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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

miércoles, 23 de abril de 2014

ALGUNAS NOTAS Y ARTÍCULOS SOBRE "ESCENAS DEL DERRUMBE DE OCCIDENTE" (MIGUEL ARTECHE, CEDOMIL GOIC Y CRISTIÁN GÓMEZ)




DE LAS REGIONES INFERNALES A LA PLAYA DE LA INFANCIA

Miguel Arteche
Premio Nacional de Literatura


                                               Esta decadencia no es la decadencia de Occidente y es la decadencia de Occidente. Por ejemplo, la del hablante lírico y el gozo de innumerables lectores y auditores. Conviene tomarlo en cuenta antes de entrar en estos poemas. Lo seguro es que no se trata de la decadencia de Andrés Morales. El decadente no suele hablar de su decadencia.
                                               Es un oficio de tinieblas en tiempos rodeados de muerte, a la que se disfraza con el éxito, el poder o el dinero, trinidad de los que trafican con bicarbonato de lavanderías que, cuando se aplica a los poetas éstos huelen y no precisamente a rosas. La importancia de los títulos es que aquí son poemas o anuncios de poemas. El poema está en las mayúsculas y en las minúsculas. Luego: la estructura que se sostiene en endecasílabos, decasílabos o dodecasílabos. Recordemos que en esta benemérita república los proclamados poetas escriben en versos que ellos llaman libres, aunque no saben lo que es un endecasílabo. Esta designada república vive de apariencia, insolencia y dolencia. Morales acota en estrofas clásicas.
                                               Las regiones infernales que explora el hablante son las fiestas del demonio, pero también sus orgías gélidas. Son los sueños como pesadilla, el demonio del reloj, el duelo de las noches, los hermanos muertos en la puerta, la fila de difuntos puestos uno sobre otro, el quedarse en el puerto esperando algún navío que no vuelve, el vals de despedida al  más allá. Es decir, la exploración del infierno de hoy. Pero después, en relámpagos de versos, la inédita belleza de la calma en deslumbrantes islas de color violeta. La música del mar descubre al tiempo, el largo aliento del silencio, como único alimento. El viaje, en fin, por el infierno y el purgatorio, y las ventanas que se abren a la playa de la niñez.
                                               Andrés Morales mantiene aquí, como en otros de sus libros, la seguridad del oficio, la fuerza de sus imágenes, y en el temblor de la nostalgia encuentra el aire perdido de la infancia, que es como la vida nueva de todo poeta.


Escenas del derrumbe de Occidente.
  
Cedomil Goić
Academia Chilena de la Lengua

Santiago: RIL Editores. 1998. 49 p. Original presentación de cada poema: una parte, en altas, alude a ellos, los malditos, o a nosotros, los desdichados –OFICIO DE TINIEBLAS CADA DÍA–; otra, en altas y bajas. Pero también se da la primera parte, sin segunda, y el texto entero y extenso en altas. La visión del mundo y la existencia –de un yo dividido o multiplicado– es de precariedad negra e incierta. Novedosa y certera es su innovación métrica que se apoya en decasílabos, endecasílabos y dodecasílabos de ritmo parlante y gran naturalidad.

