Lyon
(Klaus Barbie y Managua
al mismo tiempo)
Las
cuerdas del piano
estrangularon
la belleza
de una
pieza de Liszt
o un
acorde de Bach.
En otra
parte,
los
niños de Nicaragua
o los
niños muertos de Lyon
muerden
la agonía en su hermosura
con
hambre, con esa extraña valentía
aquella
de los que nunca más regresarán.
1 comentario:
Hola,pasaba por aquí y me ha gustado lo que veo,gran labor la tuya.
Saludos.
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