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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

sábado, 19 de febrero de 2011

LECTURA EN CASTELLANO Y FRANCÉS DE MI POEMA "ORÁCULO" EN LA CLAUSURA DEL "XXV FESTIVAL INTERNATIONAL DE LA POÉSIE" DE TROIS RIVIÉRES, QUEBEC, CANADÁ EL AÑO 2009


















(Del libro Visión del Oráculo. Red Internacional del Libro – Edicions Café Central. Santiago de Chile – Barcelona, España, 1993)





-No hay azar más claro que el iris de mi ojo,
pregunten a los hijos que van llorando tierra,
deténganse en el mar a respirar su vuelo
si el sol es transparente y gime y no aparece.

La adivina cierra sus ojos y crepitan
los dientes y su lengua, malhumorada, seca.

-La rueda vuelve siempre al centro de su cielo
y todo se detiene y habla y permanece.

-Desnuda en el desván irá tejiendo siempre,
tal vez nunca regrese su amante de la guerra
y bailarán los años y sin reconocer
los trozos de metal, la columnata, el mar.

-Después veo silencio y un grito despiadado.
La sangre descubrió su propio peso hueco.
Más allá un incendio y el caballo cónsul
y mártires que huelen a gloria antojadiza.
...Hay nubes en mis cejas y peces,
hay planetas...
Puedo ver la huella cómo se desfigura y cae.
La luna se avecina, el ángel se avecina.
Dos mil campanas hieren, se clavan en mi oído
y Jericó se rinde y el águila perece
mientras el toro huye detrás de los leones.

Penúltimas noticias, los heraldos corren:
Ha caído Roma, Tenochtitlán el Cuzco.


-Otra vez el llanto recorre mis anillos.

-La policía aguarda detrás de las murallas,
no hay escapatoria, me arrastran con azufre,
me fuerzan, me condenan, me besan en la cara.

-¡Alejen los espejos, aviven ese fuego!

-El hambre me conmueve y siento como vuelan
los cuervos en mi boca, enloquecidos míos.

-¡Por qué jamás anuncio lo que se escribe ayer!

...Hay nubes en mis manos,
recuerdo sólo el mar...
  
                                                                 (A Gonzalo Rojas)






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