La página de Andrés Morales (1962), poeta, ensayista y académico chileno, es un Blog de apuntes y escritos abierto a todos aquellos interesados en la literatura y, en especial, en la poesía. Contiene poemas, artículos, notas, comentarios, críticas, reseñas, fotografías y en general, todos los tópicos imaginables e inimaginables en torno a la poesía, el cine, la prosa y la literatura chilena, hispanoamericana, española y europea de todas las épocas y estilos.
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José Saramago
sábado, 25 de febrero de 2023
HOMENAJE AL GRAN POETA CATALÁN ANTONI CLAPÉS (11 DE MARZO DE 2023) EN EL MARCO DEL FESTIVAL "DOMINI MÁGIC DE POESÍA"
UN POEMA INÉDITO DEL GRAN POETA CHILENO CARLOS TRUJILLO: "PIENSO QUE DEBERÍA HABER SIDO POETA"
PIENSO QUE DEBERÍA HABER SIDO POETA
Debería haber sido poeta, pero no fue así
Soy lo que soy, esto, si ustedes quieren
Pero yo debería haber sido poeta
Y no soy más que este hombre que piensa y vive
Y come y sueña y ama
Y lee, más que nada lee
Y va por los cerros y las calles y los senderos del monte
Pensando y pensando como hacen los hombres comunes
Pensando en lo que hizo y lo que dejó de hacer
En lo que hará y lo que no hará, en lo que debería haber hecho
Pero ya lo había olvidado por completo antes de pensarlo
Va pensando en sus hijos y en su mujer
Siempre va pensando en sus hijos y en su mujer
También hago las compras, sudo, pico leña –aunque en orden inverso--
Pero los poetas no son así, nunca lo han sido
Los poetas dicen cosas que a menudo parecen extraordinarias
Escriben y escriben, pero piensan poco
Escriben locuras, sueños, insensateces, lanzan al mundo
Lo que se les venga en gana, pero no piensan
Y eso le gusta a la gente:
Leer algo que les parece maravilloso, distinto
Excéntrico, singularísimo, estrambótico
Inusual, ajeno al mundo, fuera de contexto
Unas voladas que van a dar al mar o unas salidas de madre
Que también van a dar, aunque sea al mar de la página y el libro
Y las antologías que las reproducen
Y los lectores –para qué decir las lectoras—
Lo creen un elegido, un iluminado
Un descubridor de sensaciones, un develador de sueños
Un grandiosísimo navegador del subconsciente
Un E.T. que va mil años luz delante de todos
Y lo sigue y lo lee y si lo tuviera al frente
Le pediría un autógrafo y hasta se tomaría una selfie
Para guardar el momento y contárselo a sus amigas, y sus amigos
Y si hubiera tiempo y el poeta estuviera de buen humor y tuviera paciencia
--Algo que no es común--
Hasta le invitaría a tomarse un par de tragos y como es seguro
Que al poeta no le incomodaría la idea
El par de tragos se volvería una tarde de tragos
Seguida de una larga noche de más tragos y más selfies
Y qué sé yo de cuántas cosas más
En esa multitud de dos
Debería haber sido poeta, debería haber sido uno de esos
Que escriben en grande y en profundo
Grandilocuencias o intimidades que nunca me atreveré a mencionar
Vulgaridades, incoherencias
Viajes nunca hechos, lugares nunca visitados
Descritos de maravilla por la maravillosa maravilla de la palabra
Todo lo imaginable en el mundo de lo imaginable
Decir lo que muchos querrían escuchar pero nunca
Osarían decir si se atrevieran a tomar la pluma
Y yo me quedo con mi pluma de ganso --metáfora de la escritura--
Me quedo con mi lápiz, con mi tinta, con mi vieja máquina Olivetti
Mi Smith-Corona, mi fiel laptop que todo lo archiva y pone ante mis ojos
Sin saber qué escribir
Sentado en la cocina de mi casa a la espera de una idea
De una imagen, de algo que decir que no suene demasiado frívolo
O demasiado pobre. Dicho de otro modo,
Sin merecimientos para poner en palabras.
Pienso
y pienso mientras mi perro me mira y me mira
Como juzgándome, detrás de la estufa a leña,
O tal vez dándole vueltas a un poema maravilloso
Que le gustaría escribir en otra vida.
Altos de Astilleros, jueves, 23 de febrero de 2023
SE PUBLICA EL LIBRO DE ÓSCAR ORTÍZ VÁSQUEZ "CLIMA Y FAUNA DE CHILE (1973 - 1975) POR NIBALDO MOSCIATTI O.
Trotamundos y errante, a Oscar Ortiz le pueden calzar muchos adjetivos –también historias y leyendas–, pero hay una cosa que es indiscutible: fue el testigo más cercano de las aventuras y desventuras de los últimos largos 20 años de vida de Clotario Blest, el histórico líder sindical fundador de la ANEF y la CUT.
Ortiz fue, así, el colaborador y
confidente de ese Blest que, dejado de lado –vilipendiado y humillado– por un
mundo sindical que había sido capturado por los partidos políticos, perseveró
en lo que para él era una misión.
Este libro narra las peripecias del
viejo líder sindical durante los primeros dos años tras el Golpe de Estado de
1973. Había sido denostado por el gobierno de la Unidad Popular –en una de sus
tantas muestras de su intolerancia– pero, sin dudar, fue el primero en acudir
en socorro de los perseguidos.
Si el golpe fue la culminación de un
proceso de desgarro que fue alimentándose de sectarismo, violencia, desprecio
por el diálogo y descalificación del adversario, la intervención brutal de los
militares también constituyó una prueba para los chilenos.
Este libro narra cómo el viejo líder
sindical estuvo más que a la altura: fue el primero en constituir una
organización para preocuparse de las víctimas de las violaciones a los derechos
humanos. Desde la precariedad total, sin apoyo institucional o político
alguno, sin redes de respaldo, lo hizo casi solo, sólo con la ayuda
comprometida de algunos viejos compañeros de la actividad sindical y la de un
joven –el mismo Oscar– que fungía de "ayudante".
En momentos como esos se muestra el temple de los hombres. En la casa de Blest se reunía un puñado que dio muestras de la perseverancia que dan las convicciones genuinas. Cada acción que se emprendió para denunciar a la Junta Militar es narrada aquí como lo que fueron, una osadía.
Pero también se muestra la rigurosidad
de Blest como maestro, que educaba a su aprendiz a través del ejemplo y
exigiendo un compromiso propio de lo que era: un asceta riguroso e
implacable.
Blest era un cristiano genuino, por lo
que no dudó el socorrer a esos perseguidos por los militares que, por razones
políticas, lo habían maltratado. Blest era, también, un místico. Pero él no
aspiraba a altos púlpitos para declamar, sino que –al igual que Gandhi, al que
admiraba– se expresaba a través de los actos y el testimonio. Este libro es un
compendio de ellos.
"SUEÑOS INFINITOS" POR EL ESCRITOR CHILENO ANÍBAL RICCI
Un
mes ha pasado sin una gota de alcohol, un par de cafés me tensan de nuevo. La
agorafobia no es tal, aunque vagar libre por las calles acelera el pulso. Hoy
es un día asombroso, pero igual desciendo al subterráneo. Busco cerveza,
lamentablemente ya no funciona el filón inagotable. Pido un shop Kunstmann, las
cañerías limpias hacen que el sabor no esté contaminado. Estoy disfrutando y
otra cerveza irá calmando mi impaciencia. En la mesa contigua se sienta una mujer
que sabe perfectamente qué ordenar. Segura de sí misma, le pregunto algo no tan
ingenioso, la idea es no asustarla. Espera a su cita de Tinder, pero parece
interesada y me da su teléfono. Llega la pareja virtual y entabla una conversación
a la que no presto oídos. Tengo esperanza de que no quede en nada, pero ya voy
por la tercera cerveza.
Esta
anemia no cede y la falta de hierro altera mi sueño. Sufro de insomnio crónico
y si no fuera por la Quetiapina estaría delirando. Mi dormir se ha vuelto
liviano y los sueños no parecen flotar sin tiempo. Son recuerdos recurrentes de
ese amor de hace años. Fuimos amantes, luego marido y mujer, pero esa ancla a la
supervivencia la sacrifiqué por mi culpa. No puedo echarle la culpa a la esquizofrenia,
simplemente cedí al miedo de perder la cordura por completo. La amaba, pero el
miedo a perderla me hizo transitar por malos pasos. La depresión deja la vida
en suspenso, sin millas por delante, para avanzar no tuve herramientas, los
psiquiatras me dieron fármacos que funcionan sólo en momentos de bonanza.
Comienza el problema de la toma de decisiones, ya no hay tiempo para dudas ni
lamentos. El miedo hace que esas decisiones rayen en lo descabellado y me
pregunto en qué punto dejé de ser humano.
Los
sueños son pesadillas infinitas de ideas inconclusas, los únicos que disfruto
son los que dictan la dirección de un nuevo escrito. Al plasmarlo en papel esos
deseos quizás se conviertan en realidad. La resaca me hizo dormir quince horas
y al menos en las seis últimas fui consciente del trascurso del tiempo. Es
extraño que los sueños tengan unidad de medida, el resultado de la anemia que
hace difícil soñar de verdad. La falta de oxígeno es interesante al escalar una
montaña. Observas el glaciar, pero ese aire viciado por la altura resalta una
apabullante naturaleza. Desciendo desde los tres mil metros corriendo por esos
senderos junto al acantilado. Debo imprimir velocidad a los pasos antes de que
anochezca. Si no llego al campamento a tiempo me congelaré durante la noche.
