Con motivo de la concesión de los Premios Andrés Bello 2015, la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras procedió a la creación de tres nuevos escaños con el fin de incorporar a tres nuevos miembros. Los sillones llevan el nombre de personalidades de las letras en lengua española. La lingüista argentina Mabel Martínez ocupará el sillón “Ana María Barrenechea”, que honra la memoria de escritora, lingüista y crítica literaria argentina que fue profesora en la Universidad de Harvard y la de Buenos Aires, en donde dirigió el Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras, y que formó parte del "Proyecto de estudio coordinado de la lengua de las principales ciudades iberoamericanas y de la Península Ibérica". Por su parte, la doctora Graciela Maturo, catedrática y escritora argentina, ocupará el sillón “Leopoldo Marechal”, que lleva el nombre de quien fue su maestro, narrador, poeta, dramaturgo y ensayista, vinculado inicialmente al vanguardismo, aunque luego se orientó hacia posturas filosóficas neoplatónicas y de carácter nacionalista, autor de Adán Buenosayres, obra que es a la vez alegoría, autobiografía y novela en clave, comparable a Ulises de J. Joyce. Finalmente, el narrador colombiano Eduardo Bechara Navratilova solicitó que el sillón que se creara para su incorporación llevase el nombre de “Andrés Caicedo”, en homenaje al escritor de la ciudad de Cali que se suicidó a los veinticinco años, opuesto a la escuela literaria del realismo mágico, que a pesar de su fama en Colombia es poco conocido en España e Hispanoamérica. Posteriormente la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras creará tres nuevos escaños para la incorporación de Antonio Enrique, José Lupiáñez Barrionuevo y Francisco Serrano Rodríguez, los tres residentes en España.
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