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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

viernes, 28 de enero de 2022

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "RETO 46:LUCHA" DE VICENTE BARBERÁ (VALENCIA, LUNES 31 DE ENERO DE 2022)



 

"LA HORA DEL LOBO" DE INGMAR BERGMAN, CRÍTICA DE CINE DE ANÍBAL RICCI




El título de la cinta corresponde a la hora en que se retira la noche y comienza a despuntar el día, el instante de penumbra en que se originan más nacimientos y en que se registra el mayor número de muertes, esa hora del crepúsculo donde el artista concibe las mejores ideas y creaciones.

Johan Borg ha buscado un refugio junto a su esposa Alma. En su retiro lo asaltan los fantasmas, encarnados en los Von Merkens que viven en un castillo al otro lado de la isla. Son personajes esperpénticos que invitan a cenar a los Borg, unos vampiros que quieren beber de la sangre del pintor, desean apropiarse del genio de Johan, pero a la vez se burlarán de lo que él representa.

Lo mortifican con su antigua novia, una mujer que lo desquiciaba, en contraposición a Alma que desea envejecer junto a él. Llevan siete años viviendo en la isla y al hombre lo asedia el insomnio. Las imágenes de fósforos, su sonido que se apaga, son como el propio Borg perdiendo su chispa creadora y accediendo a espacios de locura donde pululan esos habitantes siniestros.

Estos le van quitando su vitalidad, seres deformados por la cámara que lo asaltan a toda hora. Las escenas del castillo son surrealistas y giran vertiginosamente en torno a esos espectros que disparan ideas para confundir. Cuando el pintor se reencuentra con su ex amante (Verónica Vogler) el zoológico que representan los Von Merkens lo observa desde un rincón, los vemos adheridos a las paredes y al techo, mientras se mofan de la sensibilidad del artista. Disfrutan de sus pinturas, las admiran, pero se creen con derecho a devorar a Johan apoderándose de su alma.

Verónica era la musa que originaba el caos, el lado oscuro del pintor, en cambio, Alma lleva en su vientre la luz proveniente del amor. Son dos caras de la misma moneda, la mente de Johan que lucha por sobrevivir la hora del lobo.

Alma saldrá herida por permanecer junto a este hombre atormentado. Cree que no lo amó lo suficiente, debido a que nunca llegó a compartir sus pensamientos. Si hubiera permanecido a su lado, quizás lo hubiera salvado de sus demonios. Lee el diario de vida de Johan y gracias a esos apuntes descubre los horrores que habitan en su cabeza. El padre de Johan lo encerraba y esa oscuridad de la caverna lo ha perseguido toda su vida. Desea matar a ese niño que aprendió temprano lo que era el miedo. Puede que esas pesadillas sean la fuente misma de su inspiración.

En cierta medida, los fantasmas de la isla representan la suma de los terrores de infancia. Alma lo ama, pero Johan ha llegado a atentar contra su vida. Ella compartía el fulgor del creador, Johan no sabe otra manera de nombrar sus obsesiones. Disfrutaba de su trabajo porque lo amaba, no lo entendía, pero gozaba de su arte. En cambio, los demonios de su cabeza son sanguijuelas que desean robar esa energía creadora, despojar al artista de su esencia, esclavizarlo para después destruirlo. Simbolizan al espectador, al público que es incapaz de amar el fruto de la iluminación. Lo elevan a una categoría superior, pero ante la incomprensión de su obra, prefieren corromper al hombre, destruirlo debido a que jamás llegarán a apreciar al mundo desde el Olimpo.


jueves, 27 de enero de 2022

"EL DINAMISMO DE BENEDICTO CHUAQUI" POR EL POETA CHILENO YVAÍN ELTIT


 

CONVOCATORIA PARA LA "15TH ANNUAL INTERNATIONAL CONFERENCE ON LITERATURE", 30-31 MAY 2022, ATHENS GREECE



 

Submit a proposal for presentation by 7 February 2022As we did last year, we will accept both remote (online or pre-recorded) and onsite presentations. If you need more information, please let me know, and our administration will send it to you including the abstract submission form.

Academic member responsible for this conference

  • Dr. Stamos Metzidakis, Professor Emeritus of French and Comparative Literature, Washington University in Saint Louis, USA & Adjunct Professor of French, Hunter College-CUNY, USA

Finally, the March Issue (Volume 9, Issue 1, March 2022) of the Athens Journal of Philology has been uploaded. I paste the table of contents below.

TABLE OF CONTENTS

Download the entire issue (PDF)

Front Pages

i-viii

A Discursive Study of the Unscheduled Dialogue in G. Kanafani’s Returnee to Haifa
Ibrahim A. El-Hussari

9

The Role of Phonetics and Prosody during a Second Language Learning Plan
Maria Rosaria D’Acierno Canonici

23

Greek, Latin, Sanskrit and Tamil: The Meaning of the Word Ἐρυθρὰν in Erythraean Sea
D Pugazhendhi

47

Lost in the Scotch Mist – New Attributions to Tobias Smollett
Donald C Shelton

77

 Dr. Nicholas Pappas

Vice President of Academic & Membership, Athens Institute for Education and Research (ATINER)
Professor, Sam Houston University, USA.