ESCENAS DEL DERRUMBE DE OCCIDENTE
DE ANDRÉS MORALES

Cristián Gómez O.
Universidad de Chile 

Al igual que en la portada de su libro -detalle de El Infierno, del tríptico “El  jardín de las delicias” de Hieronimus Bosch- Andrés Morales (Santiago, Chile, 1962) nos adentra con estos poemas al que probablemente sea el episodio más negro y desasosegado de su no breve producción poética. En alrededor de diez libros, a partir de Por ínsulas extrañas, del ya lejano 1982, hasta estas escenas de la decadencia occidental, Morales ha desarrollado un hablante caracterizado por su férreo apego a una métrica a veces estricta, pero siempre consciente de su papel en esta poética que se ha ceñido a desentrañar no sólo los bordes blancos de la escritura, el abismo incierto del oficio poético, sino que también se ha despegado de la rígida desnudez del lenguaje replegado sobre sí mismo, para abrir su compás y lanzar las flechas negras de la muerte y la desesperanza, de la propia existencia mundana y vital, “la exploración del infierno de hoy”, como certeramente lo señala Miguel Arteche en el prólogo del libro que ahora se reseña.
El episodio más negro y desasosegado de su producción poética: Morales, integrante de ese grupo heterogéneo designado con el nombre de generación de los ´80, conjunto amorfo que aún está por decantarse y entre cuyos nombres más destacados debemos provisoriamente mencionar los de Clemente Riedemann, Roberto Merino, Gonzalo Contreras, Rosabetty Muñoz, Tomás Harris, Raúl Zurita (aun cuando algo mayor que el resto), Diego Maquieira y Alexis Figueroa, entre otros, comparte con este grupo la caracterización que de ellos hizo Carmen Foxley cuando denominaba el discurso de estos autores como el discurso del sobreviviente: “(…) el lenguaje de la poesía de los ochenta es nítidamente el del sobreviviente, y su acción social y cultural es la de resistir a los acosos represivos y aniquilantes de la situación coyuntural”.
No sería gratuito, entonces, leer la poesía de Morales como una  poiesis doblemente política: por una parte, resistiéndose en términos estilísticos al simplismo de una palabra panfletaria e inmediatista, que abundaba en las librerías santiaguinas de los ochenta. Y como contrapartida, manteniéndose al margen de los discursos dominantes del poder oficial, arriesgándose  a la intemperie de la incomprensión y del desamparo. Entre estos dos fuegos que no queman a nadie, Andrés Morales ha preferido mantener la postura irrenunciable del poeta, esas soledades que recomendaba Rilke, no obstante las cuales ha podido escribir sin temor a la contingencia  ni a la respuesta visceral. Sólo así se entienden poemas como “1989”, de su libro Verbo, poema escrito a propósito del derrumbe del muro de Berlín y otros muros.
Sin embargo, son las particularidades de las Escenas del derrumbe de Occidente – título splengeriano que nada tiene de casual- las que lo hacen el libro hasta ahora más interesante de este poeta, entre otras cosas por las renovaciones formales que introduce, así como también por la exigencia de re-pensarse y auto-cuestionarse que le impone a cualquier acercamiento crítico que pretenda dar cuenta de él. Hacer crítica literaria no puede ser más un picadero de papel para convertirlo en hojas doradas o en material de desecho según sean las particulares opiniones del crítico de turno. Ni tampoco la exposición de un “profesionalismo” teórico que usualmente termina por transformarse en una jerigonza incomprensible más allá de los estrechos círculos de la academia.
La crítica, en la honestidad irreemplazable que debiera ser su habitual compañía, al reconocer sus interferencias institucionales (Universidad, organismos culturales, etc.) y sus propias condiciones sociales de redacción, situándose en definitiva en un contexto  tanto ideológico como cultural, debiera ser lo suficientemente ágil como para cambiar de perspectiva según al libro al que se enfrente y no imponer modelos rígidos ante la heterogeneidad inherente a la literatura, además de contar con el coraje suficiente como para asumir su tarea inexorablemente valorativa, jerarquizadora, entendiendo a esta última también como una forma de ubicación social del ejercicio crítico. En palabras de Beatriz Sarlo: “La crítica literaria necesita replantearse la cuestión de los valores si busca, superando el encierro hipertécnico, hablar sobre tópicos que no se inscriben  en el territorio cubierto por otras disciplinas sociales. La literatura es socialmente significativa porque algo, que captamos con dificultad, se queda en los textos y puede volver activarse una vez que éstos han agotado otras funciones  sociales”. Imposible decirlo mejor, y, para volver entonces a las escenas morales de Morales, debiéramos recordar aquí las innovaciones formales a las que se hacía mención algunos párrafos más atrás, innovaciones que involucran al lector en una aventura en la que éste tiene mucho que aportar. Aquí no existe la división de títulos y poemas, el uno precediendo al otro. Los títulos son poemas y algunos de los poemas bien podrían haber sido títulos de otros. Este dislocar las estructuras clásicas de los libros de poesía no se remite sólo a un asunto de órdenes y títulos; se refiere también al derrumbe de un hablante -que a estas alturas merece y no merece el apellido lírico- cuyas experiencias vitales se confunden con la ya conocida opción de Morales (o del hablante de Morales) por la aletheia, por la revelación, el des-velamiento. Cual Sibila de Cumas (o incluso como la Sibila pérsica que pintara Miguel Ángel, vieja e incapaz  de descifrar la escritura del Libro), que según la leyenda original escribía sus oráculos y visiones sobre hojas de palmera que una ráfaga de viento dispersó por el aire, así el hablante de este volumen, asiste horrorizado ante el espectáculo dantesco de la destrucción de cualquier signo de esperanza, matizado -quizás- por los usos de la memoria en beneficio de la infancia. Destrucción que, en todo caso, tiene sus predecesores entre los que, aleatoriamente, aun cuando autores queridos para el poeta de estas escenas, podríamos citar a Beckett (esta infancia que yo habría tenido la dificultad de creer en ella la impresión de haber nacido más bien octogenario a la edad en que se muere en tinieblas… la infancia la creencia el azul los milagros nunca perdido nunca tenido) o la frase ¿lapidariamente esperanzadora? de Eliot en La tierra baldía: “Desde estos fragmentos levanto mis ruinas”.  Porque de eso se trata, me parece, el asunto central de este poemario: una incesante suma de aporías que se tensionan entre los márgenes negativos de los ánimos del hablante y los afanes del irrenunciable porvenir. Si en un momento el poeta nos dice: Amor que no es amor entre las yemas/ del odio mal parido por la muerte (p.24), algunas páginas más adelante podemos leer como contrapartida:

                            “La insólita belleza de la calma,
                            el largo aliento quieto del silencio,
                           las horas del que vuelve con sus redes
                            llenas o vacías de esperanza” (p. 42)

