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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

martes, 29 de octubre de 2019

CONFERENCIA DEL PERIODISTA Y ESCRITOR FRANCÉS FRÉDERIC MARTEL EN LA UDP, EL 5 DE NOVIEMBRE DE 2019



CHILE: DE LA PESADILLA AL SUEÑO, O UNA “NUEVA PATRIA” POR ANDRÉS MORALES






Chile está herido, lo sabemos: Chile ha sido, casi siempre y, probablemente siempre, la historia triste de una provincia larga, lejana, acongojada, inmensamente sola y dolorosa: desde su nacimiento, huérfano, sin rumbo, con pobreza, pleno de sombras inquietas. Su historia está llena de naufragios, pero, desde luego, llena de sueños y extrañas aventuras -a veces felices y a veces trágicas-, que han hecho de este país un espacio único y extraordinario para los ensayos más increíbles, más decorosamente impronunciables y, fantásticamente, dispares, de la política, de la sociología y de la cultura.
                                          Desde hace una semana han pasado muchas cosas en nuestro hermoso territorio. Alguno dirá que es una “revolución encubierta”, la mayoría describirá el miedo y hasta el pánico del desarraigo y la represión frente a un estado inútil. Otros, los visionarios, entenderán que hoy y ahora es el momento único y casi irrepetible donde podemos invertir y desandar las injusticias y reencauzar las aguas torrentosas de un país desangrado por la inequidad. Hemos vivido una semana de horror y de belleza, de miedos e intuiciones, de dolor y convicciones. ¿Qué le ha pasado a Chile, entonces…, es que Chile ha cambiado? No, su historia desdice cualquier proclama de un país enteramente nuevo, de algo profundamente distinto a lo ya vivido. Los chilenos hemos sido un pueblo que siempre ha reclamado con valor y con profundos deseos de justicia, la verdad y la necesidad del más postergado, los que han vencido las inclemencias de los vaivenes políticos, de aquellos eventos naturales y climáticos y de los experimentos fallidos, de esos, únicos esos, “iluminados” que creen interpretar el espíritu de una época. Entonces, “nada nuevo bajo el sol” diría aquel: los chilenos (un pueblo mestizo, bella y profundamente “quiltro”, indígena y europeo, clasista, chovinista, racista, sexista, patriarcal y permanentemente ansioso por ser lo que no es) han demostrado saber y conocer -casi como un milagro o una epifanía- cómo retomar un camino de verdadera paz y de aquella hoy tan mentada “empatía” con los desarrapados, los pobres y los leprosos al uso.
                                          ¿Pero, es suficiente una marcha de casi un millón y medio de santiaguinos y de centenas de miles de habitantes de las ciudades y de los pueblos de todo un país para demostrar el enojo, la impotencia, el horror del diario acontecer y la esperanza de existir, por fin, al fin, con el “derecho de vivir en paz”? Por un lado, sí: esperamos, si cabe, la voz del mísero poder, del maltrecho poder y del cándido poder que, en su insensibilidad, ha perdido la brújula, el tiempo y la oportunidad de mantener una estructura, que creemos, sólida. Al decir del poeta español Miguel Hernández, “nos queda la esperanza”, aunque, a veces, ésta sea ciega e infantil… Por otro lado, no, no y no: todo es poco para aquellos que no quieren, o aparentan, no escuchar… Hay que refundarlo todo, redistribuirlo todo, quemar hasta los cimientos la concepción de un estado (que se ve fallido desde hace años) impermeable a los cambios e inepto en su respuesta violenta y mal pensada frente a la demanda que se justifica en la clara e inaudita razón de treinta años de neoliberalismo salvaje que nunca ha tenido piedad por nada y por nadie.
                                          Y me vuelvo a preguntar (en este texto que, con todas las licencias que el lector aguante, debe inquirir más que afirmar): ¿qué haremos ahora?, ¿qué debemos hacer?
