Mauricio Barrientos
(1960 - 2011)
qué gran pena, qué desolación
querido Mauricio
qué mala noticia nos has dado
habías salido de tantas
que llegué a creer que serías eterno
qué equivocación!
- raúl zurita -
querido Mauricio
qué mala noticia nos has dado
habías salido de tantas
que llegué a creer que serías eterno
qué equivocación!
- raúl zurita -
* * *
Veníamos trabajando desde el año pasado. Mauricio aprobó hace diez días el texto final para la reedición de el hombre invertido y la cotización de la imprenta, curiosamente, llegó ayer por la tarde. Todo tiene un tiempo y un espacio decía mi viejo.
El lanzamiento será su homenaje póstumo: hoy otra estrella nos acompaña en el firmamento.
El lanzamiento será su homenaje póstumo: hoy otra estrella nos acompaña en el firmamento.
- guillermo garcía -
* * *
Parece que nunca te iba a dejar de ver Barrientos
en cualquier parte
de sombrero/ arremangado ebrio riendo
años de años cuando regalaste billetes de diez mil en el topless Minotauro
te veo a lo lejos con el Mario Artigas con Contreras malo
arreglando la tierra donde César Soto
¡Por qué te fuiste a morir Barrientos por la chucha¡
en cualquier parte
de sombrero/ arremangado ebrio riendo
años de años cuando regalaste billetes de diez mil en el topless Minotauro
te veo a lo lejos con el Mario Artigas con Contreras malo
arreglando la tierra donde César Soto
¡Por qué te fuiste a morir Barrientos por la chucha¡
- pepe cuevas -
* * *
Barrientos
Se nos encorvaba por fuera
para aparecer más viejo,
pero en sus adentros era un laberinto
con el Minotauro incluido.
Teseo lo mató esta mañana después de un largo
brindis...
- sergio badilla -
para aparecer más viejo,
pero en sus adentros era un laberinto
con el Minotauro incluido.
Teseo lo mató esta mañana después de un largo
brindis...
- sergio badilla -
* * *
Hoy en la mañana falleció en Osorno, Chile, el poeta Mauricio Barrientos. Tal vez los versos que escribió Juan Gelman con motivo de la muerte del escritor argentino Osvaldo Soriano, retraten de manera más lúcida y precisa este hecho lamentable: YA NO HABRÁ DE IMPORTARLE EL DÍA, AHORA TIENE TODA LA NOCHE PARA SEGUIR ESCRIBIÉNDONOS...
- mario meléndez -
* * *
Hoy llegarías a donde la Gabrielita; que tomara el tren temprano me dijiste el Sábado, porque me tenías una buena botella de Sidra para mi: "anda temprano a rescatar la botella, la prefieres fuerte o suave -fuerte, le dije -como esas que se toman en Argentina o en Francia", me dijiste. Luego me preguntaste por mis perros como siempre y comentaste el carácter de cada uno: ¿como está Zaquito Cabezón, se come la comida de Caballísimo?...-parecías recuperado Barri; nunca te moriste cuando se esperaba que te murieras y no te fui a ver a la sucesión de Hospitales por los que un poeta pobre como tu pasa, antes de morir, y cuando sí me dirigí a verte al Hospital de Peñablanca, el más cercano para mí, lamenté que te dieran tan luego de alta. Ahora si, no se encenderá tu nombre nunca más en la pantalla del celular, un gran abrazo Barri, que los poetas se despidan de uno de los suyos con poesía. Yo caminaré de vuelta a mi casa desde el paseo Latorre de Villa Alemana donde ahora escribo; caminaré 2 estaciones junto a la vía férrea y pasaré por ese hospital que siempre veo desde el tren, para seguír recordándote, hoy, el día en que has muerto, el día en que me regalarías esa botella de Sidra que quizá te tomaste y con la que me tenías engañado y que quizá te causó otra hemorragia más, la última. Fuiste duro de matar Barri, un último abrazo, buen amigo.
-estanislao león lira -
* * *
¿Por qué será que cuando un grande muere, poco tiempo después le sigue otro? ¿será que no quieren que el compañero se quede solo disfrutando de los placeres del paraíso? ¿será un extraño pacto de las musas?
Los dioses le acojan, los suyos, los vuestros o el mio, lo acunen y le entreguen la dicha de ser estrella encendida en la memoria colectiva. La eternidad para repartir las letras entre los ángeles, la vida que nos resta para disfrutar de su legado
Desde Iquique
Los dioses le acojan, los suyos, los vuestros o el mio, lo acunen y le entreguen la dicha de ser estrella encendida en la memoria colectiva. La eternidad para repartir las letras entre los ángeles, la vida que nos resta para disfrutar de su legado
Desde Iquique
- carolina gonzález velázquez -
* * *
Hoy sepultan a mi hermano Mauricio Barrientos. No podré acompañarlo por no estar en Chile.
Dìganle que lo quiero.
Dìganle que lo quiero.
- juan cameron -
* * *
Dolor por los amigos
Querido amigo, el viento del sur
me ha traído la musiquilla de unos
golpes tremendo, justamente
al día siguiente de haber perdido a Martita;
ya me estoy imaginando todo aquel embrollo
de la sorpresa, del silencio de la noche
y de todas esas vainas
que en esencia son como si alguien sin aviso
te soplara en los ojos;
te contaré abriendo despiadadamente mi corazón:
cuando Martita se nos iba para siempre,
los amigos viejos como yo
tuvimos un susto tremendo
y de la prisa que había de saber
la irremediable noticia, uno por uno
de estos amigos viejos
se lanzaba por las ventanas
más altas que había en el cielo;
ya sabes lo que pasó: sus cuerpos
se hicieron chicha en el pavimento,
cada uno de mis amigos
era una sandía abierta en dos,
y esta acción de dar muerte a la muerte,
que es muy mal ejemplo para los niños,
la copié al pie de la letra:
de la terraza del edificio más alto que había
me lancé al vacío; destrozado
todavía en el pavimento, con todos mis huesos rotos,
vinieron a darme el aviso
que mi amigo Mauricio Barrientos había muerto;
llorando todavía a Martita, una muerte
con otra muerte, destrozado como estoy,
todavía no puedo levantarme del suelo.
- eduardo embry morales -
Londres 9 de junio de 2011
Querido amigo, el viento del sur
me ha traído la musiquilla de unos
golpes tremendo, justamente
al día siguiente de haber perdido a Martita;
ya me estoy imaginando todo aquel embrollo
de la sorpresa, del silencio de la noche
y de todas esas vainas
que en esencia son como si alguien sin aviso
te soplara en los ojos;
te contaré abriendo despiadadamente mi corazón:
cuando Martita se nos iba para siempre,
los amigos viejos como yo
tuvimos un susto tremendo
y de la prisa que había de saber
la irremediable noticia, uno por uno
de estos amigos viejos
se lanzaba por las ventanas
más altas que había en el cielo;
ya sabes lo que pasó: sus cuerpos
se hicieron chicha en el pavimento,
cada uno de mis amigos
era una sandía abierta en dos,
y esta acción de dar muerte a la muerte,
que es muy mal ejemplo para los niños,
la copié al pie de la letra:
de la terraza del edificio más alto que había
me lancé al vacío; destrozado
todavía en el pavimento, con todos mis huesos rotos,
vinieron a darme el aviso
que mi amigo Mauricio Barrientos había muerto;
llorando todavía a Martita, una muerte
con otra muerte, destrozado como estoy,
todavía no puedo levantarme del suelo.
- eduardo embry morales -
Londres 9 de junio de 2011
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