Please note that as a world association of academics and researchers with a very specific mission (please see our website), ATINER is based on the voluntary work of our members and friends. This includes the toil of sending this email to you, so please let us know if you are not interested so that our work is not in vain. If you no longer want to receive emails from us, please click unsubscribe below. This way you will avoid the nuisance of receiving emails from ATINER.

miércoles, 26 de enero de 2022

HA MUERTO EL JOVEN POETA CHILENO DANIEL OSORIO... (NOTA DE LA POETA CUBANA DAMARIS CALDERÓN)


 

DANIEL OSORIO, Fragmentos e iluminaciones

Dias atrás me llamo Mirka para decirme, compartirme la pena de que Daniel Osorio se habia muerto. No entendí mucho: que le habian tratado como asmatico y que tenia fibrosis quística, que a su diabetes, se habia añadido esta enfermedad y que se habia deteriorado muy rapido y habia muerto en la madrugada. Me abismé, me costó asimilarlo, solo entendí, solo sentí la pena. No pude escribir siquiera unas palabras de despedida, recien ahora puedo hacerlo, recordar. Busqué durante días sus últimas fotos, entrevistas, del tiempo que habiamos dejado de vernos. Recuerdo el año de mi llegada a Chile, 1995, donde arribé por una carta de invitación de Daniel. Fue él, quien a nombre de la revista que hacía, me extendió la invitacion para que yo pudiera salir de Cuba y como le gustaba recordarme eso y bromearme diciendome que los versos que yo nunca debía olvidar del himno nacional chileno eran: " o la tumba serás de los libres o el asilo contra la opresión". Año 1995, invierno, Daniel con su abrigo largo de poeta, con su primer y único libro de poemas publicados, en mano, con una nota de Teillier, pasaba a buscarnos a mi pareja y a mi, carenabamos en algun bar, hablabamos toda la noche. Los encuentros se repetían, durante noches, durante años, se extendían a otros amigos, complicidades, reuniones, lecturas. Recuerdo el humor y la delicadeza de Daniel, su ironía y su autoironía, esa manera de percibirse y trabajar sin grandilocuencias, con rigor y sin alardes.

Ejercía el periodismo, la docencia, fue documentalista, fue un lector voraz, un espíritu inquieto, que buscaba en los libros, en la vida y que caminaba creando por el parque Forestal. Admiraba la literatura francesa y a Saint Exupery, reportero, aviador. Creo que le seducía su vida aventurera, la mezcla de literatura, escritura y heroicidad. Creo que Daniel era un aventurero por dentro, que ironizaba sobre la chatura de un tiempo donde "no habia nada grande que hacer". 

Nos veo en la "Fuente alemana" con una jarra de cerveza, nos veo en "Las Lanzas", en el "Prosit", nos veo en las piezas de turno. En el "Tavelli" recitando juntos el poema "Desayuno" de Prevert. 

En sus últimos años padeció, (no lo merecía).

Dicen que la niña que lo cuidaba en el hospital, paso a cuidarlo a la casa y que queria llevarselo, como en un vuelo desesperado a Melipilla. (Daniel no solo era tierno, sino que provocaba la ternura en los otros). Amigo, dejo una vida de fragmentos, de iluminaciones. Murió dejándonos a los que lo quisimos un poco huérfanos, consternados y agradecidos, a un tiempo, de haberlo conocido y compartir con él, antes de que se lanzara, definitivamente, al vuelo que siempre quiso hacer. 

MUY MERECIDA "CONDECORACIÓN AL MÉRITO AMANDA LABARCA" PARA LA GRAN PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE DRA. KEMY OYARZÚN VACCARO



 

"A PROPÓSITO DE MIEDO Y VOCES NE MI CABEZA, NOVELAS DE ANÍBAL RICCI" POR NICOLÁS POBLETE PARDO





 

 

A propósito de Miedo y Voces en mi cabeza, novelas de Aníbal Ricci.

 

Fear (2007) fue el título de la primera edición (Editorial Mosquito) con su desestructuración del tiempo, en cambio en esta última versión, bajo el título de Miedo (2021), editado por Zuramérica, el elemento de búsqueda a través del extravío deviene en un ritmo diferente que obedece a la construcción de una obra en tres actos con un clímax más nítido.

 

 

Los personajes de las dos novelas buscan contextos urbanos debido a que son espacios delimitados; particularmente en Miedo la naturaleza (el aire libre) desorienta al protagonista: el horizonte se vuelve muy amplio y la armonía del paisaje lo hace sentir insignificante y deprimido. El extravío mental (temática abordada desde la paranoia y la esquizofrenia) necesita anclajes, una red para funcionar (en Voces… ese lugar lo ocupa el tren subterráneo), un universo con límites donde su mente se muestra muy acuciosa para inspeccionar lugares.

 

En Miedo si el personaje no logra escanear los lugares que se interponen en su camino, el miedo lo inunda y el delirio de persecución se desborda. Plaza Ñuñoa y Bellavista son lugares de discotecas, en Providencia se provee de prostitutas y tanto Matta como Vicuña Mackenna lo asocia al comercio de transexuales. Son lugares donde es imposible encontrar cariños genuinos, representan espejismos de emociones para escapar de la tristeza y la frialdad de la ciudad. Las marcas urbanas son necesarias para configurar la mente extraviada y el personaje busca figuras conocidas en cada uno de esos lugares: necesita certezas, no incertidumbre.

 

El personaje de Miedo está extraviado principalmente por las drogas. Ha perdido el afecto de su pareja (sólo queda lo sexual) y queda náufrago en el Barrio Brasil que luego de la medianoche se torna desértico. Al principio no se drogaba, pero para mantenerse dentro del mundo de su pareja, deja a un lado el deporte (droga) por otro escapismo más sintético. Teme quedarse solo, a su modo está demasiado enamorado de esa mujer oscura que intuye ya no lo ama.

 

En Miedo, ante la ausencia de amor, el personaje invoca la emoción, quiere escapar de la depresión que lo ha inmovilizado en otros episodios de su vida. Observa el mundo con frialdad, donde la alienación y el nihilismo mantienen a ese cuerpo físico en funcionamiento. El caos de las drogas lo ha sumido en entornos peligrosos (travestis, prostitución) y dentro de la empresa la sociedad cerca sus espacios de libertad. La droga y el bullying disparan la huida, de sí mismo, del trabajo que dejó de significar una ruta viable (otra droga), quizás también la propia sexualidad es un detonante de la huida.

 

En cambio, en Voces… el extravío tiene un sustrato esquizofrénico: ausencia de afectos y mente compartimentada en distintas personalidades. La esquizofrenia le hace interpretar emociones bajo distintas sensibilidades. El Metro funciona como máquina del tiempo, pero los nombres de estaciones remiten a una red neuronal (guía para una mente dispersa) que lo sitúa en parajes específicos. Las referencias al cine de terror dan cuenta del escenario esquizofrénico (el de la dictadura) y el gen mutante le permite intentar una explicación a ese mundo caótico. La fuga parece más infinita en Voces…, se trata de una mente cuántica que dos veces por segundo reconstruye una y otra vez el ambiente que lo rodea.

 

El miedo es el gran movilizador del comportamiento en un esquizofrénico: terror a no volver a ser el mismo tras cada brote de la enfermedad. En Miedo la espiral es descendente, con cada inhalada, más difusa es la salida, es un escapismo que lo va encerrando dentro de su mente. En Voces… el gen esquizofrénico conlleva temor, pero también conocimiento; el personaje aprende a conocerse y empieza a huir de sus voces interiores (en Miedo nunca lo logra).

 

Miedo es la respuesta a la dictadura y sus ataduras; Voces… navega más la transición de la Concertación. Al final de Voces… hay esperanza para el personaje, pero a qué precio. Queda solo, aunque conquista cierta paz. Todo lo que tiene que ver con el mundo neoliberal trae consigo aislamiento, pero ese aislamiento es disfuncional, trae caos.

 

Las violaciones de la dictadura son violaciones que marcan el cuerpo y lo diseccionan del espíritu. La búsqueda de otros cuerpos (igual de alienados) mediante la prostitución retrata un mundo sin futuro. El libre mercado heredado también satisface al cuerpo (necesidades básicas) pero encapsula al ser humano, lo aliena de su comunidad mediante la persecución del bienestar individual.

 

La transición a la democracia no fue la respuesta, pero tampoco se hallaría en la sublevación mediante las redes sociales: otro mundo alienado donde las minorías imponen su punto de vista. Mediante el caos y la violencia no se logrará más que caos y violencia. Las redes sociales siguen ese espíritu descalificatorio que representa una supuesta diversidad. Donde los grupos ¿progresistas? (primera línea) buscan encontrar respuestas a demandas sociales, en realidad constituyen un artefacto que niega la diversidad del pueblo que dicen representar. Simplemente interpretan el odio hacia el otro: el infierno es el otro, una idea muy sartreana.

 

En Voces… una vez que el personaje abraza la meditación sanadora, sabe que la paz no llegará mediante la violencia autodestructiva ejercida sobre los cuerpos (mutilados o muertos). La búsqueda tampoco tiene nada que ver con más mercado o más estado, la salvación y la paz consiste en cultivar una actitud empática con el otro: el violador de derechos humanos debe decir dónde están los cuerpos, así como el que protesta debe dejar de violentar el espacio físico de sus semejantes (la ciudad como cuerpo habitado). Las redes sociales y la violencia, en definitiva, no son la respuesta.