                                         Hemos vivido una pesadilla terrible (llena de monstruos devoradores de la libertad, del derecho y de la belleza intrínseca y necesaria para la vida). Para comenzar, para iniciar, para recomenzar y de una vez por todas, y gracias a los dioses (o a ese Dios o al destino imponderable) debemos parir y mantener siempre un sueño de posibilidades que han de construir un nuevo mundo, una nueva patria, un espacio humano. Debemos trabajar sin ninguna pausa. Este es el punto crucial: humano y el otro punto inconmensurable y necesario y crucial: sin pausa, para una nueva patria… Basta de sesudos economistas que no abandonan sus puestos de “grandes sacerdotes” y no quieren repartir el mísero patrimonio de la nación subdesarrollada. Basta con los tibios ejercicios de dádivas conocidas y, peor, repetidas. Basta de palabras que no dicen nada y que nos hacen valorar, muchas veces, el gran y necesario silencio.
                                          Decir que el sueño es posible no es creer que toda utopía es viable en un mundo que no nos quiere y que sólo nos considera cuando debemos pagar deudas o entregar nuestros recursos naturales o nuestra dudosa soberanía. La globalización nos ha derrotado. Somos muñecos fáciles e ingenuos ante titiriteros muy hábiles, lo sabemos bien. Esto no es globalización: es una cultura que se impone sobre otra. Y no una cultura buena, no, es una cultura idiota que busca el onanismo de la satisfacción estéril de un sistema envenenado en su individualismo: “y el dinero es Dios” decía Francisco de Quevedo y también el tango, y esa es la gran trampa de un planeta insensible con sus “trabajadores hormigas”, aquellos solitarios y desamparados en la agonía de una individualidad malsana o de una falsa y penosa “familia unida” (metáfora del Mundo feliz de Huxley) que rezuma a gran fracaso…
                                          Entonces, ¿qué hacemos?, ¿dónde queda nuestro querido Chile?
                                          No nos hagamos tantas ilusiones. Chile ha de progresar siempre con un lastre decimonónico y conservador, pero, siempre, ha, y, debe, progresar para un gran bien. Las multitudes, los millones de manifestantes, los jóvenes sin gloria, los anarquistas sin ilustración ni ventura, los viejos que veneran a una juventud sin ninguna palabra de entrañable rigor, si es que en algo sirven, los antiguos, como es natural, han de existir para enseñar a los propios y ajenos, a los chilenos y al mundo, que las cosas nacen, crecen y maduran a pesar de las barreras, los límites y la repugnante indiferencia. No somos solamente el fruto de una “historia biologista” y estéril científicamente: somos un cuerpo real, a veces, muchas veces, sin alma, que quiere caminar por un sendero nuevo que, esperamos, habrá de conducir a la emoción y al conocimiento, al respeto, a la filosofía, a la historia y a la postergada alegría. Y, así, la estética, la belleza fea y la belleza hermosa, la emoción y la conmoción, la reflexión austera, el pensamiento enhiesto y la libertad serena han de dotar al cuerpo y al alma de Chile, con prudencia y sabiduría, de esa necesidad y de ese saber hambriento de los que no conocen, o no saben, o se marchitan pronto.
                                  Así, en este derrotero, unas últimas palabras. Por estas líneas cortas de entendimiento fértil, creemos con soberbia, y, peor, tal vez en serio, que auguramos locos, sin más desfachatez y por siempre ingenuos: “parches ante heridas” y, a veces, frases profundamente fatuas… Calma, paciencia, serenidad.
                                    Pronunciamos, de una vez, sin más pudor, el anatema duro que nadie quiere oír:
                                  Chile ha perdido, desde hace mucho tiempo, su alma clara y bella: por ese monedero sucio y ese egoísmo impío, desgraciado siempre. Tras ese yo desierto, inquieto, estéril, muerto, Chile se ha perdido, pero no creamos, hoy, que está desesperado o irremediablemente seco y en la desgracia yerma o inevitablemente muerto, muerto y enterrado. Ese sueño que aparece, después de aquella inmensa, tortuosa, larga pesadilla infértil: antigua, barroca y tenebrosa, no es el letargo brujo de un encantamiento vacuo. No es la somnolencia fruto de una noche, de borrachera inmóvil en el cruel exceso… Es un “campo de flores” y de espigas que maduran, sin fuerza, quizás y con razón. Que busca amanecerse con niños y con globos, con un poema claro y una canción de guerra. Con la esperanza cierta después de la batalla.