Al
correr el miedo deja de importar, quizás por eso me animé a conversar con esta mujer
empoderada. Resulta extraño que busque pareja en plataformas digitales, la
verdad no me la imagino sola ningún fin de semana. Me complican las citas
porque prefiero ser honesto y mi vida siempre la afronto de manera arriesgada.
Las mujeres captan cuando se puede confiar en un hombre y mi pasado resulta
doloroso incluso para el psicoanalista. Dicen que el amor no es para los locos,
pero enamorarse es dar un salto al vacío. La escritura le ha dado propósito a
mi vida y cada libro ha sido una expiación de pecados. A veces no serán
historias constructivas, pero describir el antiguo camino ayuda a definir la
ruta futura.
Wouldn't you like to know the truth
of what's out there to have the proof
and find out just which side you're on,
where would you end in heaven or in hell?
Estos
sueños infinitos son un ejercicio de ensayo y error. Navegan entre la idea de
una profundidad sin tiempo y en querer dormir más horas. Requiero de otro mes
para asentar emociones y poder disfrutar de la libertad. Mirar el futuro como
percibo en los ojos de esta mujer, tomándose un trago mientras llega su match.
Consulto el celular y veo huellas de maltrato. Funciona a la perfección, pero
la cubierta está dañada. Así me siento cuando voy a hacer un trámite. De
caminar pausado y al hablar denoto racionalidad. Lo que desconocen es que paso
períodos donde las emociones desaparecen y debo extremar mi intelecto. Un ave
no puede volar con sólo un ala. La electricidad en mi oreja izquierda y ese
miedo a que las voces vuelvan a entorpecer mis pasos. Miedo a que las
alucinaciones no sólo sean espejismos, sino una realidad que se impone y obliga
a cambiar de personalidad para seguir avanzando, para correr hasta que el miedo
ceda y pueda otra vez caminar tranquilo por las calles.
Prefiero
otros sueños que se hacen realidad. Escribir más libros y compartir tiempos que
transcurren de verdad. Tengo un software con código malicioso y vislumbro pocos
años por delante. Una ruta llena de curvas que tras los años he aprendido a
conocer, aunque me gustaría muchas veces desandar los pasos. Pienso en el
boxeador de John Ford, el hombre tranquilo que huye de su pasado. No
tuvo la culpa de que su contendor muriera en el ring, tampoco le importa el
dinero que obtuvo en su profesión. Simplemente no quiere matar a otra persona y
vivir sus días junto a una familia. Requiere de las palabras que traduzcan esa
alegría de compartir una cena a medianoche. No las plasmará en libros, pero sin
duda colmarán su alma.
Save me from torturing myself
even within my dreams.
Los
golpes de la vida sirven para avanzar con valentía. Voy en la quinta cerveza y
mis esperanzas vuelan por los aires. Parece que la conversación de los Tinder ha
ido viento en popa. Pido la cuenta y abandono el lugar, subo a la superficie
donde arrecia la confusión. Las calles son peligrosas en estos tiempos de
democracia mal parida. Recorro el camino pedregoso para escribir de unos sueños
que tardarán en llegar. Nunca seré un hombre tranquilo, no iré por la vida
matando oponentes, pero a veces si les deseo algún mal. Son sueños infinitos,
no puedo negarlos mientras duermo intranquilo, una idea destructiva termina y
otra mejor dejará traspasar la luz. Un sueño primero, luego las palabras y por
fin podré alcanzar ese infinito.
I'd like to think that when I die,
I'd get a chance another time.
viernes, 24 de febrero de 2023
EL CHILENO ANDRÉS MORALES MILOHNIC, NUEVO MIEMBRO DE LA ACADEMIA DE BUENAS LETRAS DE GRANADA (23 DE FEBRERO DE 2023) POR EDUARCO CASTRO (ESPAÑA)
El poeta, ensayista, profesor y académico chileno de ascendencia croata Andrés Morales Milohnic ha sido elegido como nuevo miembro correspondiente de la Academia de Buenas Letras de Granada en la capital del país andino, Santiago de Chile. La elección de Morales Moilonhic se efectuó durante la junta ordinaria celebrada el pasado lunes, con los votos favorables de 15 académicos numerarios (trece emitidos presencialmente y otros tres recibidos por correo) y la adhesión de los cinco supernumerarios asistentes a la reunión.
Nacido en Santiago de Chile en 1962, Andrés Morales es doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Barcelona, catedrático de Literatura Española en la de Santiago de Chile, miembro vitalicio de la Sociedad de Escritores Croatas, correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua y vicepresidente de la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras, con sede en Madrid. Como escritor, es autor de más de 40 poemarios propios y 18 antologías de poesía, cuatro ensayos de literatura, quince libros de investigación, cinco obras traducidas y numerosos artículos, prólogos y capítulos en libros y revistas especializadas de todo el mundo.
Pero más allá de su impresionante currículo, que en forma condensada supera el centenar de páginas, Morales Milohnic se ha formado en España, donde obtuvo su doctorado, y se ha dedicado a enseñar literatura española prácticamente durante toda su carrera como docente universitario. Entre sus ensayos y conferencias ocupan un lugar destacado algunos poetas andaluces, como Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, Rafael Alberti y, por supuesto, Federico García Lorca. Ha tenido a su cargo una excelente versión crítica de los ‘Sonetos del amor oscuro’ y organizó en 2018 unas jornadas internacionales lorquianas en su universidad. Por otra parte, se trata de un excelente poeta y acreditado ensayista, con varios importantes premios y numerosas traducciones en todo el mundo.
Con el nombramiento de Andrés Morales, la institución granadina de Buenas Letras refuerza su presencia en el continente americano, dado que hasta ahora sólo contaba con tres correspondientes al otro lado del Atlántico: Gerardo Piña-Rosales en Nueva York, Antonio Rodríguez Jiménez en Guadalajara (México) y Guillermo Eduardo Pilía en La Plata (Argentina).
(Eduardo Castro)
jueves, 16 de febrero de 2023
SITIO WEB DE LA SOCIEDAD DE ESCRITORES DE MAGALLANES
Se presentó, en Chile, el sitio web de la Sociedad de Escritores de Magallanes (SEM), asociada a la Sociedad de Escritores de Chile (SECh): https://sechmagallanes.cl/
El sitio, desarrollado por Estrofas del Sur SpA, fue
diseñado de manera ágil para que en pocos pasos se pueda acceder a la
información de los escritores y escritoras de la región y conocer sus datos
bibliográficos y publicaciones. También podrán, los visitantes del sitio,
ponerse en contacto, de manera inmediata y personal, con cada uno de los
autores y autoras en caso de querer adquirir sus obras, invitarlos a alguna
actividad y contratar sus servicios para charlas o conferencias. El sitio se
puede ver en todo el mundo porque es un sitio seguro, libre de virus.
Otro aspecto importante es que el sitio web permitirá
mantener contacto con escritores de otras regiones, dando la oportunidad de un
contacto inmediato entre pares. El sitio contiene una página principal con una
sección que identifica al directorio, luego viene la sección de los socios y el
pie de página con la información de la entidad y contactos directos (con un
clic) de correo, teléfono y WhatsApp, así como links para que los visitantes
del sitio web puedan compartirlo en sus redes sociales (Facebook, Instagram,
Twitter, etc.). Al pinchar sobre la foto de cada socio(a) se pasa la página
individual de estos (ver a modo de ejemplo la del presidente), que contienen
foto, reseña bibliográfica, casilla de contacto directo con el autor o autora y
galería con portadas de las obras correspondientes. Las páginas individuales ya
se encuentran en desarrollo.
lunes, 13 de febrero de 2023
"ATRAPADO EN ALGÚN LUGAR DEL TIEMPO" POR EL ESCRITOR ANÍBAL RICCI
Luego
de meses por fin logro meditar aunque sea cinco minutos. La mente es brava
cuando los ciclos concluyen, es momento de remover el chip e imaginar un
futuro. El presente aciago lo resolveré a partir de una personalidad
incipiente. Cambiar es la única salida para afrontar esta vida que devora a
cada instante.
Los
eventos del pasado constituyen el combustible de este presente destructivo. Las
voces arrecian e insultan sin contemplación. Desprecian a este ser humano
incapaz de valorar su historia. Reniego de los primeros pisos, mientras el
edificio amenaza con derrumbarse.
Mi
consciencia sintoniza con imágenes acumuladas a través de las décadas. El cine
ha sido la fuente de información que permite viajar a distintos lugares en
diferentes momentos. Sensaciones que reinterpreto, historias de derrotas ajenas
que hago propias y le dan sentido al pasado.
La
mente comienza a reconstruirse a partir de ese inconsciente colectivo afianzado
por más de un siglo. Deseo escribir sobre historias de cineastas que admiro y
en ese instante de meditación me encuentro planificando un libro de cine. Joker
será el primer relato, un ser despreciado que encuentra en la violencia la
única salida. La misma de Alex en La naranja mecánica, muchas veces la
respuesta ante el fascismo. Esa violencia también será la desesperación de un
replicante del futuro. La gente desplazada revelará ante un mundo injusto. Los
reformatorios llenos de niños vulnerados por adultos que destruyen sus
aspiraciones. La pobreza engendra estos malestares y muchas veces las
instituciones ofrecen apenas un camino paternalista. La dignidad pisoteada y un
Estado que no da oportunidades sino migajas, una educación que perpetúa la
pobreza y unas ayudas estatales que sólo sirven para apuntar a esos
vulnerables.
Surgen
las anomalías, los asesinos en serie que encarnan nuevos jokers. Los sueldos
miserables engendran seres humanos sin anhelos, gente al margen de la sociedad
que pide a gritos pertenecer, quemar para refundar, quizás la violencia los une
tras un propósito. No sólo el que evade impuestos brega contra un futuro
humanizador, también el que destruye edificios impide que tengamos lugares de
encuentro.
Los
grupos identitarios deberán luchar con fuerza para que se escuche su voz, pero
destruir al adversario no parece ser el camino. La burguesía los negará y se
encerrará tras sus iglesias, rezar no hará frente al estallido social de las
calles. La violencia concertará nuevos acuerdos de las clases dominantes. Un
nuevo orden pondrá fin a los levantamientos y la clase popular sacará la peor
parte. La historia tras las guerras de la humanidad. Los ricos sacando
beneficios económicos de los conflictos, mientras los pobres reconstruyen a
partir de los escombros.
Protestar
contra el poder es un derecho, por eso los políticos deben anticiparse al caos
y dictar leyes que corrijan el rumbo. La democracia hay que cuidarla, siempre
será más fácil destruir el orden imperante, discurso que se vende con
facilidad. El político deberá lidiar contra la corrupción de las empresas y de
los organismos estatales mediante leyes que impidan los abusos. Debe luchar por
no sucumbir al poder del dinero. Acercarse a los pobladores no desde los
posgrados universitarios, sino desde la empatía. Ponerse en el lugar del otro
en vez de anhelar convertirse en salvador. Recordar no es sólo memoria
histórica y hacer justicia por las víctimas, también es reconocer el camino
andado, valorar el esfuerzo que miles de personas hacen por levantar
instituciones que velan por la libertad, la justicia y la dignidad necesaria
para que los ciudadanos transiten hacia un mundo donde puedan aportar su
granito de arena, esa dignidad que no se compra con un bono, el espacio que
tiene cada ser humano y que nadie podrá pisotear.
Hablemos
de cine podría titularse.
Mientras lo estoy escribiendo ya puedo meditar diez minutos. La elección de
películas refleja una concepción de mundo, unos primeros pasos para hablar de
un futuro hipotético. Requerirá de lectores a los que mis palabras hagan
sentido y ese esfuerzo va reparando mis neuronas dañadas por la depresión, le
dan una vuelta de tuerca a un pasado hasta hace poco irrevocable.
El
libro tendrá múltiples corrientes narrativas. En el cine chileno aparece ese
Valparaíso de la nostalgia, a la vez que una fábrica de pobreza que no respeta
moral. El Chile donde las clases sociales se mantienen segregadas y en donde
unos optarán por hacer desaparecer a los que piensan distinto. El país que no
recuerda a sus caídos y donde la justicia tarda en llegar.
Los
amores imposibles tampoco coinciden con los eventos de la historia. La religión
dividirá a la sociedad y los amantes. El fanatismo podrá ser religioso o
político, esa mezcla que puede llevar a regímenes totalitarios, donde el
control de las familias será un objetivo deseable. Una familia que podrá
invocar al infierno y llevarnos por el camino de la muerte. Ese pilar debe
transmitir confianza y amor, pero también puede hacer del resentimiento una
poderosa arma.
Todas
estas ideas me dan nuevos bríos. De nuevo leo comentarios en los diarios y
anhelo volver al mundo de los libros. William Faulkner es una asignatura
pendiente, influenciará a muchos hacia su realismo mágico. Hará posible La
casa verde de Mario Vargas Llosa, aunque siempre suelo volver a Los
pasos perdidos. Alejo Carpentier fue el pionero. Imaginó una mujer
omnipresente en todo el espectro del tiempo, una manera de ver el mundo que da
sentido a los pasos de un hombre.
Meses
atrás de mi debacle, ya tenía otro proyecto. Pensamiento replicante será
mi cuarta incursión en el género cuento. La depresión y la locura como
detonantes de la soledad existencial, la huida delirante, el hombre navegando a
ciegas por carreteras tecnológicas. Los capítulos están escritos, sólo falta el
dinero y esa carencia destruye, inmoviliza y activa el desorden mental.
El
título hace alusión a la ciencia ficción, utilizada como estructura de acceso a
múltiples dimensiones del espacio–tiempo que permiten expresar de mejor manera
la complejidad humana. Rescata el espacio de la memoria como fuente inagotable
de imágenes e invocará el amplio espectro de las emociones humanas como una
forma instintiva de encontrar amor en el otro.