 

Los personajes de ambas novelas no conectan con el mundo femenino, le es muy difícil relacionarse con ellas, pero su desencanto radica en que no reconoce un instinto maternal en ellas, más bien las observa como un despiadado mecanismo darwiniano. El personaje busca (en su desesperación) un tipo de mujer más cariñosa, menos despiadada. Una prostituta lo seduce con sus frases aprendidas, diseñadas para agradar en el mundo de libre mercado a que está habituado. No sólo busca lo femenino en las prostitutas, llega al extremo de seducir a transexuales, una representación externa de la psiquis de una mujer. Podrá ser peligroso el mundo donde se desenvuelven estos seres (extorsiones, funas), pero tampoco se trata de algo que haga tanto daño como romperte el corazón. Satisfacer el cuerpo, lo externo, el mercado de lo sensorial. El mundo de la publicidad da respuestas rápidas, de fácil acceso. El protagonista no está en condiciones psicológicas de enfrentar una nueva ruptura amorosa, su personalidad ya está dividida y el miedo a romperse, a malograrse, simplemente lo inmoviliza en la mecánica de los cuerpos.

 

ANÍBAL RICCI

"EL DESCONOCIDO MUSEO STOM" POR EL POETA YVAÍN ELTIT



lunes, 24 de enero de 2022

"LICORICE PIZZA", CRÍTICA DE CINE DEL ESCRITOR CHILENO ANÍBAL RICCI


 

LICORICE PIZZA (2021)

Dirigida por Paul Thomas Anderson

 

Escenas despreocupadas y un aire de nostalgia situado en Los Ángeles de la década del 70. La reconstrucción de época es simplemente maravillosa, la música es el telón de fondo perfecto para retratar a los personajes. Gary, un joven productor de 15 años, que invita al bar a una chica 10 años mayor, Alana, aspirante a actriz que tiene una vida mucho menos resuelta que la del joven Gary.

 

El título de la cinta corresponde a la manera popular con que se denomina a los discos de vinilo, parecería un fetiche de la época de la adolescencia, pero las escenas están tan bien urdidas, que fluyen naturales entre esas canciones y un montaje que no deja rastros de su hilván.

 

Son imágenes de un color antiguo que flotan ante los ojos del espectador y reflejan fielmente los inseguros pasos de la adolescencia. Esa magia en que creemos estar viviendo una secuencia que no se detiene cada vez que nos levantamos, ese apenas atreverse a rozar la mano de una chica y aunque no pase nada (el sexo no era necesario en esta cinta) las emociones desbordan a estos personajes. Gary se involucra en variados negocios, arma su vida a cada instante, mientras Alana siente que va tomando decisiones equivocadas y que su vida no alcanza ningún objetivo.

 

La química entre los dos actores jóvenes puede que sea el epicentro de la película. Él es encantador y no esconde dobleces; ella apuesta por una sensualidad que no siempre es tan genuina, pero el cariño que siente por Gary va aumentando conforme pasan estas dos horas deliciosas.

 

Gary observa desde lejos como Alana se relaciona con algunos chicos mayores. La idealiza y está ahí para sostenerla en cada caída. Su amor es leal e ingenuo, en cambio Alana muchas veces es cortante y desnuda la realidad de una vida futura no tan promisoria.

 

Los personajes secundarios aparecen los minutos precisos en escenas que develan las obsesiones de unos adultos que no congenian con el tono mágico que fluye entre Alana y Gary. La cinta no incurre en los cinismos típicos de las comedias románticas, hay una estética luminosa que nos impone el punto de vista de estos chicos y sentimos sus vidas como propias.

 

Las historias secundarias de hecho nunca se concretan, el espectador las ve salir por unos fuera de campo inconclusos, sólo interesa el destino de la pareja protagónica e incluso al final, esas anécdotas adolescentes parecen llegar a su fin y al espectador le queda una sensación de que se le escapa el agua entre los dedos.

 

Los travellings de los chicos corriendo por las calles o acudiendo a su encuentro son fantásticos. Fotografían ese amor de estar compartiendo los instantes más alucinantes de sus vidas, capturan ese tiempo que vuela ante sus narices.

 

La película semeja una sola escena continua donde escasean grandes acontecimientos, sólo fluye el sentimiento de una época que parece extenderse de manera placentera en la retina del espectador.  

 

Quizás el mérito mayor de la cinta es que logra que rememoremos nuestra época adolescente, entendamos los pequeños conflictos de los personajes y los amemos tanto como ellos mismos.

jueves, 20 de enero de 2022

NUEVA CRÍTICA DE CINE DE ANÍBAL RICCI: "EL PODER DEL PERRO" DE JANE CAMPION

 


EL PODER DEL PERRO (2021)

Dirigida por Jane Campion

 

¿Hemos visionado un western crepuscular donde la civilización se abre paso sobre el mundo vaquero? ¿O se trata de un thriller moderno que nos da pistas de cómo burlar la ley? ¿O simplemente un melodrama de emociones ocultas y personajes siniestros? Quizás sea de todo un poco y la mezcla de géneros cinematográficos es hábilmente urdida por la directora.

