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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

jueves, 13 de febrero de 2025

MUESTRA DEL LIBRO "UN CABALLO DORMIDO EN EL INVIERNO" DEL EXCELENTE POETA CHILENO IGNACIO HERRERA


 

 

Fundar un lugar triste


Fundar un lugar triste

que siempre huela a invierno

instalar una casa

y que los vecinos den colores a las paredes.

 

Vivir en ese lugar por años

mirar siempre para arriba

y darse cuenta que las nubes

son vendas

              cubriendo las heridas del cielo.  

 

 

Caballo negro

 

Pájaro blanco en un caballo negro

se erizan las espinas del camino

un gato ronroneando se hace ovillo

entre el serrín mojado de silencio.

 

Pájaro blanco vuela pronto a casa

te esperan los inviernos de madera

los niñitos lluviosos sin escuela

y las miradas tristes que se cansan.

 

En un lugar llamado Siempre invierno

el pájaro lluvioso ya no vuela

la luna se desangra de lo llena.

 

No creas lo siguiente que te cuento:

 

En esa brasa amarga que no quema

yacen los huesos del caballo negro.

  


Aquí muere la forma de tu cuerpo

  

Aquí muere la forma de tu cuerpo

y la sombra escondida que dejaste

espera la llamada de unos ojos

de pájaros mojados en parrones.

 

Aquí nace la pena y su grandeza

llevándonos  al fondo de otra pena

el llanto no aliviana a los vencidos

en las camas mojadas del verano.

 

Aquí muere la forma de tu canto

ninguna voz te llama desde lejos

hay un sonido negro que acompaña

al pueblo que te encierra para siempre .                                          

 

 

Cesar Cabello en Siempre invierno

 

 César Cabello arriba de un caballo

galopa sin chupalla en la neblina

su frente lleva negra serpentina

bajo el cielo parido por los rayos.

 

Despierta la mañana con los gallos

el gran César Cabello ve su ruina

pues su caballo cojo no camina

por los vientos lluviosos de este mayo.

 

César Cabello llora a campo abierto

cómo un rosal secándose en la tierra

ya vio caer lo verde de su huerto

 

y siente que la vida es una perra

obligada a parir sus perros muertos

en la herida del mundo que no cierra.

 

  

Hora de bajar la voz

 

Se te fue a dormir el tiempo Letelier

sólo la humedad te mantiene

 como el muerto más hermoso del sur.

 

Es hora de buscar otra existencia

que el pecho se te abra

 y encuentres el cadáver del grito.

 

Intacto te pudres

Y tus hijos comienzan a ser más parecidos a ti

de lo que tú mismo lograste.

 

Pobres son las palabras

es hora de bajar la voz

                     escuchando el paso de la sangre

                      cada vez más vieja. 

  

En la casa de los hombres sureños

 

Sosteníamos  la noche

y las pelusas

              se hacían piedras de tanta  quietud. 

 

En la casa de los hombres sureños

aprendimos a llorar

después  vinieron ángeles demasiado viejos

que  no podían salvarnos.

  

Campo mojado

 

 

Hay música en el agua que me duerme

y una visión dormida en el recuerdo

trayendo los aromas del invierno

y el barro de la infancia que no vuelve.

 

La musica del agua ya me duerme

con su lluvia calmada por el techo

ablanda la memoria de los suelos

con juguetes perdidos que aparecen.

 

La lluvia baja lenta en la madera

mojando el corazón de los difuntos

difuntos transparentes como nieblas

 

limpiando la dureza de este mundo

Reverdece el camino de mi tierra

con mi casa silente por el musgo.

 

En esta casa de campo

 

En la casa del campo los amigos envejecen

los objetos se hacen anchos por la quietud

el perro babea sangre

y las abuelas tejen abrigos

para los pájaros muertos al emigrar.

 

Hay que entrar de espalda a la casa de campo

esperar que el familiar postrado se levante a mirar el agua

                                                                    que ilumina los cielos.

.

