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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

viernes, 27 de enero de 2012

POEMAS DE FRANCISCO MARTINOVICH (CHILE)





Francisco Martinovich Salas (Santiago, 1987) es Licenciado en Letras Hispánicas por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente realiza su tesis sobre la obra poética de Juan Marín, para optar al grado de Magíster en Literatura en la Universidad de Chile. Sus poemas han sido publicados en diversos “pasquines” y revistas universitarias de limitada distribución, así como en el libro Chile mira a sus poetas. Estudios y creaciones. (Paula Miranda y Carmen Luz Fuentes, Editoras). Desde 2006 ha organizado y participado en múltiples ciclos y recitales de poesía. Ha realizado talleres con Rafael Rubio y Juan Antonio Massone. En 2011 fue seleccionado por la Fundación Pablo Neruda, junto con otros nueve poetas jóvenes, para formar parte del Taller de Poesía dirigido por los escritores Floridor Pérez y Jaime Quezada.
  


Sobre méritos y circunstancias*

Mis poemas están dando vueltas por todos lados,
y no hay más mérito en encontrarse con uno
sino el que hay en un bebé que abre los ojos.

El que busca nunca encuentra
y por lo demás,
buscar es cosa de arrogantes detectives,
tropezarse sí es un ejercicio de modestia
tropezarse con un poema que apareció en la calle
que se perdió en una feria o en un parque,
quebrarlo por accidente
y asumir el oficio de quien recompone los pedazos.

No será mi lugar sobre la torre del salvavidas
no creo en las palabras para escribir sobre la piedra
ni tampoco en camuflarme y perderme entre la gente
no seré predicador, ni charlatán, ni profeta:

dos ojos
dos piernas
dos manos.

El que traduce,
el testigo
es el peor vivo
pero el mejor testigo.

A cada uno su tiempo y el disconforme a la FIFA
a culpar al destino, a llorar a la iglesia
yo, necio, juro que no me quejo
que se vive y ante eso se responde
(he ahí una regla a sostener en los poemas)
pues siempre hay alguien que debe sacar la basura a la calle
y ahí estarán
supongo
los poetas:
             recogiendo los pedazos de algún accidente.

Quien no ha visto al poder jugando el juego,
sospecha de nada en esta tierra,
yo desconfío de las herramientas que me da el tiempo
y me refugio en el lenguaje porque puedo,
porque creo es la herramienta más honesta y la más vieja
y hoy de los más viejos, nadie sospecha.

Al lenguaje apuesto entonces mis tristes monedas
con la convicción cierta de que perderé la guerra
pero saldré con la frente en alto de alguna batalla, o no;
y aunque nadie se acostará jamás con mis poemas
con dignidad recogeré los pedazos
del accidente.

En esta sinfonía de mucho balar y poca certeza
el detalle y el instante son los reyes
el bemol la melodía que persiste
la anécdota hace la eternidad
y una palabra situada vale más que mil ojos

En esta realidad de tormenta, 
hay que saber reírse
hasta de los chistes más crueles
pues el serio es condenado a su vida
y estos chistes dan tanta pena
que las lágrimas se quedan cortas
y se comen los ojos

entonces, ciego,
el poeta se tropieza
y alguien tiene que meter las manos en la mierda
y unir nuevamente los pedazos del accidente.
  
*”Sobre méritos y circunstancias” es el resultado de un ejercicio del Taller de Poesía de la Fundación Pablo Neruda, que solicitaba a sus participantes un escrito a modo de poética.




Del libro Sospecha de nada (Inédito)


Geografía personal


yo no tengo casa
tengo tres casas rojas

La primera está ubicada en una calle que no existe
hoy la habitan las palomas
y unas plastas secas

La segunda es la casucha donde llegan las cuentas
nadie duerme allí
solo se toma agüita de hierba para matar
                                             los nervios
y hay un perro que ladra
pero no cuida 

En la tercera, yo no vivo
queda en Departamental, camuflada en una villa
en Avenida Matta, al costado en la vereda
en Independencia en un pedazo de pasto viejo
en la micro, corriendo, atrasado
por toda la circunvalación Américo Vespucio
en la Alameda, perdida en el alcantarillado
al pie de un graffiti en La Florida y Recoleta
y en esa calle que me olvide su nombre

en cada una duermo una vez al año.

  

Declaración de principios

Uso potes y utensilios de plástico
ollas de acero inoxidable y sillas de madera.
Me ducho
boto mis latas al basurero regular,
escribo sobre hojas de papel
y guardo mis cosas en cajas de cartón.
Uso desodorantes que no
certifican no hacer daño a la capa de ozono,
compro bencina de 95 octanos
y no le he revisado los gases al auto.
En mi casa hay una estufa a leña sin certificación.

Estoy destruyendo el mundo día a día,
sin embargo no tirito mientras duermo,
y supongo que no dejo tranquilo a nadie.





El hipócrita

He mantenido desde la hora cero
riguroso ayuno
nada de bocado de madrugada,
ni un jugo
desayuno ni pensar
ni almuerzo, ni postre
me resté de la siempre abundante once
y para la hora de la cena
simplemente me hice el tonto

pues en el nuevo día que acecha
esta noche es de festín.


 Los pájaros

Los pájaros son como los hombres
egoístas, mezquinos
rechazan a otros de su misma especie
pelean su pareja, comida y  territorio
hablan, cantan, saltan y vuelan
mueren de pena,
muchos son vegetarianos
o naturistas si comen semillas
protegen sobremanera a sus crías
sufren también del complejo de Edipo
mueren por desilusiones amorosas
mueren en la guerra
abusan de los menores
toman vacaciones
carretean
mueren atropellados
son fieles e infieles
algunos son rapaces
otros comediantes
mueren de hambre y de frío,
fácilmente, sin razón ni remordimiento,
te cagan, como si nada.
.
Son pájaros y son como los hombres
con la salvedad de que los hombres
no tenemos alas.
  

1 comentario:

Francisco Martinovich dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.