Buscar este blog

"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

martes, 5 de febrero de 2019

DOS TEXTOS DEL POETA DANÉS NIELS HAV


Las mujeres de Copenhague

Me he vuelto a enamorar de cinco mujeres
en el autobús de la ruta 40.
¿Cómo va uno a controlar su vida en esas condiciones?
Una de ellas llevaba un abrigo de piel; otra, botas rojas.
Una leía el periódico; la otra, a Heidegger
y las calles estaban inundadas de lluvia.
En el bulevar Amager subió una princesa empapada,
eufórica y furiosa, y me cautivó totalmente.
Pero se bajó frente a la estación de policía
y su lugar lo tomaron dos reinas con pañoletas fulgurantes 
que hablaban con voces estridentes en pakistaní 
durante el trayecto al Hospital Municipal 
mientras el autobús bullía de poesía. Eran hermanas 
e igualmente bellas, por lo que les entregué mi corazón 
a las dos y empecé a hacer planes de una nueva vida
en una aldea cerca de Rawalpindi, donde los niños crecen 
en medio del olor a hibisco mientras sus madres cantan 
canciones desgarradoras cuando la tarde cae 
sobre las llanuras pakistaníes.

¡Pero ellas no me vieron!
Y la que llevaba el abrigo de piel lloraba con disimulo, 
cubriéndose con el guante, cuando se bajó en Farimagsgade.
La que leía a Heidegger cerró el libro de súbito y me miró
fijamente con sonrisa burlona, como si acabase de vislumbrar
a un Don Nadie en su mismísima insignificancia. 
Así se me partió el corazón por quinta vez cuando se levantó 
y se fue con las otras. - ¡Qué brutal es la vida!
Seguí otras dos paradas antes de darme por vencido.
Siempre termina así: Uno, de pie en la acera, 
fumando un cigarrillo, tenso 
y levemente desdichado.

© Niels Hav
Traducido al español por Orlando Alomá.


En defensa de los poetas

¿Qué hacer con los poetas?
La vida los maltrata
se ven tan lastimeros vestidos de negro
con la piel azulosa de sus borrascas interiores.

La poesía es una horrible enfermedad
los infectados deambulan quejándose
sus gritos contaminan la atmósfera como escapes 
de estaciones atómicas de la mente. Es algo tan sicótico.
La poesía es un tirano
desvela por las noche y deshace matrimonios
arrastra a la gente en mitad del invierno a desoladas cabañas
donde permanecen ateridos, con sus orejeras y gruesas bufandas.
¡Imagínense qué tortura!

La poesía es una plaga
peor que la gonorrea, una abonimación terrible.
Pero consideren a los poetas, no es fácil para ellos.
Trátenlos con paciencia.
Son histéricos como si estuvieran embarazados de gemelos
crujen los dientes cuando duermen, comen tierra 
y hierba. Se pasan horas en medio del viento ululante
atormentados por asombrosas metáforas.
Todos los días son sagrados para ellos.

Oh, por favor, apiádense de los poetas
son sordos y ciegos
ayúdenlos a cruzar las calles por donde van dando tumbos
con su invisible impedimento:
recordando toda suerte de cosas. De vez en cuando
uno se detiene a escuchar una sirena distante.
Sean considerados con ellos.

Los poetas son como niños locos
expulsados de su casa por toda la familia.
Rueguen por ellos;
han nacido tristes 
-sus madres lloraron por ellos
acudieron a médicos y abogados- hasta 
tuvieron que darse por vencidas
por temor a perder la cabeza.
¡Oh, lloren por los poetas!

No tienen salvación.
Infectados de poesía como leprosos secretos
están presos en su mundo fantasioso.
Un asqueroso barrió lleno de demonios
y fantasmas vengativos

Cuando un claro día de verano, de sol radiante,
vean a un pobre poeta
salir tambaleante de su edificio
pálido, como un cadáver
y desfigurado por las especulaciones
¡Acérquense a auxiliarlo!

Amárrenle los cordones de los zapatos
llévenlo hasta el parque
y ayúdenlo a sentarse en un banco al sol.
Cántenle un poquito
cómprenle un helado y háganle un cuento
para que no se sienta tan triste.
¡Está completamente arruinado por la poesía!

© Niels Hav - Traducción de Orlando Alomá



No hay comentarios.: