(Habitación N. 1, “Hostería de Vicuña”)
A Benjamín León.
La sábana impecable de sueños presentidos,
de pesadillas rotas, y ya en la negra aurora,
¿habrá soñado ella con pálpitos de piedra?
¿Serán esos caballos por montes y ese verde
único, imposible lo que la desvelaba?
Yo sé que duermo aquí, en esta cama abierta
a sueños y tormentas, a esa grieta agreste
de una boca sola.
Yo sé que en este suelo resuenan las palabras
y duerme ese fantasma, viril, de la inquietud.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario