MANHATTAN (1979)
Dirigida por Woody Allen
Hay dos películas que pavimentaron la fama de Woody Allen como cineasta talentoso: Annie Hall (1977) y Manhattan (1979).
Annie Hall arrasó en los Oscar de 1977: mejor película, director y guion original, además de galardonar a Diane Keaton (Annie) como mejor actriz. Esta película sorprendió a la crítica de la época con una propuesta vanguardista en la edición (planos compartidos, incorporación de dibujos animados en las escenas), a la vez que el protagonista (Alvy Singer) se dirige continuamente al espectador lo mismo que otros personajes. Hay aspectos sorprendentes: interacción entre Alvy y la madrastra de Blancanieves; la separación de espíritu y cuerpo de Annie mientras la pareja hace el amor; Alvy adulto sentado en un pupitre de escuela en un flashback sobre su infancia...
Tanto Annie Hall, como Manhattan (dos años después), dan cuenta de una intelectualidad snob: crítica a la sociedad neoyorquina de los años 70 que resulta anticuada de cara al siglo XXI. A pesar de ello, ambas cintas mantienen la vigencia a partir de su visión de la vida en pareja (Annie Hall) y a la escasa profundidad de la mayoría de las relaciones (Manhattan).
Annie Hall fue en su momento una película fresca para un público habituado a comedias románticas simplonas, he ahí su gran mérito, sin embargo, en Manhattan asoma el gran Woody Allen que nos seguirá sorprendiendo hasta la fecha. Manhattan es una película que borda con estilo su punto de vista, utilizando la ciudad de Nueva York como telón de fondo. Su fluidez narrativa es encomiable, una película redonda de principio a fin, en tanto Annie Hall representa el primer peldaño de transición desde sus primeras comedias de gags hacia un cine más adulto y universal.
En Manhattan hay que poner atención a los diálogos a bordo de un taxi, donde los personajes intiman con el paisaje de la ciudad. Manhattan armonizando la vida de esos snobs irremediables, pero que universaliza la desesperación del ser humano por vivir siempre un paso más adelante, siempre comparando con el pasado y nunca terminando de estar cómodos. La escena final empequeñece aún más al protagonista (Isaac), incapaz de esperar seis meses a una mujer que supuestamente ama, considerando un tremendo sacrificio haber corrido unas cuantas cuadras y tirando por el escusado esos relamidos encuentros finales de las comedias románticas en que alguien tiene que decir alguna frase ingeniosa.
Pese a que Manhattan es un importante paso evolutivo en la filmografía de Woody Allen, de todas formas hay que destacar el fabuloso final de Annie Hall:
«Recordé aquel viejo chiste del tipo que va al psiquiatra…»
-Doctor, mi hermano está loco. Cree que es una gallina.
-Métalo en un manicomio.
-Lo haría... pero necesito los huevos.
«Eso pienso de las relaciones humanas… son totalmente irracionales y locas, y absurdas, pero supongo que continuamos manteniéndolas porque la mayoría necesitamos los huevos».
(Manhattan -2da opción- idioma original con subtítulos en castellano)
(Annie Hall - escena final con subtítulos en español)
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