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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

martes, 31 de mayo de 2022

"¿QUÉ LEEN LOS ESCRITORES?: VIAJAR LEYENDO" (MESA REDONDA, 8 DE JUNIO DE 2022 81 FERIA DEL LIBRO DE MADRID)


 

"LA SOLEDAD DE LA HISTORIADORA MILITAR" POEMA POR MARGARET ATWOOD (VERSIÓN CASTELLANA DEL POETA CHILENO CARLOS ALBERTO TRUJILLO)

 


Confiesa: es mi profesión
lo que te alarma.
Es por eso que pocos me invitan a cenar,
aunque Dios sabe que no me esfuerzo por dar miedo.
Llevo vestidos discretos
y tonos de beige poco llamativos,
Huelo a lavanda y voy a la peluquería:
nada de melena de profetisa,
llena de serpientes, eso asustaría a los jóvenes.
Si pongo los ojos en blanco y murmuro,
si me agarro el corazón y grito de horror
como una actriz de tercera masticando una escena loca,
lo hago en privado, así que nadie me ve
excepto el espejo del baño.

En general, podría estar de acuerdo contigo:
las mujeres no deben contemplar la guerra,
no deben evaluar tácticas con imparcialidad,
ni evitar la palabra enemigo,
ni mirar a ambos lados y no denunciar nada.
Las mujeres deben marchar por la paz,
o repartir plumas blancas para despertar la valentía,
escupir ellas mismas las bayonetas
para proteger a sus bebés
cuyos cráneos serán destrozados de todos modos,
o, habiendo sido violada repetidamente,
ahorcarse con su propio cabello.
Estas son las funciones que inspiran el consuelo general.
Eso, y tejer calcetines para la tropa,
y una especie de porrismo moral.
También: luto por los muertos.
Hijos, amantes, etc.
Por todos los niños asesinados.

En vez de esto, digo
lo que espero que pase de verdad.
Una cosa contundente, no encantadora.
La verdad rara vez es bienvenida,
especialmente durante la cena,
pese a que soy buena en lo que hago.
Mi oficio es el coraje y las atrocidades.
Los miro, pero no los condeno.
Escribo las cosas tal como sucedieron,
tan cerca como puedo recordarlas.
No pregunto por qué, porque habitualmente es lo mismo.
Las guerras ocurren porque quienes las inician
creen que pueden ganarlas.

En mis sueños hay glamour.
Los vikingos dejan sus campos
cada año durante unos meses para matar y saquear,
así como los muchachos van de caza.
En la vida real eran agricultores.
Vuelven cargados de esplendor.
Los árabes cabalgan contra los cruzados
con cimitarras que podrían cortar
la seda en el aire.
Un corte rápido en el cuello del caballo.
y un trozo de armadura que se derrumba
como una torre. Fuego contra metal.
Un poeta diría: romance contra frivolidad.
Cuando despierto, lo sé mejor.

A pesar de la propaganda, no hay monstruos,
o no hay ninguno que pueda ser enterrado.
Termina uno y las circunstancias
y la radio crean otro.
Créanme: ejércitos enteros han orado fervientemente
a Dios toda la noche, y lo hacían en serio,
pero fueron masacrados de todos modos.
La brutalidad gana con frecuencia,
y los grandes resultados han dado lugar a la invención
de un dispositivo mecánico. A saber, el radar.
Cierto, el valor a veces cuenta para algo,
como en las Termópilas. A veces funciona —
aunque la virtud última, por tradición acordada,
la decide el ganador.
A veces los hombres se lanzan sobre las granadas
y estallan como bolsas de papel llenas de tripas
para salvar a sus camaradas.
Puedo admirar eso.
Pero las ratas y el cólera han ganado muchas guerras.
Eso y las papas,
o la ausencia de eso.
No sirve de nada poner todas esas medallas
sobre el pecho de los muertos.
Impresionante, pero sé demasiado.
Las grandes hazañas simplemente me deprimen.

En aras de la investigación
He andado por muchos campos de batalla
que una vez fueron líquidos con cuerpos
de hombres hechos pulpa y salpicados de proyectiles que explotaron
y huesos desparramados.
Todos ellos habían vuelto a ser verdes.
cuando llegué allí.
Cada uno inspiró unas cuántas citas buenas en su día.
Tristes ángeles de mármol se ciernen como gallinas
sobre nidos cubiertos de hierba donde nada nace.
(Los ángeles también podrían describirse como vulgares
o despiadados, dependiendo del ángulo de la cámara.)
La palabra gloria se repite mucho en las puertas.
Por supuesto que elijo una flor o dos
de cada uno y las pongo, como recuerdo, entre las páginas
de la biblia del hotel.
Soy tan humana como tú.

Pero no sirve de nada pedirme una declaración final.
Como digo, me ocupo de las tácticas.
También de las estadísticas:
por cada año de paz ha habido cuatrocientos
años de guerra

(Puesto en castellano la noche del 22 de mayo de 2022)

martes, 24 de mayo de 2022

SE CUMPLEN 40 AÑOS DE LA PUBLICACIÓN DEL LIBRO "POR ÍNSULAS EXTRAÑAS" DE ANDRÉS MORALES (EDITORIAL UNIVERSITARIA, SANTIAGO DE CHILE, 1982) Y DE PRÓXIMA REEDICIÓN EN MÉXICO (2022)


 

TALLER DE ESCRITURA DEL POETA CHILENO ENRIQUE WINTER (MAYO-JUNIO, 2022: ONLINE VÍA ZOOM)


 

"POEMAS" DE LA GRAN POETA CHILENA STELLA DÍAZ VARÍN



VEN DE LA LUZ, HIJO


Que te ciegue la luz, hijo.
Ven de la luz;
Desde donde la pupila sueña
y vuelve atormentada,
como un escombro vivo,
como especie de flor, como pájaro.
Carbón de víscera terrestre,
así como víscera de árbol.
Deja que se ensañe la luz, hijo,
Desciende como los antiguos ángeles,
como los malos discípulos,
ardiendo en su pasión, desheredados.
Así como las fieras, hijo.
Incomprendidas del río, intocadas
absolutas, tristes.
Ese será el día
-presentimiento que no quise,
tú sabes, los conoces-
que tomaré la forma deseada.
Ojo de estiércol, húmedo;
aprisionaré tu llama,
tu superficie extraceleste
tu mirada de centro obscuro,
tu trigal;
la tibia voluntad de tu piel
me ayudará y seremos.
Nunca antes pudimos.
Yo era como esas pequeñas fuentes secas.
Desciende, hijo, de la luz;
avizora el espacio,
avizora el horizonte.
La curva que deja el corazón de un muerto,
la mano que se esconde,
la mano que nadie quiso acariciar.
Seremos.
Tú y yo venidos
irremisiblemente;
unidos como dos tallos jóvenes aún;
Queriendo apenas lo que no se nos dio.
Amando
lo que la luz aconseja:
el vértigo, la hondonada, el silencio.
el color de las piedras;
tantas cosas simples y distintas.
Llegaremos a amar la contextura de Dios
tan difusa;
tan perfecta como tus pequeños ídolos.
La madera de Dios
tan bella y roja
como el corazón de los árboles.
Tan bella y roja
como el corazón del veneno.
Que te ciegue la luz, hijo.
Que te atormente.
Ven de la luz, inúndate;
Ten la luz y desmiente la tiniebla.
Ven, hijo, arrodíllate.
Cree en los amaneceres.
En la luz son más bellos los ojos de Dios.


LA PALABRA


Una sola será mi lucha
Y mi triunfo;
Encontrar la palabra escondida
aquella vez de nuestro pacto secreto
a pocos días de terminar la infancia.
Debes recordar
dónde la guardaste
Debiste pronunciarla siquiera una vez...
Ya la habría encontrado
Pero tienes razón ese era el pacto.
Mira cómo está mi casa, desarmada.
Hoja por hoja mi casa, de pies a cabeza.
Y mi huerto, forado permanente
Y mis libros cómo mi huerto,
Hojeado hasta el deshilache
Sin dar con la palabra.
Se termina la búsqueda y el tiempo.
Vencida y condenada
Por no hallar la palabra que escondiste.


DOS DE NOVIEMBRE


No quiero
Que mis muertos descansen en paz
Tienen la obligación
De estar presentes
Vivientes en cada flor que me robo
A escondidas
Al filo de la medianoche
Cuando los vivos al borde del insomnio
Juegan a los dados
Y enhebran su amargura.
Los conmino a estar presentes
En cada pensamiento que desvelo
No quiero que los míos
Se me olviden bajo tierra
Los que allí los acostaron
No resolvieron la eternidad
No quiero
Que mis muertos me los hundan
Me los ignoren
Me los hagan olvidar
Aquí o allá
En cualquier hemisferio
Los obligo a mis muertos
En su día
Los descubro, los trasplanto
Los desnudo
Los llevo a la superficie
A flor de tierra
Donde está esperándolos
El nido de la acústica.


PROFECÍA


Las grandes ausencias amenazan
Cuando los sirlos
Esos bellos pájaros
Emigran
Y la lejanía hiere sus alas
El hombre no lo sabe
Porque duerme
Oculto por causa de la luz
Para no prever la muerte.
Entrega el dominio de sus sueños
Y emancipa el caos
Y pierde el poder
sobre su propio río
que lo recorre en longitud.
Los abismos se acercan
Y las múltiples aguas
Devienen creaturas de espanto.
Uncido al gran anillo
Olvidará su trayectoria astral
su fecundidad perecedera.
Ocurrió
Que cerró las pupilas ante la luz
Y no estuvo más allá
De las cosas presentes
Ni creó una analogía superior
a la distancia entre los astros
Ni escuchó el soberano mandamiento
De crear al hombre verdadero.
Olvidado en el tiempo
Aún persistirá en creer
que fue un símil de su conciencia.


TRASLUZ


Que se me permita mirar por la ventana
Sólo el espinazo de la muerte
A tranco largo
Mirando fijamente
A mis ojos deslucidos
Veo la ausencia
Doblando por la esquina
La miserable luz
De los días empañados.
Muy de tarde en tarde
Algún aprendiz de hombre
Vestido de domingo.
En estas agonías neblinosas
Estoy mirando desde una ventana ajena
Tras la luz de este rincón desconocido
Desde esta ventana hacia ningún paisaje
Hueco sin distancias
Seca pupila donde no resplandece
ni el más leve trino. 


CUANDO LA RECIÉN DESPOSADA


Cuando la recién desposada
desprovista de sinsabor
es sometida a la sombra.
Sí. A su sombra...
Enciende la bujía y lee.
¡Ah! Entonces no es nada
la venida del apocalipsis,
los hijos anteriores enterrados
y un hilo de sangre desprendido del techo.
No es nada ya el océano y su barco
ni la muerte que intuye la libélula
ni la desesperanza del leproso.
Cuando la recién desposada:
Ya no estaré tan sola desde hoy día.
He abierto una ventana a la calle.
Miraré el cortejo de los vivos
asomados a la muerte desde su infancia.
Y escogeré el momento oportuno
para enterrarla.


BREVE HISTORIA DE MI VIDA


Comando soldados.
Y les he dicho acerca del peligro
de esconder las armas
bajo las ojeras.
Ellos no están de acuerdo.
Y como están todo el tiempo discutiendo
siempre traen perdida la batalla.
Uno ya no puede valerse de nadie.
Yo no puedo estar en todo;
para eso pago cada gota de sangre
que se derrama en el infierno.
En el invierno, debo dedicarme
a oxidar uno que otro sepulcro.
Y en primavera, construyo diques
destinados a los naufragios.
      Así es, en fin...
Las cuatro estaciones del año
no me contemplan, sino trabajando.
      Enhebro agujas
para que las viudas jóvenes
cierren los ojos de sus maridos,
y desperdicio minutos, atisbando
a la entrada de una flor de espliego
de una simple abeja,
para separarla en dos,
y verla desplazarse:
la cabeza hacia el sur
y el abdomen hacia la cordillera.
      Así es
como el día de Pascua de Resurrección
me encuentra fatigada,
y sin la sombra habitual
que nos hace tan humanos
al decir de la gente.


