Buscar este blog

"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

viernes, 12 de agosto de 2022

A QUINCE AÑOS DE LA PARTIDA DEL POETA CHILENO JOSÉ MIGUEL VICUÑA POR EL POETA ERNESTO GONZÁLEZ DÁVILA


 

Hace quince años, un día 11 de agosto de 2007, nos dejó el poeta José Miguel Vicuña.  Lo conocí en su edad madura, un día en el que fui a la Biblioteca del Congreso de Santiago, para hablar con Eliana Navarro, quien fuera su compañera de vida y de oficio poético.  Yo tímidamente iba a conversar con ella, por recomendación de mi profesor de tesis y amigo, el poeta Andrés Morales, pues yo estaba buscando un lugar donde dar mis primeros pasos en el mundo laboral.  Finalmente, no conseguí el trabajo, pero todas las circunstancias me llevaron al inicio de una hermosa amistad con ellos dos, que duró por muchos años, en los que fui caminando el sendero de la poesía.

José Miguel Vicuña fue y es un gran poeta, muy severo e inteligente en su mirada del oficio, lo que lo convertía en un gran maestro para los jóvenes poetas que se le acercaban.  Fue animador de tertulias literarias, cofundador del Grupo Fuego de la Poesía y un importante intelectual chileno.  Su mirada poética es profunda, reflexiva, de una densidad poética innegable y con un gran conocimiento del lenguaje, como quedó reflejado en su obra poética:

·         Edad de Bronce, 1951, Ediciones Mandril.

·         En los trabajos de la muerte, 1956, Ediciones del Grupo Fuego de la Poesía.

·         El Hombre de Cro-Magnon se despereza, 1958, Ediciones del Grupo Fuego de la Poesía.

·         Poemas augurales, en 1966, Colección El Viento en la llama.

·         Cantos, 1977, Ediciones Nueva Línea.

·         Alígera Summa, 1995, Ediciones del Milodón.

·         Elemento y súplica, 2000, Ediciones del Grupo Fuego de la Poesía.

 

Tuve la fortuna de encaminar mi oficio poético junto a José Miguel Vicuña y Eliana Navarro, junto a ellos me adentré en los meandros de la poesía, conocí una visión trascendente, religiosa, mística y otra que reflexionaba profunda e intensamente acerca de la propia existencia humana.

A lo largo de su vida hizo germinar muchas voces poéticas, contribuyó generosamente al ambiente literario con su gentileza y buena voluntad. Fue un verdadero adalid de la poesía y sería del todo justo que se diera el reconocimiento que este poeta se merece, ya que es absolutamente necesario que las nuevas generaciones sepan quién era José Miguel Vicuña, el poeta, el maestro, el amigo.

A modo de un sencillo homenaje, dejo algunos de sus poemas:

 

 

Feliz Marginamiento

Hay un desvanecido feliz marginamiento

que lentamente clava su apoteosis en mí.

Y nada soy, ya nadie; vibración solamente,

objeto en que se mira lo que reste de mí.

Tal es mi amor, que toca, que quema y acaricia,

cuando ya nada exista, ni una sombra de mí.

 

 

Fundado fue el amor

Fundado fue el amor sobre firmes quebrantos,

la noche más oscura, la más salada lágrima.

Los ríos van por dentro abriendo surcos,

buscándose el atajo van los ríos relámpagos

veloces a su mar donde calmar las ansias.

Antes de ser olvido, lo perdidizo canta,

levanta pedestales a fenecidas águilas,

un altar a los vientos fríos, desgarradores,

una señal de nunca para nadie, y espera,

y es todavía amor y desvelado fuego,

cuando el sol de otra aurora, con estrépito,

separa hielo y piedra para nacer de nuevo.

 

La poesía

Apareces, bajel entre la bruma, 

como de ayer y espanto, 

claro fantasma, 

desmantelado, ardiendo. 

Eres la noche, turbulenta dicha. 

Eres astros y música de seres. 

Fuego celeste, 

voz de la sombra, 

rómpeme, abrázame. 

 

Arquetipo

a David Yudilevich (pensando en Jemmy Button)

Mirad en lo profundo,

dejad que lave el agua de los tiempos

el gesto pasajero de los rostros

más allá de las noches y días que soñamos,

veréis como perdura

por sobre el horizonte de las horas

el incendio de los nódulos ligeros,

revelando la faz arcaica el cuño,

que el fluir de las eras fue forjando,

viva sapiencia en que te encuentro, hermano

primitivo y futuro, entre las islas

inocentes llamándonos.

No hay comentarios.: