta su
agilidad, con cierta flexibilidad,
eligiendo estas en
vez de las quebradizos, las reticentes.
Comienzo de la primavera,
desolación tardía.
El pájaro rodeó
el patio desnudo
esforzándose para
sobrevivir
con lo que le
quedaba.
Tenía su tarea:
imaginar el
futuro. Volar sin parar
llevando pacientemente
las ramitas hacia la soledad
del árbol
expuesto a la constante frialdad
del mundo
exterior.
Yo no tenía nada
con qué construir.
Era invierno: no
podía imaginar
nada más que el
pasado. Ni siquiera podía
imaginar el
pasado, si se tratara de eso.
Y no sabía cómo
había llegado aquí.
Todos los demás
mucho más adelante.
Regresé al
principio
en un momento de
la vida en que no podemos recordar
los comienzos.
El pájaro
recogió ramitas
del manzano, conectando
cada parte con la
obra existente.
Pero, ¿cuándo
hubo de repente una masa?
Tomó lo que halló
después que los demás
terminaron.
Los mismos
materiales: ¿Por qué debería importar
terminar último?
Los mismos materiales, el
mismo
restringido color
café. Las ramitas café
quebradas y
caídas. Y en una
una hebra de lana
amarilla.
Luego llegó la
primavera y me sentí inexplicablemente feliz.
Sabía dónde
estaba: en Broadway con mi bolsa de compras.
Frutas de
primavera en las tiendas: las primeras
cerezas en
Formaggio. El comienzo
de las forsythias.
Primero estuve en
paz.
Después estuve
contenta, satisfecha.
Luego tuve
destellos de alegría.
Y la estación
cambió-- para todos,
por supuesto.
Y mientras miraba
hacia afuera, mi mente se agudizó.
Y recuerdo con
precisión
la secuencia de
mis respuestas,
mis ojos fijos en
cada cosa
desde el refugio
del yo oculto:
primero me encanta.
Luego, puedo usarlo.
EROS
Había acercado mi
silla a la ventana del hotel, para mirar la lluvia,.
Estaba en una
especie de sueño o de trance--
enamorada, y sin
embargo,
no deseaba nada.
Parecía
innecesario tocarte, verte de nuevo.
Solo quería esto:
la pieza, el
cabello, el sonido de la lluvia cayendo,
hora tras hora,
en el calor de la noche primaveral.
No necesitaba
nada más; estaba totalmente saciada.
Mi corazón se había
vuelto tan pequeño que hacía falta muy poco para llenarlo.
Vi la lluvia caer
a cántaros sobre la ciudad oscurecida--
A ti no te
importaba. Yo hice las cosas
que una hace a la
luz del día, me absolví a mí misma,
pero me movía
como sonámbula.
Eso fue
suficiente y dejaste de estar involucrado.
Unos días en una
ciudad extraña.
Una conversación,
el toque de una mano.
Y después, me
quité el anillo de bodas.
Eso era lo que
deseaba: estar desnuda.
EL TIEMPO
Siempre había
demasiado, después demasiado poco.
Infancia:
enfermedad.
Tenía un
timbrecito al lado de la cama--
al otro lado del
timbre, mi madre.
Enfermedad, lluvia
gris. Los perros dormían mientras llovía. Dormían en la cama
al fondo de ella,
y me parecía que comprendían
la infancia: mejor
permanecer inconsciente.
La lluvia formaba
franjas grises en las ventanas.
Yo me sentaba con
mi libro, la campanita a mi lado.
Sin ver ninguna
señal del espíritu, decidí
vivir en el
espíritu.
La lluvia llegaba
y se iba.
Mes tras mes, en
el espacio de un día.
Las cosas se volvieron
sueños; los sueños se volvieron cosas.
Entonces me
recuperé; la campanita volvió al armario.
La lluvia paró.
Los perros estaban en la puerta
jadeando por
salir.
Estaba bien,
luego, era adulta.
Y el tiempo
pasó-- era como la lluvia,
tanto, tanto,
como si fuera un peso que no se podía mover.
Yo era una niña,
medio dormida.
Estaba enferma;
me sentía protegida.
Y vivía en el
mundo del espíritu
el mundo de la
lluvia gris,
de lo perdido, de
lo recordado.
Entonces, de repente,
el sol estaba brillando.
Y el tiempo
pasaba, incluso cuando casi no quedaba nada.
Y lo percibido se
convirtió en lo recordado;
lo recordado, en
lo percibido.
ANIVERSARIO
Te dije que
podías acurrucarte. Lo que no quiere decir
que pongas tus
pies fríos sobre mi verga.
