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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

sábado, 25 de febrero de 2023

SE PUBLICA EL LIBRO DE ÓSCAR ORTÍZ VÁSQUEZ "CLIMA Y FAUNA DE CHILE (1973 - 1975) POR NIBALDO MOSCIATTI O.



 Trotamundos y errante, a Oscar Ortiz le pueden calzar muchos adjetivos –también historias y leyendas–, pero hay una cosa que es indiscutible: fue el testigo más cercano de las aventuras y desventuras de los últimos largos 20 años de vida de Clotario Blest, el histórico líder sindical fundador de la ANEF y la CUT.

Ortiz fue, así, el colaborador y confidente de ese Blest que, dejado de lado –vilipendiado y humillado– por un mundo sindical que había sido capturado por los partidos políticos, perseveró en lo que para él era una misión.

Este libro narra las peripecias del viejo líder sindical durante los primeros dos años tras el Golpe de Estado de 1973. Había sido denostado por el gobierno de la Unidad Popular –en una de sus tantas muestras de su intolerancia– pero, sin dudar, fue el primero en acudir en socorro de los perseguidos.

Si el golpe fue la culminación de un proceso de desgarro que fue alimentándose de sectarismo, violencia, desprecio por el diálogo y descalificación del adversario, la intervención brutal de los militares también constituyó una prueba para los chilenos.

Este libro narra cómo el viejo líder sindical estuvo más que a la altura: fue el primero en constituir una organización para preocuparse de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos. Desde la precariedad total, sin apoyo institucional o político alguno, sin redes de respaldo, lo hizo casi solo, sólo con la ayuda comprometida de algunos viejos compañeros de la actividad sindical y la de un joven –el mismo Oscar– que fungía de "ayudante".

En momentos como esos se muestra el temple de los hombres. En la casa de Blest se reunía un puñado que dio muestras de la perseverancia que dan las convicciones genuinas. Cada acción que se emprendió para denunciar a la Junta Militar es narrada aquí como lo que fueron, una osadía. 

Pero también se muestra la rigurosidad de Blest como maestro, que educaba a su aprendiz a través del ejemplo y exigiendo un compromiso propio de lo que era: un asceta riguroso e implacable.

Blest era un cristiano genuino, por lo que no dudó el socorrer a esos perseguidos por los militares que, por razones políticas, lo habían maltratado. Blest era, también, un místico. Pero él no aspiraba a altos púlpitos para declamar, sino que –al igual que Gandhi, al que admiraba– se expresaba a través de los actos y el testimonio. Este libro es un compendio de ellos.





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