De este modo, Andrés Morales consolida una de las líneas de escritura que ha practicado, que probablemente sea la más fértil de todas, no aquella dedicada a un onanismo preocupado de la palabra replegada sobre sí misma, sino aquella que recogiendo estas preocupaciones es capaz de asumir sin complejos las tareas más primigenias de oficio poético, incluso en estos tiempos de urbana incredulidad: entre el oráculo y la elegía, Morales construye este poemario agregando el factor que lo diferencia radicalmente de sus predecesores: la incorporación de un itinerario vital con el cual su hablante pretende desentrañar la inextricable red que le ha echado encima este inminente fin de siglo. Y ante el panorama insistentemente desolador de este páramo de sueños que Morales nos presenta, quedan sin embargo, para contradecirlo con fervor los dos últimos versos de este libro:

                  ¿POR QUÉ LOS NIÑOS DULCES Y TRAVIESOS?
                  ¿POR QUÉ MI CORAZÓN QUE GRITA Y VUELA?
                                                                       


INVITACIÓN A LA PRESENTACIÓN DE MI LIBRO "ESCENAS DEL DERRUMBE DE OCCIDENTE" PUBLICADO POR DESCONTEXTO EDITORES




SE PRESENTA EL LIBRO "A LA SOMBRA DE LA MONTAÑA" DEL POETA CHILENO JULIO CÉSAR IBARRA





CONVOCATORIA "DRAMATURGIA DEL EXILIO: CONCURSO NACIONAL DE TEXTOS DRAMÁTICOS"



APARECE EL LIBRO "PAISAJES" DEL POETA CHILENO LUIS COCIÑA





sábado, 19 de abril de 2014

PEQUEÑO HOMENAJE A GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: 30 DE SUS FRASES PARA COMPRENDER AL HOMBRE Y A SU OBRA





(EXTRAÍDO DE LA AGENCIA EFE)


Gabriel García Márquez fue uno de los escritores más importantes de la historia de la literatura, no solo por haber ganado en 1982 el Premio Nobel, si no por ser el principal exponente latinoamericano del "realismo mágico". Y por tener una de las prosas más poéticas de la literatura, reflejada en cada una de sus frases, entre las que destacan las siguientes:

LITERATURA:

1.- "Los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía, donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra." (Discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura, Estocolmo, 1982).
2.- "Yo comencé a ser escritor de la misma forma en que me subí a este estrado: a la fuerza". ("Yo no vengo a decir un discurso", 2010).
3.- "Escribo para que quieran más. Creo que es una de las aspiraciones fundamentales del escritor" (Revista "Siesta", España, 1977).
4.- "La música me ha gustado más que la literatura". ("Juventud rebelde", La Habana, 1988).
5.- "Una vez que hago en mis novelas la última lectura ya no me interesan, el libro es como un león muerto". (Diario 16, Madrid, 1989).
6.- "Si uno no crea, es cuando le llega la muerte". "Cuando no escribo, me muero; y cuando lo hago, también". (Entrevista con Efe, Sevilla, 1994).
7.- "El gran reto de la novela es que te la creas línea por línea, pero lo que descubre uno es que ya en América Latina, la literatura, la ficción, la novela, es más fácil de hacer creer que la realidad" (La vida según...", TVE, 1995).
8.- "La primera condición del realismo mágico, como su nombre lo indica, es que sea un hecho rigurosamente cierto que, sin embargo, parece fantástico". ("Reforma", México, 2000).
9.- "Como escritor me interesa el poder, porque resume toda la grandeza y miseria del ser humano" (Magazine-La Vanguardia, Barcelona, 2006).

ORTOGRAFÍA:

10.- "Hay que jubilar la ortografía, terror del ser humano desde la cuna". "Simplificar la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros". (Discurso de inauguración del I Congreso Internacional de la Lengua Española, Zacatecas (México), 1997).
PREMIOS:

11.- "Todos los premios son muy interesantes pero si ya tuve el premio que se considera máximo en Literatura, es mejor dejar los otros galardones para los que vienen detrás o delante". (Declaraciones realizadas en Oviedo en 1994 por la polémica generada tras decir que no quería recibir el premio Cervantes, al que fue candidato).

MEDIOS DE COMUNICACIÓN:

12.- "Si los intelectuales no despreciaran tanto la televisión, ésta no sería tan mala". ("Juventud Rebelde", La Habana, 1988).
13.-El periodismo es el oficio que le interesa "más en el mundo" y lo considera "como un género literario". ("El espectador", Colombia, 1991)
14.- "La crónica es la novela de la realidad". ("El espectador", Colombia, 1991)
15.- "La calidad de la noticia se ha perdido por culpa de la competencia, la rapidez y la magnificación de la primicia"."A veces se olvida que la mejor noticia no es la que se da primero, sino la que se da mejor". (Semanario "Radar", Argentina, 1997)
16.- "En periodismo no se permiten los términos vagos o simples intentos. Hay que saber las palabras y los conceptos precisos". ("El Colombiano", Colombia, 1995).