ALBEDRÍO


Yo soy la vigilia,
Ustedes
Son los hombres castigados,
Los labradores
De gestos oblicuos
Que al engendrar falsos surcos
La semilla huyó despavorida.
Ahora respóndanme
Con una mano enguantada
A flor de corazón.
Cuál es la fecha exacta
Entre Aldebarán y Andrómeda.
El día en que los cuervos
Cosechen lo suyo
Entre las más grandes estampidas
De todos los tiempos. Amén.


PROMESA


No te preocupes
Querido niño ávido
Tendrás tu perro azul
Te lo prometo
Siempre que lo fabriquen.
Además
Te prometo un puro tiempo
para lanzar anillos de por vida
En la cercana sombra de los parques.


"POESÍA ANDALUZA" EN EL CENTRO CULTURAL ANDALUZ DE CHILE, V REGIÓN, CHILE


 

sábado, 21 de mayo de 2022

"RÉQUIEM DE LA DUPLICACIÓN" TEXTO DEL POETA CHILENO YVAÍN ELTIT

 



Es que aún te amo

más en esta noche de peces y hiel,

mientras el barro de los recuerdos se me escurre como una matemática sigilosa

cuando el corazón esconde los murmullos,

cuando los magos juegan a la hombría porque me has dejado solo en Cartago.

 

Melenas de oro

acampanadas para un réquiem

con guitarrones chilenos y una lira renquina,

déjame estirarte las pelotas hasta

el alba para fecundar los suicidios,

reconociendo los guachos que me retiraron la saliva bajo tu ensueño felino.

 

Echarte se hace poco, quererte en los obscuros

cuando todo brilla a la distancia,

acaso penetrar a Lavinia se hace menos frágil que hacer parir naranjas rosas.

 

Dícese muchacho labios escarcha

los porqués malditos del deseo vehemente,

apasionado con la letra del feto muerto,

da lo mismo si es el caso o no,

pero quiero venir en esta madrugada de brujos a descubrirte la alquimia

para entibiar los pasados rebeldes.

 

Aunque asistí a tu funeral vestido como alegre viuda,

aún resuenan en mi piel desde tus ronquidos

hasta la cantidad de huevos que comías al desayuno,

pues tus gentiles huéspedes pueden ser presa de tu hocico,

llevándolos sobre el pasto o poniéndolos contra el muro

para que un gemido suene como rayo nuevo,

pero ninguno de ellos hace germinar al sol.

 

Quizás sigas buscándome espectralmente por los versos que vienen,

más mi puño se atreve a escribirte estas últimas letras,

derribado por el imaginario arrugado,

haciendo un pacto servil con los cuervos para marcarme como buey guacho.

 

Ese hijo que tú y yo no tuvimos es el más claro reflejo de tu dorada palabra de león.


PRESENTACIÓN DEL LIBRO "IMAGO MUNDI V" DEL GRAN POETA CUBANO JOSÉ KOZER (MIAMI, U.S.A., 27 DE MAYO DE 2022)


 

LA SOCIEDAD CHILENA DE ESTUDIOS LITERARIOS (SOCHEL) CONVOCA A PARTICIPAR CON COLABORACIONES AL LIBRO "HOMENAJE A JUAN GABRIEL ARAYA GRANDÓN"


 

IMÁGENES DEL HOMENAJE A JAIME SILES EN EL ATENEO DE VALENCIA (18 DE MAYO DE 2022)










CAMILA BARI Y SADY ZAÑARTU POR YVAÍN ELTIT


 

miércoles, 11 de mayo de 2022

[UN MUERTO CON UNA MALETA], POEMA INÉDITO DE ANDRÉS MORALES

 


[UN MUERTO CON UNA MALETA]

 

Ucrania, 2022

 

Un muerto con una maleta,

sin destino, sin partida, sin terruño.

Congelado al cruzar la calle,

asesinado sin saber por qué.

 

Una maleta y un muerto.

 

Contenido:

tres fotos de familia, algo de ropa,

dos pañuelos de una mujer

y el aire inmenso de la dignidad.

 

Todo (o nada) es igual que antes:

pero no, “la vida no tiene sentido”.


NUEVA SESIÓN DE LA CÁTEDRA HISPANOAMERICANA ORESTE PLATH 2022