Lo
material y lo afectivo se fundieron en un sólo vacío. La anemia tampoco ayudó,
pero en definitiva conformaron un universo de tristeza que disparó mis
adicciones y para salir no conozco otro camino que escribir una salida.
Exorcizaré esas angustias en otro libro. Pensamientos delirantes no
tratará de ciencia ficción, será testimonio de un camino pedregoso, un
transitar hacia la oscuridad de mis miedos atávicos. Un espacio confesional
para echar fuera esos pensamientos que tanto hacen daño al no pronunciarlos en
voz alta. Traducir en palabras esos momentos donde la mente me transforma en un
inútil, donde las palabras son las únicas capaces de dar coherencia a conductas
desquiciadas.
Las
imágenes son crudas y hacen inútil conmover a los jurados. Los fondos de
cultura patrocinan ideas políticamente correctas, con pensamientos de izquierda
bien definidos. Cualquier otra postura carece de interés para los evaluadores.
Obviamente no puedes hablar en contra de la violencia del estallido social y
mis problemas son egoístas y no constituyen un aporte al discurso imperante.
Esa idiotez de que la cultura es patrimonio de la izquierda y todo el que
piense distinto hay que censurarlo en esta era de la cancelación.
Tendré
que recurrir al formato digital.
Para
Pensamiento replicante necesito lucas y el libro de cine no calificará
dentro del género ensayo. Ya encontraré patrocinadores. Lo primero importante
es que saqué de adentro cosas dolorosas, una en clave política y otra a partir
de eventos del pasado. Dimensiones diferentes que no tienen por qué permanecer
ocultas tras un brote esquizofrénico.
Para
las emociones a flor de piel construí Pensamientos delirantes, veinte
relatos desgarradores que tendrá que esperar otro año para su edición impresa.
Un libro digital parece una buena idea, esas emociones tienen que ver con la
actualidad y cómo mis pensamientos se disociaron al no ver una salida.
If
you have time to waste
An
open mind and a time to choose
You
mind take a look
Or
you can read me like a book?
Coleccioné
discos de Iron Maiden en mi juventud. Sus letras son parte de mi pasado.
Todavía no se restaura mi cerebro del todo y he logrado meditar hasta veinte
minutos. Todo un avance, no sólo mental sino también espiritual. Supongo que
escribiré una historia para cada canción de este grupo inglés, una buena excusa
para seguir escribiendo.
Debo
salir de este trance. Me habré transformado en otra persona, pero ya estoy
acostumbrado. Ese mover la roca me hace un digno discípulo de Sísifo. Cada
episodio esquizofrénico deja exhausto, pero hasta el momento siempre he
reescrito la ruta. Tengo tantas personalidades a cuestas, quizás la única vía
para no desfallecer y volver a mirar con esperanza.
Escribir,
escribir y escribir. Rutina dignificante que saca adelante, que da una nueva
perspectiva y permite vislumbrar un horizonte.
La
espiral recorre mi cabeza y depura mis emociones.
Por
fin estoy en paz.
EL POETA, ACTOR, MIMO, MÚSICO, PINTOR Y GRAN AMIGO CHILENO, JESÚS ORTEGA, HA FALLECIDO EN SUECIA
Jesús Ortega, hace años residente en Suecia, ha sido sistemáticamente olvidado por los críticos, académicos y antólogos... Un error imperdonable que es casi una costumbre en Chile. Perteneciente a la Generación del '60 (o estríctamente hablando, de 1972) comparte este lugar junto a notables cultores del género como Juan Luis Martínez, Oscar Hahn, Manuel Silva Acevedo, Juan Cameron, Gonzalo Millán, Alejandra Basualto, Carmen Berenguer, Jaime Quezada, Omar Lara y Floridor Pérez, entre otros. Su primer libro, Las pizarras del mundo, fue elogiado y destacado como uno de los mejores libros publicados en el año 1968, pero luego, con el horror del golpe de estado y con el exilio de Ortega, su figura se fue desvaneciendo inexplicablemente en Chile (no así en Europa, donde ha sido publicado y traducido). en esta página he tratado de divulgar algo de su producción. Hoy me parece importante reproducir un artículo aparecido en la Revista "Liberación" de Malmö, Suecia, y que firma, haciendo justicia al poeta, el querido y gran poeta Juan Cameron.
Una necesaria antología
por
Juan Cameron
Es necesario repetir -para confirmar las versiones del autor- que en tiempos de la Unidad Popular, con Juan Luis Martínez y Raúl Zurita leíamos, en el Café Cinema, Las pizarras del mundo, editada en Santiago, en 1968, por un artista conocido más bien como mimo, una suerte de Chaplin en la incipiente televisión chilena. Esta anécdota se la conté a Jesús Ortega al conocerlo en un bar de Malmö, el Två Krögare, a fines del verano de 1987. Y lo leíamos, justo es decirlo ahora, con el mismo interés que a los beatniks, los surrealistas y todos nuestros héroes contemporáneos.