Alguien debería
enseñarte cómo actuar en la cama.
Lo que creo es
que deberías
mantener tus
extremidades para ti mismo.
Mira lo que
hiciste-
lograste que el
gato se moviera.
Pero yo no quería que tu mano estuviera
ahí.
Yo la quería aquí.
Deberías prestar atención a mis
pies.
Deberías imaginarlos
la próxima vez que vea a una
quinceañera sexy.
Porque hay mucho más en el lugar de
donde vienen esos pies.
LOS NIÑOS AHOGADOS
Lo ves, ellos no
tienen juicio.
Así que es
natural que se ahoguen
primero el hielo
que los absorbe
y luego, todo el
invierno, sus bufandas de lana
flotando detrás
de ellos mientras se hunden
hasta que por fin
se calman.
Y la laguna los
hace subir con sus múltiples brazos oscuros.
Pero la muerte
debe llegarles de otra manera,
tan parecida al
principio.
Como si siempre
hubieran sido
ciegos e
ingrávidos. Por eso,
el resto es soñado,
la lámpara,
el útil mantel
blanco que cubría la mesa,
sus cuerpos.
Y, sin embargo,
escuchan los nombres que usaron
como señuelos al
deslizarse sobre la laguna:
Qué esperan
para volver a casa, vuelvan a casa, los perdidos
en las aguas, azules y permanentes.
OLMOS
Todo el día traté
de diferenciar
necesidad y
deseo. Ahora, en la oscuridad
Sólo siento una amarga
tristeza por nosotros,
los
constructores, los cepilladores de la madera,
porque he estado
mirando
fijamente estos
olmos
y he visto que el
proceso que crea
al retorcido e
inmóvil árbol
es un tormento, y
he comprendido
que no creará más
que formas retorcidas.
EL VASO VACÍO
Pedí mucho; recibí
mucho.
Pedí mucho; recibí
poco, no recibí
casi nada.
¿Y entre eso? Se
abrieron algunos paragüas dentro de la casa.
Por error, hubo un
par de zapatos sobre la mesa de la cocina.
Qué mal, qué mal--
era mi naturaleza. Tenía
un corazón duro y
distante. Era
egoísta, estricta
hasta el punto de la tiranía.
Pero siempre fui
así, incluso en la primera infancia.
Pequeña, morena, temida
por los otros niños.
Nunca cambié.
Dentro del vaso, la abstracta
marea de la
fortuna pasaba
de alta a baja de
la noche a la mañana.
¿Era el mar? ¿Respondiendo,
tal vez,
a una fuerza
celestial? Para estar segura,
rezaba. Trataba
de ser una mejor persona.
Pronto me pareció
que lo que empezó como terror
y maduró hasta
volverse
narcisismo moral,
en realidad, podría haberse convertido
en real
crecimiento humano. Tal vez
esto es lo que
querían decir mis amigas, tomándome la mano,
diciéndome que
entendían
el abuso, la
increíble mierda que acepté,
lo que implica
(así lo pensé una vez) que estaba un poco enferma
para dar tanto
por tan poco.
Mientras ellos
querían decir que estaba bien (apretando mi mano intensamente) -
una buena amiga y
una buena persona, no una criatura patética.
¡Yo no era patética!
Estaba escrita en grande
como reina o
santa.
Bueno, todo lleva
a una conjetura interesante.
Y se me ocurre
que lo crucial es creer
en el esfuerzo,
creer que algo bueno vendrá simplemente de intentarlo,
un bien
completamente incontaminado del corrupto impulso iniciador
que persuade o
seduce--
¿Qué somos
nosotros sin esto?
Girando en el
oscuro universo
solos, asustados,
incapaces de influir en el destino--
¿Qué tenemos
realmente?
Unos tristes
trucos con escaleras y zapatos,
trucos con sal, intentos
recurrentes de motivación
impura para
construir el carácter.
¿Qué tenemos para
apaciguar las grandes fuerzas?
Y creo que al
final esta fue la pregunta
que destruyó a
Agamenón, allá en la playa,
listos los barcos
griegos, el mar
invisible más
allá del sereno puerto, el futuro
letal, inestable:
fue tonto, al pensar
que podía
controlarse. Debería haber dicho:
No tengo nada, estoy a tu merced.
jueves, 18 de febrero de 2021
CRÓNICA DEL POETA Y CRÍTICO CHILENO ANTONIO ARÉVALO (ITALIA): "Una tremenda «vernissage», una propuesta auspiciosa. El día que me escapé con todos mis yos a la búsqueda de mí mismo"
Una voz que parece salir de las tinieblas me dice: «El espacio no existe fuera de su contenido, siempre es ideológico». Pienso en Maurice Blanchot y su Locura de la luz (jour):
A veces en mi cabeza se creaba una vasta soledad en la que el mundo desaparecía por completo, aunque salía de allí intacto, sin un rasguño, nada lo malograba.