 

El comienzo responde cabalmente a un western de los de John Ford, pareciera que el personaje de Phil fuera una especie de John Wayne, bajo el dintel de una puerta, esperando ingresar a ese inmenso escenario al aire libre. La naturaleza es un personaje importantísimo. La directora la ha caracterizado con su propia música, a veces tranquilizadora, pero muy a menudo representada por unos violines amenazantes. Los paisajes omnipresentes, en cierta medida observan la moralidad de los personajes.

 

La acción se sitúa en la segunda década del siglo pasado, en un rancho a cargo de los hermanos Burbank. Phil es el hermano salvaje y controlador, mientras George busca ser conciliador y sería el hermano burgués. Ambos asistirán a una taberna pueblerina propiedad de Rose. Es el primer encuentro de Phil con el hijo de la mujer.

 

Phil ha controlado a su hermano por 25 años y siempre está hablando de su mentor ya fallecido, Bronco Henry. La película no ofrece algo muy difícil de digerir: juegos de poder tácito entre Bronco Henry y Phil, entre Phil y George, y ahora que el hermano se ha casado con Rose, entre Phil y Rose. Phil aprendió de Bronco Henry a marcar su territorio, sobre todo con Rose a quien no la dejará respirar, debido a que la considera responsable de destruir su paraíso.

 

El personaje de Peter es central en la trama: es afeminado y no lo oculta, en cierto modo tiene mayor libertad que los otros que juegan papeles más rígidos. Sobre el eje de este personaje, Jane Campion juega sus cartas y alterna su supuesta debilidad con unos contrapicados de un ser que planta trampas, disecciona animales y esconde rencores profundos.

 

Al comienzo de la cinta, la voz en off de Peter nos avisa que haría cualquier cosa por salvar a su madre. Hay mucho de Hitchcock en ese inicio y el thriller se completa con la escena final de Peter enguantado, escondiendo la soga envenenada bajo la cama.

 

Peter es un personaje oscuro y en algunos pasajes las escenas parecen provenir de una cinta de terror. La cuerda, ese cordón umbilical que esconde la traición es un símbolo siniestro. Peter encubre sus acciones bajo su disfraz de homosexual.

 

No se trata de una historia muy enrevesada, pero si hay algo que criticar de la cinta es que la subtrama que une los pedazos, la homosexualidad escondida del mundo vaquero, se tarda una hora y diez minutos en aflorar. Jane Campion abusa de cierta monotonía para esconder una historia simple, la de un ser vengativo que ha sido avergonzado por un depredador que esconde misoginia, machismo y homosexualidad. Una gran interpretación de Benedict Cumberbatch, que maneja a la perfección esos matices y representa a un lobo que al final será una oveja que va directo al matadero.

 

Quizás resulta forzada esa especie de justificación del asesinato: todo lo hizo para que su madre encontrara paz. Peter es un psicópata de tomo y lomo y ese guiño a Psicosis (1960) no cuaja del todo. Rose es un personaje demasiado débil (alcohólica, acaso se insinúa sexualmente al hijo) como para generar el respeto de Peter. Molesta la idea de que la debilidad de la madre engendró a este ser afeminado, pero resulta mejor la explicación de que Peter es un ser calculador y rencoroso y que buscó por todos los medios vengarse de los desprecios de Phil y su jauría de vaqueros.

 

Todo el telón de homosexualidad que sugiere la cinta está expresado sin mediar el acto sexual. El tono demasiado delicado, Phil oliendo un pañuelo, fotografías de desnudos artísticos, los baños en solitario y las caricias a la silla de montar responden a la sensibilidad femenina, desde luego la directora es mujer. Puede ser interesante la debilidad oculta bajo la apariencia de macho, pero la transición de Phil desde un ser brusco y abusador hacia uno dispuesto a entender la sensibilidad de Peter resulta poco convincente.

 

Habría que suponer que Bronco Henry fue el amante de Phil y que debido a que vivía en Montana, Phil enterró bajo llave algunos de esos abusos y en el fondo sufrió el síndrome del abusado y en realidad siempre ha sido una persona fácil de engañar.

 

Demasiados supuestos para una trama bien simple, ejecutada con una estética tan depurada que permite ocultar todos los hilvanes.

 

En este comentario y en el cascarón de la película hay una explicación bíblica para las acciones del personaje, eso tampoco convence demasiado, es como una derivada artística, cuando en realidad, la explicación más burda de una vendetta contra la jauría resulta mucho más sostenible.

 

No es una película muy disfrutable, está bien filmada y su estética es depurada, pero su ritmo es flojo y los giros de guion implica al espectador tragarse muchos ripios. Luego de más de una hora de metraje, resulta un melodrama bastante convencional con pulsiones homosexuales de fondo.

CRÍTICA DE CINE DEL ESCRITOR ANÍBAL RICCI: "NOCHE DE FUEGO" DE TATIANA HUEZO


NOCHE DE FUEGO (2021)

Dirigida por Tatiana Huezo

 

La primera vez que brotan lágrimas en la película, Ana las ha dejado caer ante la pérdida de su cabello. La madre se lo ha mandado a cortar bajo el pretexto de unos piojos inexistentes. En la escena posterior, la niña camina sola ladera abajo entremedio del ganado, mientras la naturaleza llora junto a ella (que bella elipsis), una simbólica lluvia a cántaros que expresa la tristeza ante la pérdida de su femineidad. Ana deberá semejarse a un niño, debido a que ser mujer es peligroso en ese entorno, la directora nos irá dando pistas para desentrañar el misterio.

