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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

lunes, 27 de noviembre de 2006

El Mensajero, poema de Camilo Retamales





I

Perdido fui de los hombres en otro tiempo
no puedo asegurar cuánto, quizás horas, lustros
o tal vez fueran siglos de luz errando esos espacios
De todos fui olvidado
y mis campos, mi cara de cielo fresco y mis mareos
no fueron sino los vastos páramos
en donde los hombres iban a enterrar sus difuntos

Nada de mi quedó en esas borrascas
aunque no quiero sobredimensionar mis pesares:
la incorporeidad desperezó mis miembros
y levó las áncoras que me estacaban como llagas de esos paisajes
Fue una liberación auténtica...
como estar en un bosque en una noche cerrada

Mas no tardaron en venir los nuevos cantos
y con ellos las reminiscencias y las aspiraciones
que yo creía había olvidado
se espejearon con una intemperancia de alambres
como claros de una promesa abrupta


II

Entonces despuntó la ceremonia de mi descenso
cuando dejara para siempre esos páramos
y entre los “buena suertes” y “te deseo los mejores”
pronunciados en todos los idiomas
yo fui anudando el mío propio
que fue como si un armazón caliente me ajara
el paso de las hojas o del tiempo

Pesadamente se anquilosaron mis contornos
y recogieron mis alas su cielo azul y su oleaje
como en un corte umbilical mané de los ojos de los hombres
ensayando lo que parecían: mis primeros pruritos de habla
Para que ellos supieran que era yo el que volvía
auscultándoles un nuevo canto en esos corazones
Los dorsos del rompimiento que fuimos

1 comentario:

Leonardo Murillo dijo...

es un orgullo que un poema de un amigo mío aparezca en el blog del estimado profesor y poeta Andrés Morales