CINE:

17.- "Mis relaciones con el cine son las de un matrimonio mal avenido, que no pueden vivir juntos ni separados". (El País, Madrid, 1987)
18.- "No cabe ninguna duda acerca de que ya existe un cine latinoamericano, pero nosotros mismos no le hacemos caso. Hacemos las películas, pero no tenemos ni la distribución ni la exhibición, que son los dos elementos más importantes". ("El Tiempo", Colombia, 1991).

FIDEL CASTRO:

19.-  "Es el hombre más tierno que he conocido. Y es también el crítico más duro de la revolución y un autocrítico implacable" (Diario Pueblo, España, 1977)
20.- "Todos saben de mi amistad personal con Fidel Castro y que yo apoyo a la revolución cubana". (Entrevista de radio. Hungría, 1992).

POLÍTICA:
21.- "Ningún dirigente político, ningún jefe de Estado oye absolutamente a nadie. De manera que tener influencia en un jefe de Estado es lo más difícil que hay en este mundo, y finalmente ellos terminan teniendo mucha influencia sobre uno". ("Juventud Rebelde", Cuba, 1988)
22.- "El siglo XX se ha perdido por dos dogmas contrapuestos e igualmente extremos: el socialismo y el capitalismo. El dogma de la propiedad estatal contra el de la libre empresa". ("La Repubblica", Italia, 1992).

COLOMBIA Y AMÉRICA LATINA:

23.- "El problema del narcotráfico es el problema de las drogas y que este problema se le está escapando, no solo a Colombia. Se le está escapando al mundo de las manos". (Declaraciones tras mantener una reunión con el entonces presidente de EE.UU., Bll Clinton, en la Casa Blanca en 1997)
24.- "Para mí, lo fundamental es el ideal de Bolívar: la unidad de América Latina. Es la única causa por la que estaría dispuesto a morir". (Semanario "Newsweek", EEUU, 1996)
25.- "Llevo conspirando por la paz en Colombia casi desde que nací" ("El País", La Habana, 2005)
26.- "¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes?". ("Yo no vengo a decir un discurso", 2010).

FAMILIA:

27.- Sobre su esposa afirmó: "Yo pude escribir todas mis obras gracias a que Mercedes se hizo cargo de los asuntos de la vida diaria como mantener la casa y pagar las cuentas cuando no teníamos con qué hacerlo, y también cuando tuvimos mucho. Cuando me meto a algunos de esos asuntos ella me dice: "No fastidies; lo único que tú sabes y debes hacer es escribir." (Diario "Haaretz", Israel, 1996).

PERSONAL:

28.- "Mi percepción de la mujer es mágica". (Diario "Haaretz", Israel, 1996).
29.- "La paz es como la felicidad. Se dispone solamente a plazos y se sabe lo que se tenía después de que se ha perdido". (Diario "Die Welt", Alemania, 1988).
30.- "La fama estuvo a punto de desbaratarme la vida, porque perturba tanto el sentido de la realidad como el poder" (Magazine-La Vanguardia, Barcelona, 2006).


jueves, 10 de abril de 2014

PABLO DE ROKHA, POETA GUERRILLERO POR ALEJANDRO LAVQUÉN




El 17 de octubre de este año se cumplirán 120 años del nacimiento de Pablo de Rokha, sin duda uno de los grandes poetas del siglo XX en lengua castellana. Muchos escritores y artistas han expresado admiración por su trabajo, entre ellos el narrador chileno Carlos Droguett, el poeta español León Felipe y el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros. El poeta estadounidense Allan Ginsberg también se interesó por la poesía de Pablo de Rokha, a quien conoció en su visita a Chile en 1960. Pero como los juicios estéticos poseen mucho de subjetividad, el poeta mantiene adherentes y detractores hasta el día de hoy.
Su obra comenzó a ser difundida recién –a las nuevas generaciones- desde la última década del siglo XX gracias a algunas reediciones de sus libros. Aún así, todavía existe mucho desconocimiento sobre su poesía, incluso en los sectores académicos más reputados de nuestro país en el ámbito de la literatura. Naím Nómez, en la introducción al libro El amigo piedra (autobiografía del poeta), expresa que “Pablo de Rokha, no ha sido motivo de una lectura acuciosa ni por los críticos ni por los lectores…” (…) “Todo el mundo habla de oídas y aun a los especialistas literarios es difícil sacarles un comentario sobre alguno de sus poemas más populares…”.

