De una vez por todas este país debe hacerse cargo de su poesía. Hace tiempo que sólo oímos de las maravillas de su narrativa y de unos pocos poetas que ya solo pasan por ser oficiales o porque gustan de la estética del comentador de turno o de la revistilla del periódico que posee el monopolio de la crítica literaria en la nación. Ninguna responsabilidad por parte de aquellos "iluminados críticos" han desviado la atención de los lectores hacia una clase de poesía que poco tiene que ver con la lírica de verdadero valor que se hace en este país... Y no sólo me refiero a mi propia poesía, sino a muchas otras voces, de generaciones anteriores a la mía (generación del ochenta) y posteriores, que deberían ser objeto de una revisión seria por parte de estos medios y sus periodistas o comentadores.
¿Qué pasa con infinidad de libros que salen de las prensas y nadie comenta? ¿Qué pasa con aquellos que no son afines con los criterios de los críticos amigos? ¿Volvermeos a los tristes años de la dictadura donde solo un par de voces, sino una solamente, alababa o hundía las publicaciones de poesía?
La poesía, al fin, pero la buena poesía. Basta ya de este circo de amiguismo, de nombres repetidos y de criterios trasnochados que han alejado a miles de lectores del género más noble de la literatura.
1 comentario:
Hola Andres, pase por tu pagina, no se como di con ella, pero tienes una buena pagina y lei algunos de tus trabajos, un saludo, y parece que yo viajo en una maquina por el universo y di pues con tu pagina con solo apretar un boton, es cosa de lo global-universal, ahora corto la transmision,'
saludos
Javier Campos
Publicar un comentario