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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

lunes, 20 de noviembre de 2006

EL DEBER SER O NO SER




Quiero saber yo: ¿hasta cuando la porquería entre los buenos y los malos? ¿Hasta dónde los críticos amigos se dejan llevar por la temperatura de una poesía que nunca pudieron escribir y de la cual usufructúan? ¿Van a pelear todos con todos?: perfecto. Pero que haya razón y emoción. No esa pobre descalificación entre “soy del 1989”, “del 2034”, “del 1842”…. Basta ya. Por favor.
¿Hay algún poeta que de verdad pueda ser honesto y que pueda reconocer los méritos de otro? Decir: “soy menor” o, mejor, “ese poema es bueno”… “ese poema podría haberlo escrito yo”. Sinceramente, ¿sin poses ni ojos entornados?
El otro día escuché una lectura de Teresa Calderón y hubo un poema inédito que, de verdad, pudo llegar al público y a mi mucho más que las altisonantes frases de cualquiera de nosotros: parafraseo solamente: “Soy el mejor poeta”, “merezco los premios y todo el reconocimiento”.

BASTA YA POR FAVOR.

Teresa, tienes razón.

Mejor morir que escribir en Chile, Larra dixit.

5 comentarios:

i dijo...

Profesor:

No hay novedad en el asunto, ningunear es la especialidad literaria por excelencia. Qué lata que no se hagan más comentarios en este blog, que por cierto me gusta porque se actualiza a la velocidad que requiero.
Yo tengo mi opinión sobre los poetas y puede ser rastreada en la red pero, para qué abundar sobre lo mismo, mejor seguir escribiendo,
saludos respetuosos.
PD: (todavía no puedo tutearlo aunque, ya se que nos separa una "estrecha brecha" cronológica.

Anónimo dijo...

cuesta hablar con personas sin identidad y/o que no responden,,,

i dijo...

imagino que no lo dices por mi. No hemos sido presentadas.

Juan Manuel Silva Barandica dijo...

Estimado Don Andrés:

Bien dice en su último mensaje. Creo que es imposible desligar o separar a los gemelos de la poesía, a saber, el ego y el mal gusto. Además, estimo que hoy por hoy no existe autoridad moral ni estética para cuestionar cosa alguna, asunto que deviene en una mediocridad a la que sólo el éxito aparente simula acallar.

Sursum Corda estimado profesor!

Anónimo dijo...

no...no importa...