Buscar este blog

"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

viernes, 16 de febrero de 2007

VISITA A LA CASA DE JORGE AMADO EN SALVADOR BAHÍA, BRASIL

Jorge Amado.

Pablo Neruda y Jorge Amado en Salvador Bahía.


Ante el busto de Jorge Amado en la Fundación homónima, febrero del 2006.

Casa de Jorge Amado, Barrio de Pelourinho, Salvador Bahía, Brasil


Hace unos días, en las alocadas jornadas de preparación del mejor carnaval del mundo, no el de Río de Janeiro ni el de Venecia, aquel de Salvador de Bahía, crucé mis pasos por las extraordinarias calles del barrio de Pelourinho, tal vez uno de los más bellos de América del Sur, no sólo por su arquitectura, sino por la vitalidad de sus calles, por su humanidad, sus olores, sus gritos, su increíble soberbia de saberse bello, siempre pobre, pero siempre bello...

De allí, a dos casas o tres, entre sus 365 iglesias -según reza el dicho bahiano- apareció la "Fundación de Jorge Amado", hermosa casa de ese narrador y ese vividor o calígrafo, del político y del esteta: Vadinho y, al mismo tiempo tímido farmacéutico en un solo cuerpo... Una doña (o Don) Flor masculino en el cual Orfeo y Dionisio pugnaban permanente.

Basta ya del mito... Amado es un gran escritor. Su humor, su fantasía son el complemento perfecto a esos versos extraordinarios del otro gran poeta brasileño Carlos Drummond de Andrade:


O que se desatou num só momento



nâo cabe no infinito, e é fuga e vento.





("Instante")