Algún buen amigo limpió aquel ejemplar de mis estanterías. Textos como El indolente, Leonídas en Sudamérica o El ángel derribado puedo rescatarlos ahora desde su esperada antología, De este mundo y el otro, editada recientemente en Suecia -en castellano dicho sea de paso- por Brutus Östlings Bokförlag Symposion.
Pocos meses después de aquel encuentro, Ortega entregó su segundo libro, Serpentímetra. Habían transcurrido casi veinte años y sus lectores se encargaban de reclamar por tal ausencia. El volumen, bilingüe, con traducciones de Lasse Söderberg, fue editado por Aura Latina, dirigida entonces por Pancho Pérez Santiago y su heroico camarada de armas, Rubén Aguilera. La presentación tuvo lugar el sábado 26 de septiembre en el Fredman, y contó con la presencia de Manolo de Utrera y su grupo en una tarde que ofrecía, además, flamenco y tango. Y si bien muchos de los textos acompañados ya los habíamos leído en su primer libro, piezas como Para hablar con las musas y Recuerdo a Carmona -esta última una verdadera joyita para la lírica nacional- se destacaron de inmediato.
Carmona es un poeta que ya se fue; pero sigue bicicleteando en el texto de Ortega: Es él y su Volvo idolatrado/ Es él llegando a mi casa/ Por la tarde/ Es él y yo y la Chabe tomando vino caliente con naranja/ En el jardín de mi casa/ En el jardín lleno de rosas de mi casa/ Es mi casa/ a 13.000 kilómetros de su calle/ La que pasa. Ritmo, cadencia y repetición construyen este nostálgico texto. Aunque en la versión original le agregaba un largo Chile de distancia.
El escritor se toma su tiempo. Luego de ocho años, en 1995, entrega, en versiones distintas, La vidriera irrespetuosa. La gente empieza a comentar que Ortega escribe poco, que está en deuda con la poesía. El poeta se defiende: no escribo poco,/ emborrono centenares de cuartillas,/ pero quemo mucho./ (El fuego inmola)/ y debiera echar a la fogata/ la mitad de aquello que no quemo, alega años después en un poema no incluido en ninguna parte.
Su visión apocalíptica (a la entrada de la isla/ De Manhattan/ Circe levanta su antorcha encendida), esos cuerpos prestados al amor y las verdaderas causas de los monstruos que allí nos explica, muestran el desarrollo logrado en la reiteración de sus temas. Aunque su verdadero conflicto -entre la desesperación por el decir y la concentración de la técnica- se expresa en estas páginas como una oposición bastante absoluta.
Jesús Ortega es poeta del descubrimiento, la inteligencia iluminada y el juego permanente. No estamos ante un simple continuador de Nicanor Parra -bien podría serlo también de Gonzalo Rojas- ni frente a un antipoeta declarado. Ortega maneja un estilo propio y reconocible, aunque muy vinculado a la Generación Universitaria del 65 y a sus primeros autores (Omar Lara, Oscar Hahn, Hernán Miranda Casanova, Jaime Quezada y Floridor Pérez aproximadamente) más que a la del 50, a la que por razones cronológicas podría vincularse. Y en tanto sujeto histórico ha permanecido siempre en la memoria y el registro literario nacional, aunque su ausencia a ratos sea causa de un desconocimiento marcado y ocasionalmente odioso.
La actitud lúdica de Ortega consigue, en Modestísima proposición (2005), momentos de intensidad y placer estético. El poema Iluminaciones, escrito ciertamente por alguien que conoce y gusta de la poesía, más allá del hecho de citar a poetas de diversas épocas, en sí un objeto valioso. La contracción semántica del verso 9 -Y Ungaretti d’inmenso- es un recado para golosos, un reflexión inversa, tal vez la única posible frente al espectacular verso del vate italiano. Es decir, una iluminación.
Otro punto de altísima inflexión consigue el poeta en el texto Se acabó la fiesta. Como en la mayor parte de sus trabajos, la cuestión política, la denuncia y el necesario apuntar con el dedo, están presentes con su lenguaje directo, indirecto, transversal o cotidiano. Cuanto hace aquí, Ortega, es ensamblar una serie de lugares comunes, imágenes recurridas, pastiches de nuestra cultura occidental, para mostrarlas al desnudo en una nueva armatoste, lírica, rítmica y absoluta. Como diría un argentino, «se pudrió todo»: Hemos roto la guitarra contra el piso/ Hemos incendiado el piano. / Estrangulado el arpa (...) The end./ Cierren y vámonos a casa./ Desde la poltrona veremos/ Pelícanos fritos en aceite.