EL POETA ERRANTE

Pablo de Rokha (Licantén, 1894-Santiago, 1968) fue el seudónimo de Carlos Ignacio Díaz Loyola, nacido en Licantén el 17 de octubre del año 1894. Hijo de Ignacio Díaz Alvarado y Laura Loyola de Toledo. Cursó estudios en la Escuela Pública N° 3 de Talca, ingresando luego al Seminario Conciliar de aquella ciudad, del que sería expulsado por “hereje y ateo”. Sus compañeros de estudio lo apodaban “El amigo piedra”. En Santiago terminó las humanidades y dio su bachillerato en 1912, cursando estudios de derecho e ingeniería que luego dejó. Publicó sus primeros poemas en revistas de la época y se relacionó con el mundo literario y estudiantil. La comunidad literaria de aquel tiempo estaba marcada por la bohemia y un romanticismo decadente, cuestiones que De Rokha terminaría rechazando. En 1916 conoció a Luisa Anabalón Sanderson (Winétt de Rokha), con la que se casó dando origen a una numerosa familia de artistas, destacándose los pintores José y Lukó de Rokha y el poeta Carlos de Rokha.
Políticamente sus primeras simpatías fueron con el movimiento anarquista para luego pasar a las filas del comunismo, ideología que mantuvo hasta el fin de sus días, esto a pesar de su ruptura con la cúpula del Partido Comunista de Chile, lo cual significó que se automarginara de la militancia en 1940. De Rokha fue un bolchevique de verdad, auténtico y consecuente. En 1932 había sido candidato a diputado con un programa anticapitalista y en 1937 llegó a ser presidente de Casa América, prestigiado organismo cultural de los comunistas chilenos. También fue presidente del Sindicato Profesional de Escritores de Chile, que organizó junto a Vicente Huidobro.
Una de las características de Pablo de Rokha fue su capacidad de sobrevivencia, su tesón para vencer las adversidades y mantener a su numerosa familia (tuvo 9 hijos de los cuales 7 llegaron a edad adulta), lo que realizó a la par con la escritura de su obra. Parte importante de la vida del poeta estuvo apremiada por una situación económica precaria. Sobrevivía vendiendo sus propios libros –y la revista Multitud- recorriendo Chile de extremo a extremo. También vendía cuadros y escribía columnas en diferentes diarios y en algunas revistas. Tras casarse con Winétt y deambular por varios lugares, trabajando incluso como administrador de fundo, se afincó en San Felipe donde creó la empresa Chile Agrícola, dedicada a publicar monografías sobre fundos agrícolas y ganaderos con estadísticas y fotografías. La empresa fue de corta existencia, pero dio al poeta momentos de holgura económica. También fundó la revista Numen. Es en esta época cuando conoce a Pablo Neruda, que le escribe desde el sur para ofrecer su colaboración en la revista. Detalles de su relación y posterior quiebre con Neruda el poeta los narra en su autobiografía El amigo piedra.
En 1931 comenzó a ejercer como profesor de Estética e Historia del Arte en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile. En 1933 fue candidato a decano, perdiendo por un voto. Posteriormente, fue acusado de practicar en sus clases proselitismo político, perdiendo su puesto como profesor. La mayor parte de su vida De Rokha y su familia vivieron en Santiago, pero también se establecieron algunas temporadas en ciudades como Concepción y Valparaíso.
Durante el gobierno del presidente Juan Antonio Ríos (1942-1946) realizó un extenso viaje por el continente junto a su esposa Winétt, visitando casi todos los países de América, incluido Estados Unidos, gracias a un nombramiento como embajador cultural extendido por el mandatario. En Estados Unidos realizó, junto a Winnét, una lectura en El Salón de los Héroes de Washington. También en Estados Unidos dio a conocer su controvertido ensayo Importación y exportación de imbéciles. Pocos años antes de su muerte estuvo en China, Unión Soviética y Francia. En todos los lugares que visitó fue recibido por las autoridades y personajes de la cultura, dictando numerosas conferencias.
De Rokha se caracterizó por ser un eficaz polemista. Legendarias y ácidas son las disputas literarias que sostuvo con Vicente Huidobro y Pablo Neruda. A pesar de esto, con Huidobro siempre mantuvieron una amistad, pero con Neruda jamás volvieron a hablarse.
Su esposa Winétt falleció en 1951 y el poeta nunca pudo superar aquella pérdida. Posteriormente fallecieron en trágicas circunstancias sus hijos Carlos y Pablo. En 1965 fue reconocido con el Premio Nacional de Literatura, el que le había sido negado constantemente debido, entre otras cosas, a las intrigas del critico literario Alone y Pablo Neruda. El 10 de septiembre de 1968, cuando se acercaba a los 74 años de edad, se suicidó en su casa de la comuna de La Reina. Fue velado en la Universidad de Chile y en su funeral una de las personas que cargó su ataúd fue Salvador Allende, que mantenía amistad y admiración por el poeta. Sus restos descansan en una modesta tumba en el Cementerio General de Santiago junto a los de su esposa Winnét.