 

Las palabras no dichas tienen un peso enorme, el silencio es una especie de código que hay que saber interpretar. Esos silencios del ámbito natural son frecuentemente interrumpidos por el zumbido omnipresente de los helicópteros. El ruido que rompe el silencio que emana de los insectos es siempre amenazante, una escena cargada de rojo nos advierte del peligro. Ana contiene la respiración bajo las sábanas, esquivando la presencia de esos helicópteros que lanzan veneno desde las alturas.

 

Las flores rojas de las amapolas también desentrañan peligro, su belleza no es suficiente para ocultar la opresión que se vive en esa aldea en las montañas del estado de Jalisco.

 

Por los noticieros nos enteramos de la corrupción de la policía, no sólo hay que temer de los narcotraficantes que esclavizan a la población. El profesor rural les pregunta a las madres por sus miedos y el silencio impone un manto sobre los misterios de las desapariciones. Nunca serán explicadas, pero el espectador intuye que un peligro antinatural se cierne sobre las hijas. El maestro de la escuela está preocupado, le voltea una silla a Paula (una de las tres amigas), un claro ejemplo de que las cosas en el pueblo están de cabeza.

 

También hay tiempo para los toros en medio de canciones populares. Las muchachas han crecido bajo la apariencia de chicos y su danza desnuda la feminidad escondida. Regresan a casa de noche y en el camino descubren a una chica muerta, una señal de que los narcos vendrán a buscarlas.

 

En la escena siguiente, un becerro entra a la casa y se sube a una cama, las cosas están trastocadas en esa aldea donde hasta los animales se sublevan. Se intercala lo lúdico, las chicas se abrazan y tararean una melodía, la amistad cómplice es lo único que las protege, la cámara gira mientras juegan a adivinar sus pensamientos.

 

Los disparos interrumpen la tranquilidad, surgen las camionetas negras de los traficantes y la directora nos explica qué hacía Ana en la primera escena: esconderse en una excavación en la tierra para que los delincuentes no se enteren de su presencia. En estos primeros cuarenta minutos hemos descubierto el origen del peligro y el clima opresivo que las niñas deben alternar con sus juegos de infancia.

 

Los planos fijos al interior de la casa son demoledores. Rita (la madre de Ana) siempre espera que llegue el momento de la desgracia, sentada en medio del sillón de la habitación principal. En esos silencios de quietud todo está pasando: miedos, tristeza, sobre todo silencio. La ausencia de acción presagia un desenlace terrible. Ellas habitan una tierra de nadie, los narcotraficantes asolan el valle disparando sus metralletas ante la vista y paciencia de uniformados que se cubren bajo sus vehículos.

 

Los habitantes del lugar trabajan en la recolección de goma de amapolas (precursor del opio) que mueve la economía bajo la complicidad de la policía. Los que desempeñan esa labor están protegidos y no deben pagar por su protección. Los animales pastan en libertad, en cambio esa gente es trasladada en camiones asegurados por candados. Viven en una prisión, en tanto Ana atrapa a un alacrán dentro de un frasco. Todos son insectos en ese pueblo, esperando su muerte, el alacrán simboliza que no hay escapatoria.

 

«Me escondes como un gusano», le dice Ana a su madre. Rita le confiesa que algo le hacen a las niñas y el silencio esconde los detalles. Las chicas se bañan en el arroyo y enlazan sus manos bajo el agua. Tararean esa canción mirando al cielo, se relajan, pero luego el rotor de los helicópteros anuncia el peligro sobre la población.

 

Las adolescentes adivinan sus pensamientos a través de un hueco en la pared. Ana ha tenido su primera menstruación y la madre reacciona con frialdad, sabiendo que no es bueno convertirse en mujer en ese verdadero infierno.

 

Todo lo anterior parece una distopía recreada en la mente de la directora, pero estamos frente a una realidad vivida en muchos poblados de Latinoamérica, donde los femicidios suceden a diario y las mujeres son una moneda de cambio.

 

La cámara enfoca la luna. Aparecen las camionetas negras, con vidrios polarizados para escudar a los victimarios. La madre esconde a Ana bajo tierra y estalla en un grito nervioso. Las balas arremeten contra el frontis y ambas mujeres lloran. Esta segunda vez para comunicarle al espectador que las lágrimas son una cuestión de vida o muerte. Tendrán que huir… Ana corre desesperada hacia el pueblo, en un travelling inquietante que desembocará en barricadas levantadas por los hombres del pueblo, dando comienzo a esa noche de fuego que anuncia algo peor: María (otra de las amigas y hermana de Margarito) ha sido secuestrada por los terroristas, los perros no ladraron y el llanto de su madre es desgarrador. Ana enfrenta con su silencio al hermano, sabe que es culpable por haberse involucrado con el narcotráfico. Las dos amigas sobrevivientes huyen de espaldas a la cámara. El silencio es sobrecogedor.