                                  Santiago de Chile, 25-26 de octubre de 2019.- 



CHILE


La envidia se desata en este circo pobre:

El domador aúlla y ruge y estornuda,
la equilibrista sueña con tierra firme siempre
y un payaso ordena el mundo entre sus dedos.

La patria se disfraza, cortés, civilizada
en una bendición de dones ya maduros
que enseñan gravemente la luz opaca y fría
del sol sin su destello, sin su calor sereno.

El circo se disfraza, la patria se desnuda,
la envidia nos despierta, nos mueve, nos consume.

La única verdad es la que nos desmiente:

El circo no termina, la mascarada crece,
el bufo, la corista, el fanfarrón, el santo,

todos en la pista cruel y provinciana.



(A Roberto Díaz Muñoz)



lunes, 28 de octubre de 2019

TRES TEXTOS DEL POETA CHILENO RADICADO EN BARCELONA JOSÉ-CHRISTIAN PÁEZ




Rama de laurel tendida en el desierto

A Barcelona:
a su sombra.

La he visto temblar sobre la pesada luz de la noche.
Como un ladrón de fuego he entrado por sus gemidos.
Oculto entre sus dudas
he reunido mis fuerzas para no perecer aplastado.

Esa ciudad que existió en la abundancia,
esa ciudad que tuvo nombre y que nadie recuerda,
esa ciudad que hizo de la vanidad su mejor puerta,
se erige invisible entre la arena y el viento,
borrada para siempre de la memoria.

Yo la vi. Yo pude entrar por la chispa de su consciencia
y la contemplé sedienta y famélica.
Como una mendiga temblorosa
que se duerme en su propia confusión,
la vi partir.

No ha muerto.
Le fue dada la eternidad como castigo
y cree que su existencia vive encadenada
a esa vanidad que la condena.

Cree que su sordera la sentencia.
Porque no puede oír su nombre, le aterra morir.
Ella no lo sabe: Su nombre es un eco apagado que,
sin la humildad, no puede tañer como campana.

Ella no lo sabe. Está muerta.
Y tiembla sobre sí misma,
débil y extinguida como la brisa
que se diluye en la piel.

La he visto; la he oído (pero ella no lo sabe).
He caminado por sus calles;
he gritado su nombre (pero ella no lo sabe).

Sigue ahogada en su vanidad.
Sigue invisible para sí misma.



Después de todo y antes de ti

A Raquel:
por su morna,
por su coladeira.

Después del infierno, después de la tormenta,
tienes la vida y tienes mi amor.
Tienes el camino que nace de tu alma
y tienes las flores de tus pensamientos.
Tienes el viento y tienes la brisa
(para ti es el oleaje del mar),
tienes la lluvia que recorre tu cuerpo
y la caricia de todo lo que eres.

Entonces, ¿qué importa el infierno o la tormenta?
Si los hilos del río buscan el beso de tu luz
¿qué importa lo que fue y que ya no es?
Sólo estás en ti tú y tu victoria,
tú y el valor de tus anhelos
y todo el bien que desde tu amor mana
y crece hasta tocar las estrellas.

Nada de lo que fue y ya no es, importa,
nada, absolutamente nada, amor,
ahora que estás en el ser que siendo es lo que es
y vuelas ajena a cualquier sombra, más allá de los cielos,
más allá del olvido de cualquier dolor y de cualquier sufrimiento.

Eres un ave tejiendo su propio cielo,
un cielo cincelando su propia imagen,
una rosa aromando el brillo de sus ojos.

Más allá del fin, en ti y más allá de ti,
a lo lejos,
el nebuloso pasado se va diluyendo
del espejo de tu conciencia.

Después del infierno, después de la tormenta:

Sólo quedas tú.



Lectura inmaterial de lo que vemos


A Ti,
a nadie más se le ocurrió
encerrar la consciencia
en una sombra mortal.

A Ti,
a nadie más se le ocurrió
envolver con océano
la luz del aire.

Y dictada toda la memoria
borrar cada uno de los pasos
que se desnudan en la muerte.

Tú cerraste el Olvido
y te quejas cuando te olvidamos.

Tú cerraste el Abismo
que separa lo que fuimos de lo que somos
y te quejas de Tu Soledad.

A Ti,
a nadie más se le ocurrió
sellar la consciencia
con la memoria del presente
y esconder las puertas
que recuerdan el mañana
y el pasado que aún no vivimos.

Hacia la punta de mis dedos
ruge el mar que guarda los secretos.

Más allá de la punta de mis dedos
surge el abismo.

Al interior de esta sangre
que encadena cada uno de mis movimientos
palpita el secreto que encriptaste
con los panales de la duda.

Creer en la Nada es perderse.

Perderse es creer como real
la hoja y el bolígrafo con que escribo.

Perderse es saber que la luz invisible
que surge de cada trazo
es el aliento con el que iniciaste
este infinito de consciencia.