Escribía Walter Benjamin, a propósito del Angelus Novus de Paul Klee:
Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas… Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo.
La tarea que me impuse en el aniversario del comienzo de la pandemia parecería introducirnos en esta catástrofe, evocando o refiriendo un tiempo ausente, suspendido, como la sutil e incandescente melodía de un coro de ángeles. El frufrú de las alas que se pliegan en un montón silábico que perdió todo el sentido.
Tenemos delante un paisaje solitario y desolado sobre el que se recorta, se imprime una segunda imagen, por completo diferente, pero que es, al mismo tiempo, extremadamente familiar y que semeja suspendida entre la imagen de fondo y nuestra mirada escrutadora.
El paisaje de fondo evoca las distintas edades. Las edades de la vida humana.
Porque me interesa el otro, porque cuando nos encontramos descubrimos que tiene un mundo que difiere del mío, está su mundo y mi mundo, está él y estoy yo.
Como quien redescubre, dentro de una tremenda vernissage, una propuesta auspiciosa.
En tiempos de pandemia, me propuse indagar a través del otro, yo y él, solos y juntos.
Me fotografié quinientas veces, con otras tantas quinientas personas y personajes, entre ellos escritores, artistas, coristas, actores y actrices, bailarinas, amigos, empresarios, políticos, gente común y parientes.
Hoy se utiliza el término selfie, pero hubo una época en la cual el selfie no existía y, sin embargo, la imagen inmortalizada ya existía, de hecho, existe prácticamente desde siempre.
Decido espiar, escudriñar el alma fotográfica de cada uno y así me busco y tantas veces me acabo encontrando junto a ellos.
Me concentro y recuerdo su nombre, la situación y el lugar donde se tomó la instantánea.
Recordar el pasado. Ordenar el presente. Contemplar el futuro:
El tiempo todo lo da, todo lo quita; todo cambia, pero nada perece.
(Giordano Bruno)
La memoria que recuerda el pasado y aprende de él. La inteligencia que juzga el presente y en él interviene.
Sobre este camino se coloca una constelación que marca el momento del tránsito de un tiempo a otro.
Decido escudriñar el alma fotográfica de cada uno y así me busco y tantas veces me acabo encontrando junto a ellos, pero sin saber ni recordar cómo o cuándo. Tuve que hacerlo, concentrarme, esforzándome en recordar.
En esas imágenes hay paisajes, quinientos lugares distintos entre sí.
«El lugar sin lugar de un cuerpo cuyos límites serían los del mundo», no son el mundo, porque su búsqueda se abre a querer encontrar los dos extremos de una misma espiral, de ese «malestar disperso» que Carlos Basualdo llama «el conjunto social».
El elemento narrativo obtiene su fuerza de la idea del viaje, del paso en el tiempo. El tiempo que se vive como abstracción metafísica.
Se encuentra una vena humanista cuando los (nos) captura, los pesca, nos pesca, los atrapa, nos atrapa y se sustancia de distorsiones formales que, en lo más profundo, ocultan tales actitudes agradablemente manieristas, ofreciendo a continuación, sin quererlo, la clave de introspección psicológica, el humanismo ancestral de los protagonistas.
Los aspectos evocadores presentados mediante la figuración se sustancian en robustos contenidos expresivos, con los que articula la fusión plástica, los esquemas audaces, sin fondos decorativos particulares, en los cuales la narración no resulta secundaria, sino que conforma, constituye, amalgama una reinterpretación autónoma.
¿Y qué sucede en esta vernissage?
- Se diría que hubieran hecho un esfuerzo por quedarse quietos, por posar (y ni siquiera son conscientes de haberlo hecho: «¡No, no somos conscientes!»).
- Y no hubo tiempo para maquillarse, ni para mostrar su mejor lado (nuestro peor lado).
- Sus rasgos no aparecen borrosos, son indelebles; se mezclan, nos mezclamos (y juntos creamos la atmósfera).
- Y la luz blanca domina la escena (actúan, se exhiben como cualquier otro y juntos como uno cualquiera); y de repente está oscuro (¿pero se trata de una galería o una discoteca?).
Enmudecen las copas, los vinos no se derraman. Esconded los canapés, los saladitos, los sándwiches y los brioches.