LA OBRA DEL POETA

En 1922 autoeditó su libro Los Gemidos, obra vanguardista y original dentro de la literatura castellana del siglo XX. Otras obras fundamentales en su larga bibliografía, que abarca más de una cuarentena de títulos son:
 U (1927); Cosmogonía (1927); Satanás (1927); Suramérica (1927); Escritura de Raimundo Contreras (1929); Jesucristo (1933); Gran temperatura (1937); Moisés (1937); Epopeya de las comidas y las bebidas de Chile(1949); Morfología del espanto (1942); Idioma del mundo (1958); Genio del pueblo (1960); Acero de invierno (1961); Estilo de masas (1965) y Mundo a mundo (1966). Sus libros –salvo contadísimas excepciones- fueron autoeditados y su obra fue constantemente marginada por la crítica. También escribió ensayos y numerosos artículos de opinión en la revista Multitud, fundada en 1939 y de la cual fue su creador y director hasta su muerte. El lema de la revista versaba: “Revista del pueblo y la alta cultura”. Entre sus libros de ensayo destacan Heroísmo sin alegría (1926); Interpretación dialéctica de América; Los cinco estilos del pacífico - Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia (1948) y Arenga sobre el arte (1949).
Existen dos antologías importantes editadas por el propio autor. La primera se titula Antología 1916-1953, y fue publicada en 1954 por Editorial Multitud; la segunda es una antología póstuma preparada por el autor poco antes de su muerte y publicada por Editorial Nascimento en 1969. Originalmente esta antología se iba a titular Antología Rokhiana, pero al fallecer el poeta el editor consideró más apropiado titularla con el nombre de Mis grandes poemas. En Chile editoriales como Cuarto Propio, LOM, Das Kapital y UDP han reeditado algunos de sus libros. En cuanto al rescate de la obra rokhiana hay que destacar el trabajo realizado por el profesor y poeta Naím Nómez, que se ha preocupado de estudiar y difundir la obra de Pablo de Rokha. En China, Cuba y España se han publicado textos y antologías del poeta. Póstumamente se publicó su autobiografía El amigo piedra (Pehuén Editores, 1989) , que abarca desde su niñez hasta aproximadamente 1946. Las primeras ediciones de sus libros, cuyos formatos son bastante originales y hasta curiosos, están prácticamente desaparecidas y se transan a precios de coleccionistas.

SU PROYECTO POÉTICO

Para entender la poesía de Pablo de Rokha es fundamental hacerlo considerando sus posturas políticas. La política juega un papel determinante en la obra rokhiana en cuanto a contenido y expresión. De Rokha debe ser el poeta más político de Latinoamérica –y a lo mejor del mundo-. En el imaginario del poeta prima de manera fundamental su adhesión al materialismo dialéctico y al ateísmo como herramientas filosóficas para comprender el mundo y combatir a la sociedad capitalista, cuya razón de ser es la explotación del hombre por el hombre y la acumulación de dinero. De hecho, él mismo definió su proyecto literario y estético como La gran épica social de América, a través de la cual buscaba crear conciencia social. Para él el arte y la literatura debían tener, como objetivo, una orientación y finalidad social. Esto sin desconocer ni despreocuparse de lo netamente literario o de temas como el amor, la muerte o la naturaleza. Al abordar aquellos De Rokha escribió varios de sus mejores poemas.
De Rokha fue un poeta épico, dionisíaco, social, combativo, consecuente con su manera de entender el mundo. No concebía “el arte por el arte” y lo expresó muchas veces en sus poemas. Otro aspecto en su trabajo poético es la influencia que ejercieron en él sus lecturas bíblicas y de los clásicos griegos. También autores como Dante, Rabelais, Nietzsche y Whitman influyeron, de diversas maneras, en su formación como escritor. Pero el estilo que logró es único, fundador de una cosmovisión chileno-popular sin parangón.
Los personajes que dan vida a sus poemas son innumerables, reuniendo en ellos lo trágico, la comedia, la épica y la lírica de una manera que ningún otro poeta lo ha hecho. Libros como Genio del pueblo o Idioma del mundo dan cuenta de esto. Lo mismo algunos de sus poemas más extensos como “Oceanía de Valparaíso”, “Tonada a la posada de don Lucho Contardo” o “Canto del macho anciano”. Y qué decir del poema “La ciudad”, incluido en el libro Los gemidos. Un poema de absoluta actualidad a pesar de haber sido publicado en 1922.
En este libro vale la pena detenerse un momento. Cuando se publicó Los gemidos la crítica lo destrozó. Pero hubo una excepción: un joven llamado Pablo Neruda, que en diciembre de 1922 escribió en la revista Claridad, de la Fech: “Un impulso hacia la raíz trascendente del hecho, una mirada que escarba y agujerea en el esqueleto de la vida y un lenguaje de humano, de hijo de mujer, un lenguaje exacerbado, casi siempre sabio, de hombre que grita, que gime, que aúlla, ésa es la superficie de Los Gemidos. Más adentro, libres ya de las palabras, de los alaridos y de las blasfemias, sentimos al amador de la vida y de las vidas, azotado por la furia del tiempo, por los límites de las cosas, corroído hasta la médula por la voluntad de querer y por la terrible tristeza de conocer. ¿Continuador del coro trágico? Tal vez. Lejos de la ataraxia de los socráticos, Pablo de Rokha trasluce su sentido de la vida, en una agitación discontinua, que se paraleliza a la de los cantores de Dionysos. Canta a Prometeo, griego de nacimiento, cuando desata su imprecación al católico Satanás. Y su libro entero, es un solo canto, canto de vendaval en marcha que hace caminar con él a las flores y a los excrementos, en una desigual caminata hacia un desconocido Nadir”.