José-Christian Páez (1962), ha publicado cuatro libros de poesía (Boceto por una joven muerte, 1986; Narcisiones, 2000; Amoris, 2000; Desaparecidas muertes para la muerte, 2000), una novela (666 hijos de la ceguera, 1998; segunda edición en España con el título de 666 Los Hijos de la Bestia, 2005); un diccionario (Diccionario biobibliográfico de escritores chilenos jóvenes y autoeditados, 1999) y una autobiografía (Autobiografía, 1999).


Fechas de creación de los poemas

© José-Christian Páez, 2018-2019.

Rama de laurel tendida en el desierto: 15.10.2019.
Después de todo y antes de ti: 25.09.2019.
Lectura inmaterial de lo que vemos: 19.01.2018.

jueves, 24 de octubre de 2019

DEL ARCHIVO LITERARIO, TEATRAL Y PERSONAL DE JOSÉ RICARDO MORALES




ARTURO SORIA, JOSÉ RICARDO MORALES Y EL GRAN POETA LEÓN FELIPE



MARGARITA XIRGU, ROBERTO PARADA Y JOSÉ RICARDO MORALES



 JOSÉ RICARDO MORALES, EN SU JUVENTUD, EN SANTIAGO DE CHILE



JOSÉ RICARDO MORALES, HERIDO (A LA IZQUIERDA) 
EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA



 EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, FRENTE DEL TAJO, 1937



CARNET DE IDENTIDAD DE JOSÉ MORALES CHOFRÉ (PADRE DE JOSÉ RICARDO MORALES
 Y ABUELO DE ANDRÉS MORALES)



JOSÉ MORALES CHOFRÉ (PADRE DE JOSÉ RICARDO MORALES 
Y ABUELO DE ANDRÉS MORALES)



JOSÉ RICARDO MORALES, SU ESPOSA LA ARTISTA SIMONE CHAMBELLAND 
Y EL GRAN FILÓSOFO ESPAÑOL JOSÉ FERRATER MORA 



CUENTA DE AHORROS EN VALENCIA, ESPAÑA (1920), DE JUAN ALBERTO MORALES MALVA (HERMANO DE JOSÉ RICARDO MORALES Y PADRE DE ANDRÉS MORALES)


FOLLETO DE BIENVENIDA (1939) DEL GOBIERNO DE CHILE DE PEDRO AGUIRRE CERDA PARA RECIBIR A LOS ESPAÑOLES QUE LLEGARON EN EL VAPOR "WINNIPEG" A VALPARAÍSO, CHILE (SEPTIEMBRE DE 1939), DONDE VENÍAN JOSÉ, DOLORES, 
JOSÉ RICARDO Y JUAN ALBERTO MORALES 
(ABUELOS, TÍO Y PADRE DE ANDRÉS MORALES)


LA GRAN TRADUCTORA CATALANA DOLORS UDINA ES GALARDONADA CON EL PREMIO NACIONAL DE TRADUCCIÓN DE ESPAÑA 2019



DOLORS UDINA



Se acaba de hacer público que el Ministerio de Cultura de España ha otorgado el Premio Nacional de traducción a Dolors Udina:

"Por su trayectoria prolongada, prolífica y de alta calidad como traductora de lengua inglesa al catalán y al castellano, y por su ejemplo en la profesionalización de la traducción literaria".

Un reconocimiento justo por más de treinta años de trabajo bien hecho.


Virginia Woolf, J. M. Coetzee, Toni Morrison, Alice Munro, Ali Smith, Elizabeth Barret-Browning, Jean Rhys, y muchos otros pueden hoy ser leídos gracias a Dolors.

Desde esta página saludamos a la galardonada en la seguridad absoluta que continuará esta dedicada labor que agradecemos y felicitamos.



DOLORS UDINA, SU MARIDO EL POETA CATALÁN ANTONI CLAPÉS
 Y ANDRÉS MORALES EN SANTIAGO DE CHILE










martes, 22 de octubre de 2019

CONVOCADO EL PREMIO HISPANOAMERICANO DE POESÍA GABRIELA MISTRAL (VICUÑA, CHILE, 2019)



MARCHA MUNDIAL POR CHILE EL 24 DE OCTUBRE DE 2019, EN EL HORARIO DE CHILE



VOTACIÓN PARA NUEVAS AUTORIDADES DE LA ACADEMIA HISPANOAMERICANA DE BUENAS LETRAS DE MADRID



El presidente emérito de la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de Madrid, Excmo. Sr. D. Cayetano María Higueras de Santa Ana, y el vicepresidente a cargo de la presidencia provisional, Ilmo. Sr. D. Guillermo Eduardo Pilía, en uso de las facultades que les otorgan los Estatutos de esta Honorable Corporación, acuerdan el siguiente protocolo para la elección de autoridades: 

PRIMERO: Tendrán derecho a voto los miembros de número y los supernumerarios. 