 

La directora ha contado esta historia bajo una mirada documental, un entomólogo que ha dado cuenta de los insectos que habitan el valle. En ningún momento expresa sensiblería melodramática. Este es un drama griego y las pocas veces que asoman las lágrimas son para interrumpir la opresión que ni siquiera el silencio puede contener. Los ruidos de helicópteros, camionetas, de perros ladrando interrumpen esos silencios y los tiñen de sangre, del color de las amapolas, que esconde una historia de sucesivas muertes y desapariciones.

 

Esta producción mexicana recuerda esa atmósfera opresiva de La tierra y la sombra (2015) del colombiano César Augusto Acevedo. Persiste esa incapacidad de los personajes de escapar de ese purgatorio de muertos vivientes, se nota en la postura de los cuerpos de las madres, derrotadas por la explotación de la tierra y sumidas en las sombras de sus mentes.

 

Al día siguiente, las mujeres abandonan el pueblo. Ana tararea la melodía de siempre y el fundido a negro pone punto final a esta pesadilla.

jueves, 13 de enero de 2022

"MECÁNICA DE OLVIDO" POEMA INÉDITO DE ANDRÉS MORALES



 

(Zagreb, 2021)

 

Cada mañana,

a las seis en punto siempre,

Anna saca sus flores

en sus pequeñas macetas.

 

Cada mañana limpia la ventana

en el viejo ministerio

ahuyentando a las palomas

que ensucian su paisaje.

 

Anna observa la calle,

el parque, la avenida

y divisa un hospital

lejano en la distancia.

 

El mismo que aparece

ahora en su memoria,

u otro -ya no sabe-

distinto e imborrable.

 

Aquel de la ciudad

de Vukovar, lejano.

 

Aquel donde hace tiempo

perdió toda esperanza.

 

Aun así, cada mañana,

a las seis en punto siempre

Anna saca sus flores

en sus pequeñas macetas.

 

LANZAMIENTO EN LA "40 FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE VIÑA DEL MAR" DEL LIBRO "MUEJERES DE MEDIANOCHE DE JUAN ANTONIO HUESBE (17 DE ENERO DE 2022)


 

PRESENTACIÓN DEL NUEVO LIBRO DE POEMAS DE GIOVANNI ASTENGO EN LA "40 FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE VIÑA DEL MAR", JUEVES 20 DE ENERO DE 2022



 

PRESENTACIÓN DEL NÚMERO 6 DE LA REVISTA "SIMPSON 7" DE LA SOCIEDAD DE ESCRITORES DE CHILE (SANTIAGO DE CHILE, 17 DE ENERO DE 2022)


 

"BELFAST" CRÍTICA DE CINE DEL ESCRITOR CHILENO ANÍBAL RICCI



 

BELFAST (2021)

Dirigida por Kenneth Branagh

https://cuevana.pro/pelicula/belfast


El director ha recreado momentos de su infancia en este guion realizado con mucho cariño por los personajes.

 

Introduce de inmediato al espectador en el Belfast ambientado en 1969, año en que se inicia el conflicto entre los protestantes y la minoría católica, conflicto que se prolongará por otras tres décadas y el que Branagh traslada a la mirada de Buddy, un chico de nueve años interpretado por un magnífico Jude Hill. El aterrizaje en ese mundo de palos y bombas molotov es violento, pero el director lo observa con ojos de niño, por lo que el carácter terrorista que adquirirá el conflicto no será el foco de atención principal.

 

El chico se las arreglará para jugar a la pelota, a los cazadores de dragones y perseguir a una compañera de curso. Buddy no entiende el porqué del odio a los católicos, a los que distingue sólo por su capacidad para confesarse en la iglesia. La niña de la que está enamorado de hecho es católica y el muchacho lucha por sus notas con tal de sentarse a su lado. La mirada tierna y lúdica también se materializa en los diálogos que sostiene con sus abuelos, unos increíbles Ciarán Hinds y Judi Dench.

 

La madre (Caitriona Balfe) ha criado a los chicos casi sola, debido a que el marido acude al trabajo en Londres. Ella conforma el corazón de la familia y es la que toma las decisiones. La actriz está perfecta en el papel de una madre abnegada y que el chico idealiza y ve siempre hermosa e incluso cuando se enoja parece ser una persona muy dulce.

 

Hay espacio para hacer volar la imaginación en otros ámbitos, el cine por ejemplo, que indudablemente marcó la infancia de Kenneth Branagh. Las películas le mostraron las diferencias entre el bien y el mal; los personajes de los westerns El hombre que mató a Liberty Valance y A la hora señalada son citas perfectas.

 

La fotografía en blanco y negro es luminosa, la de un maravilloso recuerdo infantil, que de vez en cuando recurre a unos contrapicados de la familia enfrentados contra un cielo luminoso, a pesar de la violencia que se respira en las calles llenas de barricadas y vecinos con antorchas.

