LUJO FELINO CONTRA UN
CIRCO DE RATAS
( Diatriba de Arturo
Lorca)
Gata
bajo la lluvia
decirte
quisiera muchas cosas de amores y de porcelana,
mas
debo antes batirme a duelo con los fragmentos oxidados de mi corazón
Que
Luis XIV de la primera estocada,
porque Jesús nunca debió hablar
el
lenguaje de los pobres
Es
segunda estocada afirmar desde mi alcoba italiana
que
reniego de haber sido marginal, de ser un efectivo soldado raso
de
las tropas contrarias los Duques del Alba,
pues
ni fui ni seré Prisionero,
sino
Condenado a habitar en la Constelación del Rey.
Y
ahora con la daga entre los dientes de mi tigre blanco
exijo
que no me incluyan en ningún baile de los sobrantes
ni
en un nuevo estilo de danza villana
Porque
yo fui buen soldado en el circo de las ratas,
cuidaba
su mundo cantando
mientras
cortaba las entradas,
y
ayudaba en los números urgente:
Disfrace
quiltros de leones,
fui
trapecista , fui la orquesta,
y
hasta de nombre fui Corales
puesto
que en la noche me encadenaban
a
un enorme hueso de jamelgo,
Y
ASÍ DE TANTOS TURBIOS EN TURBIOS
ME
CRECIÓ EL CABELLO, LA RABIA Y EL TALENTO
Porque
yo fui un gran teatro:
con
mi piel se vistieron
con
mi azulada sangre se emborracharon
con
mi abandonada pluma firmaron sobre
papeles de lepra
oh,
Luis XIV, oh Carlos V,
que si ya la pobreza es mala,
peor
lo es adornada.
Entonces
cierra, Gata, tu paraguas de seda
ven
conmigo a mi alcoba
que
antes de amarnos, miraremos
los sacros, altos y dorados capiteles
que
nunca verán los que incitaron
a
la serpiente y se comieron los restos de la funesta manzana.
Toma
mi mano: cinco torres de prosapia
Y escucha que canto los cantos que quiero,
sin
menores malquerencias,
salvo
este canto-daga con instrumentos de
viento estival
Felino
real soy: ratas no cazaré,
por
mí ¡Qué vivan!
que
vivan en su nido de larvas
amancebados
procreando prisioneros con clandestinas emociones,
que
vivan comprando la modernidad que les vendemos agusanada,
que
parasiten por los siglos de los siglos en la mierda de la mierda,
pues
como decimos los gatos cuando enterramos nuestras excrecencias
y
cuando la final estocada damos a las hembras deleitosas :
LOS
POBRES SE MERECEN SU POBREZA
PORQUE
DIOS ASÍ LO QUISO,
Y
DIOS TAMBIÉN ES HOMBRE
ARISTÓCRATA,
ALTANERO.
CLASISTA
Y CASTIGADOR.
LA
SENTENCIA DEL PERRO EN SU CIRCO ROMANO
(Contra
Arturo Lorca y los rufianes de su calaña)
Ayer
murió Carlos Alberto Cox
Ayer
abdicó el rey con una naranja en las manos
Ayer
sus huestes rompieron contra las piedras sus espadas
Ayer
cayeron muros y puentes levadizos
Ayer
se derrumbaron tantas fortalezas
Ayer
no hubo traslación ni rotación
Ayer
se acabó la centuria
Ayer
se desgarró esta esfera y las demás
Ayer
se disolvieron todas las galaxias conocidas
Sin
embargo, estoy vivo y sentado sobre una roca
mientras
las olas me devuelven todos los cadáveres
que
durante cuarenta y cinco años
los
nobles fueron encerrando en mis jaulas.
Cuarenta
y cinco años fabricando jaulas
que
no sirvieron más que para probar
el
eterno derramamiento de la materia entre los barrotes.
Cuantas
jaulas hice en Roma
tan
imponentes, tan agudas,
y
cuando encerré tortugas y caníbales
en
la más magna de mis obras
me
enviaron por mar en un saco
al
último virreinato de España
a
seguir haciendo jaulas,
jaulas
ya no de oro ni de plata,
sino
de coronas espinas,
jaulas
encargadas
y
aún así me hice insigne y solicitado
a
punta de heridas sin descanso.
Sin
embargo, ayer descubrí el doble filo de todos los límites
Y
derretí todo el metal utilizado,
dejando
a los esclavos libres
y
a los libres, esclavos,
y
les dije a mis discípulos:
“Mirad
que el oro tiene color mierda,
Y
nunca lloren sobre la plata derramada”,
Y
me fui a pelear desnudo junto con los siervos
y
esta vez ganamos,
pero
no hay nada que celebrar
pues
antes de que cante el gallo
y
se despierten las eras nuevas,
los
siervos se vestirán de perlas
y
los esclavos seguirán de esclavos
en
otras jaulas que otros harán,
en
especial, el hábil Arturo Lorca
qué
nació sin estrella ni luna llena
y
morirá cuando el Sol le dé la espalda
No
vengas, Arturo, a hacerte el felino
pues
naciste perro y te amamantó una rata,
y
tu dios es menos que un leproso de templo
y
tu música no es vanidosa, sino vana,
y
que tu senda de odio te dejará
un
enorme trono en el reino de la nada.
TODOS
ME TRAICIONARON ,EN ESPECIAL, YO MISMO.
Mas
a los 45 años y un día, yo, Ruggero Deodato,
hoy
primero de noviembre de 1989, aprendí
que los Duques del Alba
no han tenido más
substancia que la que he tenido yo,
Y que por más fuerte y dura que sea una jaula,
al
final todo se derrite
y
se vuelve líquido seminal del misterio
que
sólo hemos de conocer quienes
aunque todo perdimos
nos
levantamos para seguir muriendo por algo.
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