SEGUNDO: Cada académico podrá votar libremente por cualquiera de sus pares. Si su voto recayere en un miembro que ya está ocupando una función, deberá votar también por quien estime que deberá sustituirle; por ejemplo, si vota para presidente al tesorero, deberá postular a alguien para la tesorería. 

TERCERO: Las votaciones deberán enviarse en forma privada al correo del presidente Emérito. El presidente emérito, junto con los Ilustrísimos Académicos Da. María del Carmen Alarcón y Montoya y D. Guillermo Borja Fambano, quienes manifestaron su deseo de no ocupar otros cargos, integrarán el tribunal encargado de hacer el recuento y proclamar a quien resultare presidente y eventualmente otras autoridades. 

CUARTO: La fecha máxima para enviar los votos será el 30 de noviembre. Quienes no lo hagan, se supondrá que han optado por la abstención. 

QUINTO: Están habilitados para votar 17 miembros de número y 3 supernumerarios. Si en la primera votación ningún candidato obtuviere la mitad más uno de los votos, se procederá a una segunda entre los dos postulantes más votados. 

SEXTO: Por razones éticas, ningún académico podrá votar por sí mismo. 

SÉPTIMO: Las nuevas autoridades asumirán el 12 de diciembre del año en curso. 


Cayetano María Higueras de Santa Ana
Guillermo Eduardo Pilía.

lunes, 21 de octubre de 2019

DECLARACIÓN DE LA RECTORÍA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE ANTE LA ACTUAL SITUACIÓN DE CHILE (SANTIAGO, 21 DE OCTUBRE DE 2019)



Rectoría y Comité de Coordinación Institucional



Declaración de la Universidad de Chile ante la situación actual del país


Ante la situación del país, que compromete severamente la convivencia democrática nacional, la Universidad de Chile invita a la ciudadanía y a las autoridades a sumar esfuerzos para poner fin al estado de excepción y recuperar las vías institucionales de diálogo y deliberación pública, ampliando las bases de la participación cívica y generando los espacios de diálogo amplios y transversales indispensables para restablecer la paz social.

Tal como se plantea en el comunicado del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH), los conflictos que desembocaron en el estallido al que hemos asistido con dolor en los últimos días, exigen con urgencia un nuevo acuerdo social, que nos permita superar la actual crisis y fortalecer la convivencia democrática, enfrentando propositivamente los desafíos que plantean las demandas sociales.

Como institución pública, republicana y plural, la Universidad se compromete a redoblar esfuerzos para, desde nuestras distintas disciplinas, aportar a las soluciones que permitan reducir las desigualdades y asegurar un desarrollo social más inclusivo, sustentable y justo.

La situación que hoy hace crisis se genera en un prolongado desentendimiento por el ámbito de lo público y una ilusoria e injustificada sobrevaloración de lo privado. El debilitamiento de los sistemas públicos de educación, salud y pensiones, entre otros aspectos, son factores claves en la pérdida del sentido de bien común que se expresa en los actuales desbordes. La Universidad de Chile se pone a disposición del país y sus instituciones para contribuir a diseñar caminos de reconstrucción de los sistemas solidarios.

Con este propósito, se convocará a la comunidad universitaria a un proceso de discusión triestamental, invitando a un Encuentro Universitario en todas las facultades, con la participación de expertos nacionales, dirigentes y autoridades públicas, para elaborar una síntesis de propuestas transversales en los asuntos priorizados por la agenda ciudadana.


Universidad de Chile
Rectoría
Comité de Coordinación Institucional


*Comité de Coordinación Institucional reúne a representantes de Rectoría, Consejo Universitario, Senado Universitario y Consejo de Evaluación, ampliado a representantes de las organizaciones estamentales de la Universidad (FECh, ACAUCh, Fenafuch, Sitrahuch).