 

El conflicto no adquiere una densidad real, el niño se ve envuelto en un asalto a una tienda y en su inocencia roba una caja de detergente. En ese pequeño evento, la madre le hace ver lo inapropiado de su comportamiento y al padre de Buddy le encara, por enésima vez, uno de los fanáticos protestantes.

 

En esa escena hay un arma involucrada y la madre recién comprende que el conflicto puede alcanzar a la seguridad de sus hijos.

 

El guion triunfó en los Globos de Oro, es una historia simple muy bien hilvanada y el casting acertadísimo nos sitúa en esa infancia que convive a diario con la muerte y que la religión aborda de manera tan tosca.

LECTURA DEL POETA ANTONIO MAYOR SÁNCHEZ EN EL CICLO "POETAS EN EL ATENEO XL" (VALENCIA, ESPAÑA, 24 DE ENERO DE 2022)



 

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DEL POETA THEODORO ELSSACA "HUÉSPED DEL AIRE" (22 DE ENERO DE 2022)


 

domingo, 9 de enero de 2022

TRES POEMAS DEL ESCRITOR CHILENO THEODORO ELSSACA



 

Damero

 

Bajo un reloj detenido por siglos

el pianista ciego eleva la música

pulsando con certeza las blancas de marfil

y matemáticas las negras de ébano.

 

Sus manos se reflejan áureas

en la lustrosa madera,

secreto sarcófago de mi nostalgia

sobre el marmóreo damero.

 

La clavija de bronce bien templada.

En el cielo, lámparas de fulgor y cristal

luz absorbida en el granate del terciopelo

como el sonido y las voces que me abandonaron.

 

Hace reverberar imágenes insepultas

que emergen de la negrura del instrumento

igual a un halcón herido

arrastrado por la tormenta.



Geometría de las Palabras

 

Hago malabares con el lenguaje,

lanzo al aire lo genuino matérico

de la escritura, busco sus facetas,

los prismas que cortan cada rasgo.

 

Para mí las palabras son tridimensionales.

Unas más cúbicas, pentagonales,

poliédricas o redondas,

que en su movimiento se tornan

esféricas, y danzan entre pirámides

construidas con letras o sonidos

de palabras iridiscentes. Veo en el aire

sus palmarios movimientos áureos.

Se armonizan y forman conjuntos

o colisionan semejantes a meteoritos.

 

En su vulnerabilidad o riqueza

pulsan con fuerza sus códigos.

Conjuro de la palabra poética.

Crean diagonales y tangentes,

construyen la geometría semántica

de nuestros delirios y pensamientos.

Se elevan como torres de marfil.

Desde sus miradores auscultan

cada idea nuestra, enarbolada

con sus significantes enmascarados.

 

Subrepticias nos demuestran que somos

lo que pensamos:

                      palabras.



Selva de mi Sur

 

Asumo el paisaje

en íntima actitud poética.

He visto bosques dialogando

al viento, o petrificados

bajo la densa niebla.

Permanecen erguidos bajo la lluvia

y en la noche giran con los astros.

 

He conocido árboles

mejores que personas.

 

Un olivo me saludó al paso

y besó mis heridas abiertas.

Heroicos elevan su fruto místico

emblema triunfal de la historia,

testigos de la magnética Palestina.

 

He visto asesinar bosques,

caer como dignos gigantes.

 

Respira la arboleda el mismo aire

que respiró el tyranosaurius rex,

respiro.

Bebo la misma agua

que Heráclito viera pasar

por aquel río legendario,

la misma agua que el bosque y el rex.

 

Habitado por ninfas y leyendas,

el boscaje es la selva de mi sur,

donde relampaguean ojos de huemul.

 

La floresta es la vestidura de la tierra,

en el misterio de su éter reside el aura.

 

He visto asesinar bosques sin pensar

que son más necesarios que personas.

 

Aquí hubo un bosque

hoy, rodeados de muerte,

solo quedan cenizas en el aire.

 

Quise salvar al bosque, al mundo.

Solo quedan cenizas en el aire.

 

Tal vez, tal vez la humanidad

no merezca seguir viviendo.



Theodoro Elssaca es poeta, narrador, ensayista, artista visual, fotógrafo antropologista y expedicionario. Viajero impenitente y autor de numerosos libros, desde: Aprender a morir (1983), pasando por Viento sin Memoria (1984), Rapa Nui (1988), El espejo humeante-Amazonas (2005), Travesía del Relámpago (antología, Madrid 2013), Fuego contra hielo (Madrid 2014), Celebración del instante 365+1 Haiku (Ediciones UC, 2018), hasta su reciente obra Huésped del aire-visiones desde la pandemia (HB Editores, 2021).

Ha recibido reconocimientos como el Premio Mihai Eminescu, por su prosa, Rumanía (2013). Premio Poetas de Otros Mundos, España (2014). Premio Rubén Darío, otorgado por el Instituto Literario y Cultural Hispánico de California-Westminster (2018).