Me interesa la visión real, luego me ocupo de la no real: la visión sintética. Me interesa el espacio entre dos imágenes puestas en relación, una abajo, la otra arriba, pero físicamente en el mismo plano. Para experimentar allí mismo el propio it’s just a matter of time del que habla Félix González Torres.
Dejarse atrás muchas verdades porque también el adolescente ignora las futuras transformaciones al reflejarse su rostro en el agua.
Y el significado inesperado, «mediúmnico», es la esencia palpable de un alma errante, y nosotros, en tanto que observadores encantados, la atrapamos y somos atrapados por ella.
Por más que se indague y explore el universo, resulta que siempre se lleva al universo algo de uno mismo, algo que uno es, dando forma tangible a los estados del alma.
El mundo exterior expresa un paso interior y las emociones implican un movimiento real. Somos como una topografía colmada de itinerarios imprevisibles. Salir de uno mismo significa sumergirse en este flujo y en este reflujo. Cuando se va más lejos sucede, de hecho, que nos reencontramos y aproximamos al otro, pero cuando se trata de una elección forzosa es completamente diferente: es fractura porque es exilio, y es herida, pues no existen fármacos ni drogas que nos puedan curar, resarcir. De modo que no seas un exiliado, sino un viajero que en el mundo busca la forma de hallarse consigo mismo, que sale con todos sus yos para encontrarse y luego acompañarlos a casa.
¿Y tú? ¿A cuál «tú mismo» sigues? ¿A aquel que huye o a aquel que se queda? En mi caso, a aquel que quisiera volver a perseguir las cometas no perseguidas. A veces lo consigo.
Me gustaría volver a sentir aquella emoción.
miércoles, 17 de febrero de 2021
CONVOCATORIA: "LITERATURA Y ESCRITURAS DEL YO" (REVISTA "POLIGRAMAS")
Revista Poligramas 53
(Junio 19/2020 - Abril 15/2021)
En un interés por fortalecer la misión y los objetivos de la Escuela de Estudios Literarios de la Universidad del Valle-Colombia, guiados por la intención de atender a los “retos que las transformaciones del mundo contemporáneo plantean en los ámbitos académico, cultural, social, económico, tecnológico y comunicaciones”, anudado a un interés por aportar al desarrollo del campo investigativo y de la creación literaria en pro de una cultura nacional, y con la intención de “establecer redes con pares nacionales e internacionales, relaciones de intercambio interinstitucionales, y mantener una fluida relación en el ámbito intelectual con ensayistas, escritores y críticos”, se ha tomado la decisión de activar nuevamente la publicación seriada de la revista Poligramas, buscando conservar el legado que años atrás otros colegas construyeron, pero apostando hacia un futuro donde prime la investigación y la creación, buscando consolidar una revista que gracias a una trayectoria pueda, en algunos años, ser reconocida en la investigación en Ciencias Humanas y Sociales, y en especial, en Literatura. Por tal motivo, lo (a) estamos invitando a participar en la convocatoria temática de la revista poligramas.
Poligramas es una publicación académica semestral de la Escuela de Estudios Literarios de la Universidad del Valle, Cali-Colombia, que tiene como objetivo principal la difusión de artículos resultados de investigación en literatura, crítica e historia literaria y cultural, artículos de reflexión o revisión que sean el insumo de posteriores trabajos en el respectivo campo de desarrollo, y que se ocupen de tópicos de importancia y actualidad para la comunidad académica. La nueva versión de la revista surge de la necesidad de entablar y fortalecer un diálogo con la comunidad académica universitaria nacional e internacional, en la que se dé continuidad al fortalecimiento de los estudios contemporáneos en literatura.
Cuenta, además, con las siguientes sesiones: Artículos, reseñas, traducciones y hojarascas (cuentos o pequeñas antologias de los mismos)
Los trabajos entregados a la revista deben ser inéditos, contar con resumen en español e inglés, y con cinco palabras clave en español e inglés, además de acoger la citación MLA.
La revista Poligramas cuenta con políticas editoriales y normas éticas editoriales, que se ciñen a lo expresado en COPE y en el Manual de la citación correspondiente.
Los manuscritos pueden enviarse mediante la plataforma web de la revista:http://poligramas.univalle.edu.co/
En caso de presentar algún inconveniente, pueden enviar los manuscritos al correo: revista.poligramas@correounivalle.edu.co
Les recordamos que en este nuevo proceso cuentan con nuestra total disposición para resolver inquietudes referentes a la publicación, y esperamos contar con su innegable participación en la consolidación de la nueva Poligramas.
Director
Revista Poligramas
Revista Poligramas