AY, CHILE, NOS DUELE CHILE... OCTUBRE DE 2019




CHILE


La envidia se desata en este circo pobre:

El domador aúlla y ruge y estornuda,
la equilibrista sueña con tierra firme siempre
y un payaso ordena el mundo entre sus dedos.

La patria se disfraza, cortés, civilizada
en una bendición de dones ya maduros
que enseñan gravemente la luz opaca y fría
del sol sin su destello, sin su calor sereno.

El circo se disfraza, la patria se desnuda,
la envidia nos despierta, nos mueve, nos consume.

La única verdad es la que nos desmiente:

El circo no termina, la mascarada crece,
el bufo, la corista, el fanfarrón, el santo,

todos en la pista cruel y provinciana.



(A Roberto Díaz Muñoz)




jueves, 17 de octubre de 2019

TEXTOS DE LA GRAN POETA ARGENTINA ANGELA GENTILE






I

Hablaré de la forma en que nacían mirtos en los techos y caían sobre nuestras cabezas como las lluvias o el cosmos.
Sucedió en tiempos poco afortunados para el trueque de palabras.
─Solo en Madrás─ me aseguró─ se pierde el aspecto de nuestras sombras.
Hoy ha caído el último verde cercano a los árboles, allí donde el rocío y las cenizas son el preludio de su nombre.


       
                                                                           (de Madrás)


4

Mencionaba Madrás y me decía que las lluvias sobre ese nombre caían en idioma drávico

desde latitudes ancestrales; también que era sagrado aguardar el nacimiento de un jazmín.

Recuerdo su cuerpo como el aire del monzón, cayendo en los suburbios de su antigua
belleza.

                                                                             (de Madrás)





II

Lejos, en Alejandría, alguien
recitará Kavafis,
en aquella ciudad anfitriona,
en el café junto a las barracas,
en la herida final.

                                                                              (de Bizancio)



  


CARTA DE ODISEO A UNA NINFA


Gracias por recordarme, por el privilegio de existir en tu corazón.
Gracias por el vuelo que me permite regresar
y ser el reflejo de mi propia eternidad.
En la danza te acercas al olvido
y en ese lamento de tu voz se detiene mi tiempo.
Nuestro mundo es la línea que atraviesa el océano,
la tangente de arena de tus huellas.
Envejezco en estas costas,
en este suelo donde han muerto las historias,
                                                           donde renazco si me nombras.


                                                                       (de Gente del Jónico)








GENTE DEL JÓNICO

A veces recordamos las palabras del mundo, tan vacías.
Diferentes a las escritas sobre piedras, murallas o ánforas.
                          Éramos gente del Jónico.
Exiliados del infinito,
bautizados por la mirada de los que no conocen otra fe que la Belleza,
aceptamos el resplandor del agua en nuestras miradas
y navegamos  por nuestro mar.
Errantes como el guerrero de tres almas,
conscientes de sobrevivir cerca del equilibrio,
aceptamos el viaje y dispusimos el óbolo.
Tomados de los hombros, recordamos las danzas de aquella isla
donde no se nace ni se muere.

                                                                   (de Gente del Jónico)




BREVE BIOGRAFÍA

Angela Gentile nació en Berisso, Argentina. Profesora de Lengua y Literatura italiana y española. Becaria de la Universidad de Perugia. Fue investigadora del Centro de Estudios Italianos (UNLP).Especialista en Lengua y Literatura y en Programas Socioeducativos. Post grado en gestión cultural. Premio Nacional-iniciación-de literatura (Bienal 1985-1987-Ministerio de Educación de la Nación) Premio Pregonero a la prensa gráfica 2009 otorgado por la Feria del libro de Buenos Aires. Invitada a la FILVEN 2013. Incluida en la colección Juan Gelman de Poesía Argentina-Ministerio de Educación de la Nación-2015.Invitada al Encuentro Iberoamericano de poesía por los 800 años de la Universidad de Salamanca 2018, a la Feria del libro de Los Vilos y al Encuentro chileno-argentino 2019.  Ha publicado “Escenografías” (Editorial Fénix) “Cantos de la Etruria” (Editorial Fénix) “La mirada de Démeter” (Editorial Hespérides - edición bilingüe) “Diáspora Griega en América” (Editorial Hespérides, auspicio UNESCO) “Cuerno de Marfil” (Cuadrícula) “Pensar la lengua y la literatura” (Editorial Llongseller) “Los pies de Ulises” (Editorial Ocelotos, Grecia)