Quiero empezar por el título, EL
PASADO NUNCA TERMINA DE OCURRIR esto
es verídico e insólito, pero me ayudará a sustentar una idea que me parece
esencial, no en todos, pero en algunos relatos: la voz poética, digamos lírica,
que se despliega en fragmentos intensos de este libro, y yo, como poeta, puedo entrever
esa luz intensa pero también inmersa en medio de la niebla que aparece y
desaparece.
Esto no quiere decir que Ricci abandone
la narrativa, se trata de un libro de relatos y bien narrados, algunos que
conducen al lector a un final predecible y otros a lo desconocido. A veces
cortaziano, diría yo.
Lo que nos lleva a plantearnos,
viejo dilema, hasta donde es prosa o es poesía, hasta dónde prosa poética o
poesía en prosa, todo esto, evidentemente, en ciertos textos.
Me parece fundamental que el
narrador de estos relatos posee un ojo cinematográfico de las cosas, la mayoría
de los textos están escritos en primera persona, pero, aun así, logra una
perspectiva un “travelling” de las circunstancias y del tema, no es casual,
entonces, que Aníbal Ricci sea un excelente crítico de cine donde ha colaborado
continuamente en mi página web.
Por último y en pos de la
brevedad, que me parece fundamental en este tipo de eventos (pues hay que
escuchar la voz del autor más que a los presentadores que se deshacen en
panegíricos), quiero señalar algunos de los relatos que más me han impresionado
y que quedarán para la hermosa e infame antología borgeana: “Macondo”,
“Silencio Sagrado”, “Mundo paralelo”, “Juego de seducción” y “Dejá vu”, entre
muchos otros (sería largo enumerar), pero recomiendo al “desocupado lector” que
se sumerja sin cuidado en este volumen por el cual felicito a Aníbal Ricci.
Santiago de Chile, diciembre de 2016
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