VISIÓN ESTÉTICA-IDEOLÓGICA DE LA POESÍA

En Obras inéditas (LOM Ediciones, 1999), libro póstumo, existen dos definiciones que vienen a confirmar su planteamiento ideológico y estético respecto a la poesía, los cuales resaltamos al comentar aquellos textos inéditos en estas mismas páginas (Ver PF N° 466, 10 de marzo de 2000) y que hoy nos parece pertinente evocar en parte: Dice De Rokha: “la imaginación creadora no va de lo subjetivo a lo objetivo (idealismo) sino de lo objetivo a lo subjetivo (materialismo), y retorna a lo objetivo, como una realidad nueva, estremecida de autonomía”. La segunda definición se refiere a que “se escribe desde adentro del pueblo, como pueblo...,” (...) “el arte por el arte es una mistificación turbia del idealismo estético...”. Estos argumentos son básicos en el desarrollo de la poética de Pablo de Rokha, pues jamás transó estos valores.
De Rokha toma como base de su argumento el desarrollo de la leyenda, a la que define como “la intuición poética de los pueblos”, que es la que crea la leyenda, es decir, la “interpretación artística de la realidad” a fin de reemplazar la “interpretación científica de la realidad”, ya que se la impide (al pueblo) la clase explotadora. Es en el fondo la manera de superar la enajenación por parte del pueblo, sublimando la realidad, no evadiéndola. En palabras de De Rokha “la re-crea, la supera con ella adentro”, engendrando lo “mítico-legendario”. También explica que: “todo lo artístico es político, pero los grandes artistas son líderes artísticos, no líderes políticos; precisamente porque todo lo artístico es político, pero es político porque es artístico, no es artístico porque es político”.

RECEPCIÓN DE SU OBRA

Un asunto que influyó en la poca difusión de sus libros, desde la publicación de Los gemidos, fue la mala crítica que recibió su trabajo poético, que a la vista de los hechos estuvo saturada de juicios arbitrarios, antojadizos y prejuiciosos. Sus principales críticos fueron columnistas representantes del “canon literario” de su época, atrincherados en diarios conservadores de distribución nacional. Por lo tanto, su crítica social, honesta y frontal, no era aceptada, y menos si se atrevía a expresarla a través de la poesía, agregando además un fuerte componente ideológico marxista. Esa fue una cuestión central para vilipendiarlo. Por otro lado, no se comprendió la forma de su poesía, su estilo desigual a todo lo conocido, que si bien podía no ser compartido por críticos y académicos, evidencia el talento del poeta.
Lo político y épico jamás privó de magníficas imágenes y metáforas líricas a la poesía de Pablo de Rokha. Hoy la voz del poeta pareciera retornar con más fuerza y autenticidad que nunca, venciendo el paso del tiempo. Y a pesar de lo dificultoso que pudiera parecer su torrente lingüístico y epopéyico, la belleza de sus paisajes, caracterizaciones humanas y reflexiones desde lo filosófico-popular, está cerca de las nuevas generaciones de lectores como un “poeta-guerrillero” que logró complementar la belleza del lenguaje con la majestad de la consecuencia política y social.


Publicado en revista Punto Final Nº 801, abril 04/2014

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miércoles, 9 de abril de 2014

V CONGRESO INTERNACIONAL CELEHIS DE LITERATURA, MAR DEL PLATA, ARGENTINA, NOVIEMBRE DE 2014







(Literatura argentina, española y latinoamericana)
Mar del Plata, 10, 11 y 12 de noviembre  de 2014


Autoridades del CELEHIS
Directora: Dra. Aymará de Llano
Vicedirectora: Dra. Gabriela Tineo
Secretario: Dr. Francisco Aiello

Comité Académico: Dra. Elisa Calabrese, Dra. María Coira, Dra. Marta Ferrari, Dra. Mónica Marinone,  Dra. Laura Scarano, Dra. Mónica Scarano, Dra. Mónica Bueno, Dra. Adriana Bocchino, Prof. Marta Villarino, Mg. Graciela Barbería

Comité Ejecutivo: Dra. Ana María Porrúa, Dra. Mariela Blanco, Dr. Fabián Iriarte, Dra. Liliana Swiderski

Tesorera: Dra. Mónica Marinone

Secretarias: Prof. Milena Bracciale y Prof. Ma. Eugenia Fernández

Colaboradores: Belén Amato, Clara Avilés, Candelaria Barbeira, Mariana Barbero, María Carolina Bergese, Monserrat Brizuela, Víctor Conenna, Alejandro Del Vecchio, Julián Fiscina, Virginia Forace, Verónica Leuci, María Clara Lucifora, Hernán Morales, Mayra Ortiz Rodríguez, Ma. Pía Pasetti, Martín Pérez Calarco, MarinelaPionetti, Ángel Portos, Esteban Prado, Sabrina Riva, Julio Juan Ruiz.