En la casa de campo

el hijo menor sube al árbol

esperando otra niñez

y la oscuridad baja por los muros

 pintando a los grillos siempre de negro.

  

Arriba de la noche en siempre invierno

 

Arriba de la noche sangra un rayo

los niños de juncales han crecido

con algo de sordera por el ruido

del potreril consejo de los gallos.

 

Entonces mientras cantan, yo me callo

y el canto va tomando otro sonido

de perro que no encuentra su ladrido

de persona enterrada el mes de mayo.

 

Entonces me hago quieto y no comparto

la cama con la mosca que me observa

no quiero nadie más en este cuarto

 

que la rabia espumosa que me enerva

Ya se viene noviembre y pronto parto

al invierno escondido por la hierba.



Un hombre vestido de papeles

 

Un hombre vestido de papeles congelados por la luz

camina hacia el río y la luna lo agranda

entra en sus aguas

y bebe las esquirlas de los antiguos universos.

 

Escucha a los pidenes 

que al fin dejaran caer sus bozales.

 

En algunas horas

 sus huesos serán de espuma

y otros jóvenes bajaran de las rocas

para bañarse en él.

  

 

Dos tumbas anónimas

 

1

 

Hoy pierde su calor esa azucena

que amainaba mi cuerpo en este polo

y tan Vallejo vuelvo a verme solo

en el jueves lluvioso de mi pena.

 

Me acostumbro al viento de los difuntos

tiñendo el campo mudo con mi ruda

la muerte en una esquina, me saluda

me dice que me meta en mis asuntos:

 

No esperes ni un abrazo, ni una ayuda

al silencio nos vamos todos juntos.

  

2

 

Hay golpes en la vida desde abajo

que nadie notaría cuando vienen

dolor que desde niño el hombre tiene

con años en penurias de trabajo.

 

Los hondos Cristos lloran su tortura

en la miseria rica de los pobres

para llorar pa siempre vino el hombre

y ese llorar te juro es sin ternura.

 

Escrito:

Ojalá yo tuviese sepultura

en una tumba negra sin un nombre.

 

 

Resignación de César Cabello

 

Me sacaron las ganas y el latido

trabajaron mis ojos sin mirada

enterraron mis huesos tan roídos

que a mi tumba no llegan las amadas.

 

Los pájaros negreros forman nidos

y en mi lápida blanca y sosegada

la noche por mis huesos se ha metido

a buscar otra tumba más helada.

 

Hay un olor a mierda por los charcos

olor a santo muerto en basurales

mientras un punky depre y un anarco

 

escriben sus consignas en murales:

La muerte para ti es subir a un barco

un barco mudo y quieto por las sales.

  

No puedes volver de Siempre invierno

 

Hay un conejo muerto en el camino

que lleva a Siempre invierno en el verano

y niñas negras con el pelo cano

embalsamando pájaros sin trinos.

 

Hay un ternero muerto con disparos

 una mula sangrando en su intestino

un cartel que te dice" ya no vuelvas"

el camino pasado, no es camino.

 

Hay tres caballos muertos, ya llegaste

al centro de la tierra en Siempre invierno

pero al verte a ti mismo te alejaste

 

y vuelves a vivir en el infierno

que tiene a los eternos caminantes

intentando escapar de siempre invierno. 

 

 

Ignacio Herrera López (Curicó,1986), Escritor, vive en su ciudad natal. Fue incluido en Camada (2015), antología de la poesía joven maulina, Obtuvo el primer lugar en el concurso Gonzalo Rojas de Lebu. En el año 2016 obtuvo mención honrosa en el concurso literario Stella Corvalán (I. municipalidad de Talca); el mismo año recibe también la primera mención honrosa en el concurso literario Fernando Santiván de Valdivia con su texto Caballos sin pelajes, publicado en Concurso Santiván de poesía (Ediciones Kultrún 2016). En 2020 aparece Mala Luna su primer libro (Ediciones etcétera, concepción). También el mismo año aparece su segundo libro llamado Nahuilte (la colección Ínsula Barataria de la editorial Kultrún).

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