De este mundo y el otro se cierra con un cuadernillo reciente bautizado como De par en par. El mérito de esta antología reside en poner de manifiesto su poética válida e interesante, como una expresión más de la poesía chilena, esta vez generada en el extranjero. Una poesía que, por lo demás, responde a la línea formulada por su autor desde sus inicios y que se adscribe al modernismo humanista de fines del Siglo XX. En ella se manifiesta una clara búsqueda de lo inteligente, lo sagaz y lo acertivo -así como de la perfección formal encaminada a la denuncia y a la liberación frente al dominio opresivo del mal. Pero esta búsqueda, en todo caso romántica, muchas veces deberá sacrificar la obtención de ese instante perfecto en beneficio de la realidad. De allí que el título elegido por Jesús Ortega Heller -poeta chileno nacido en Caracas en 1932- sea del todo preciso.
No Cameron, no escribo poco,
Emborrono centenares de cuartillas
Pero entrego a la llama el verso tosco,
El fuego inmola y en sus lenguas brilla.
Mas no debiera dejar un solo verso
Sin sufrir el flamígero castigo,
Que después de todo pienso
Cameron, querido amigo,
Que igual lo que arde y lo que absuelvo
La traidora errata
Y lo florido,
Se ha de comer el polvo
o el diente crecido de la rata
dos maneras semejantes del olvido.
“..de lo que uno se muere es de maniquí”
G. R.
Si, Gonzalo Rojas, advertido,
de maniquí termina uno,
sobre todo si arriba al importuno
momento sin haber vivido.
Que cruzado el lùgubre dintel
hay quien llega con el alma seca,
y pasa, hueco èl,
ella muñeca.
Y como todos por igual en la resaca,
baja uno a la fosa horizontal
a un yantar no prevenido,
donde no se es comensal
sino el comido.
Porque al fin,
maquillado y bien vestido
se llega al gran festín
con todo el aderezo,
aunque baje tieso,
Gonzalo Rojas te juro, no es de loza,
ni mayólica, ni acrílico, ni yeso.
Sin ti todo sería a medias.
Vería sólo hemisferios,
calas,
sinopsis de este mundo,
puzles incompletos,
mediaslunas.
Me llegaría todo parcial,
cortado en sus mitades
y yo solo con una.
Pero aunque el falso compás
y los cuadrantes
te digan lejana,
telefónica, postal,
mi alma telescópica te trae
vertical
desde tu estrella.
Y llegas siempre a tiempo,
cuando todo se escapa, desafina,
se va en ráfagas,
se apagan, impares las visiones.
Llegas astral, pensada o dicha.
y son las niñas de tus ojos
las que alumbran con los míos
el paisaje que yo solo
no abarcaba.
Tú quieres sin embargo capturarlo todo,
para ti sola, .
quedarte
con tu gesto en el espejo,
el ancho del paisaje en tu ventana,
el rosa de las cumbres,
y el azul de los mapas
o del cielo.
Pero aunque tú pretendas
que en esa soledad
lo tienes todo
y ante la luna henchida
de su luz prestada
te niegues a los dos asombros,
yo pienso que sospechas
que por detrás de ti
me acerco
y aunque no lo confieses,
y no vuelvas el alma
para verlo,
sientes en tu soledad
que por encima de tu hombro
yo me asomo.
VOY A TIRAR LA ESCAFANDRA
Voy a tirar la escafandra,
las sondas,
los libros de sicología.
No voy a bucear en ti
buscando a la que llevas dentro.
No llevas otra adentro,
no hay otra.
Eres la que eres, la que amo,
de ti misma nacida.
A qué buscarte angélica,
en la espiral de unos sueños
ya vencidos.
Ven balanceándote en la duda
de tus tacos,
ven fea esta mañana,
sin la gracia de tu aire en el espejo,
y queriéndome menos a esta hora.
No voy a inventarte nunca mas
en punta de pies,
sobre ti misma empinada,
ni a soñarte en postales de dicha florida.
Si no fueras tú no me amarías,
y es el tú que me ama
el que amo yo,
y tú me quieres porque así te quiera,
con tus días menos pensados,
tus lunas menguantes
y tus viernes de ceniza.
Pero tú entera de tí,
libre ya de mis novelerías
A LISA EN LA DUCHA
mi ardor, que se va con el venero,
cae con la espuma, lava o lavasa,
y se ahoga en el resumidero.
Entre pompas y cálidos vapores
se deslizan mis huellas digitales.
Con mis besos, mi savia, mis humores,
se hunden mis pecados capitales.
Mas nunca podrá esa catarata
jabonosa arrasar de tus entrañas
aquello que en el beso no es antojo,
ni humedo, ni pulpa, ni escarlata,
que sólo arrastra pelos y pestañas,
jamás mi amor recóndito el remojo.