1.      ÁREAS CULTURALES: Se recibirán trabajos críticos sobre las tres grandes áreas geoculturales de las literaturas hispánicas, en sus diferentes géneros: literatura argentina, española y latinoamericana.

2.      PARTICIPANTES: Podrán participar docentes, graduados y estudiantes en calidad de:
expositores o asistentes (no presentan trabajos)
Los trabajos presentados por los estudiantes deben contar con el aval de un profesor de la especialidad de la Universidad de origen. Se enviará el resumen y el aval adjunto en el mismo mail a la dirección del Congreso.

3.      INSCRIPCIÓN AL CONGRESO: En la próxima circular se indicarán las formas de pago.

ARANCELES
Hasta el 20 de agosto:
Expositores nacionales: $ 300

Hasta el 20 de octubre:
Expositores nacionales: $ 400

Durante el Congreso
Expositores nacionales: $ 500

Expositores del exterior: U$S 100 (se efectivizará el pago durante el Congreso)

Asistentes: $ 200

4.      Sedes del congreso:
-          Aula Magna de la  Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata, 25 de mayo 2855
-          Hotel 13 de Julio, calle 9 de julio 2777
-          Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Hipólito Yrigoyen 1549

5.      RECEPCIÓN DE RESÚMENES: Los expositores deberán enviar, por correo electrónico exclusivamente, la FICHA DE INSCRIPCIÓN PERSONAL y el RESUMEN  del trabajo, antes del 20 de agosto como plazo final, a la dirección electrónica del congreso: celehis2014@gmail.com  dirigiéndose a las secretarias del congreso, Prof. Milena Bracciale y Prof. María Eugenia Fernández. El resumen será de hasta 200 palabras, a doble espacio, encabezado por el título seguido del nombre y apellido del autor y lugar de trabajo.

6.      NORMAS DE ESTILO PARA PONENCIAS: Los trabajos deberán adaptarse a las siguientes normas sin excepciones para participar de las Actas. Se entregarán en Cd y en papel al coordinador de la mesa después de haber sido leídos.

Extensión: 8 páginas además podrán incluir notas y bibliografía, A 4, Times New Roman 12, interlineado doble, márgenes
Titulo y subtítulo: Times New Roman 12, en negrita, sin cursiva
Nombre del autor: Times New Roman 12 (sin cursiva y sin negrita), debajo del título, a La derecha, citando pertenencia institucional  y sin especificación de título profesional. Quienes Sean miembros del Centro de Letras Hispanoamericanas deben añadir a La institución de pertenencia la sigla “CELEHIS”.

En caso de no haber entregado La ponencia luego de haber sido leída, enviarla por e-mail dirigido a la Secretaría Del Congreso, en archivo adjunto (procesador Word), com apellido y nombre; indicar en el Asunto “Envío de ponencia”.

7.      Se puede consultar nuestra información en:


Facebook: Celehis, Unmdp


HOMENAJE A JOSÉ RICARDO MORALES EN EL TEATRO "MARÍA GUERRERO" DE MADRID, ESPAÑA, ESTE ABRIL DE 2014




El Centro Dramático Nacional dedica un ciclo al dramaturgoJosé Ricardo Morales (Málaga, 1915) programando cuatro de sus obras. Las dos primeras, 'La corrupción al alcance de todos' y 'Las horas contadas', llegan ahora, bajo la dirección de Víctor Velasco, al Teatro María Guerrero (Madrid).
José Ricardo Morales es un destacado dramaturgo que se vio obligado a abandonar nuestro país en 1939, al término de la Guerra Civil, y se instaló en Chile, donde ha escrito y publicado la mayor parte de su amplísima producción.
Tres directores (Salva Bolta, Aitana Galán y Víctor Velasco) han liderado este proyecto surgido en el Laboratorio Rivas Cherif que el CDN ha creado para la exploración teatral de textos que, como es el caso de los que aquí se presentan, plantean notables desafíos escénicos e interpretativos.
Un elenco de actores comprometidos con estas premisas lleva al escenario de la Sala de la Princesa cuatro títulos muy representativos de las distintas etapas de su teatro.
La corrupción al alcance de todos (1995), que cuenta en su reparto con Felipe Andrés, Victoria Dal Vera y Rodrigo Sáenz de Heredia, corresponde a la producción más satírica y divertida de Morales, mientras que Las horas contadas (1967) es un monólogo corto (género muy frecuentado por el autor) interpretado por Lola Manzano que completa perfectamente la visión panorámica del autor que este ciclo quiere transmitir.

  • 8 de abril: Encuentro con el público al finalizar la función.

APARECE EL LIBRO "REINOS" DE ROMINA REYES