Tres Canciones, 1992
Se acerca
el tren;
sus luces
van sobre las lomas.
No son los
carros del tren,
es un gran
gallinero extendido sobre los árboles
del cerro.
Ese tren va
a las tierras cardinales.
En sus
ventanas iluminadas se refleja
el gran
transatlántico,
entre los
valles de maíz, encendido
entre los
insectos que vibran en vuelo.
El ciclista
se desplaza por el bosque autóctono
y los
automovilistas no se detienen a mirar la
Cruz del
Sur
entre los
árboles.
Creí que
Linderos estaba mucho más al norte,
como un
tarro de arvejas, ligeramente dulces.
Hay
anuncios de guerra en el desierto
y los
árboles crecen junto al cuerpo,
poniendo a
tiempo mi respiración.
El desierto
visto dulce,
sólo pienso
en tu sex
y tus senos bombardean los hemisferios.
Espacios de líquido en tierra, 1999
Y SI TODO FUERA LO QUE ES
3a Las aguas surgen de un golpe de azar que puede transformar
toda la cordillera en una pampa o una Suiza
o una Bolivia
extendida en sus confines. En la
percepción, esos líquidos
tienden a evaporarse cuando el color negro
se desvanece
en amarillo.
10a El blanco que se observa en las grandes montañas y edificios
no es nieve, sino la luz que toca
extensiones de piedras y arena.
La sombra de la luminosidad parece agua en
estado sólido,
extendida en los contornos de los objetos.
Luego aparecen
Cetus y el Pez, desde la luz.
JARDINES (fragmento)
En medio del sendero una jauría se disuelve
en desbandada.
La forma de expandirse no tiene como
referencia el lugar
desde donde comenzó. Las carreras,
aparentemente erráticas
entre los arbustos, también pueden ser por
la copa de los árboles,
incluso en otro lugar. El sonido no se
produce determinado
sino en todo el cuerpo que se desplaza
moviendo ramas y hierbas.
El aire se deshoja en muchos puntos apenas
determinables
y a su vez vibra en otros provocando
efervescencia en las
direcciones de la luz. Vendavales produce
el paso
entre las pequeñas agrupaciones de agua,
alterando otra vez
la luminosidad. Abierto queda el aire.
Plagio del Afecto, 2010
El hambre es el
epicentro de la actividad intelectual. El parámetro más importante en la
definición del ser humano es el cerebro, donde genera la ciencia, los vínculos
materiales y afectivos. El cerebro no es un instrumento musical. Tiene
propiedades de generación, conducción y resonancia de oscilaciones, y también
dinámicas quánticas y del azar. La capacidad de prevenir y curar hambres
neuropsiquiátricas está en la función cerebral. La fisiología celular y la de
circuitos neuronales indican que las dinámicas multicelulares producen la
mayoría de los deseos neuropsiquiátricos. Lo más importante es la arquitectura
del sistema y los elementos especializados en abstracciones. El hambre de amor
es el más complejo. Vive en el cerebro del mismo modo que el movimiento vive en
los músculos. Vive todo.
afecto 04
Ref. Rodolfo
Llinás. Entrevista de Javier López R.
Si la realidad
es el mundo que nos rodea, sin realidad no hay conciencia. El cerebro existe
pues es parte de ella. La conciencia puede existir sin que el mundo externo
module su actividad. Cuando lucubramos, recordamos o soñamos no se requiere
necesariamente una entrada sensorial. El mundo sólo se puede captar con el
cerebro; captar es, en sí mismo, una función cerebral. El cerebro simula la
realidad. Tiene que hacerlo porque el tamaño de la cabeza y del cuerpo es
pequeño comparado con el tamaño de la realidad. Allí sólo caben descripciones.
Si por conciencia se entiende construir una imagen, entonces la realidad es
ésa. Tan cercana está la realidad de lo que vemos.
Por eso cuando
cae un árbol en la selva, y no hay quien lo oiga, no produce sonido. El sonido
es una interpretación que hace el cerebro de las vibraciones del aire
producidas por el árbol que se derrumba. Las vibraciones en el aire son el
amor.
afecto 05
Ref. Rodolfo
Llinás. Entrevista Javier López R.
La Casa Devastada, 2017
Versión 31
Un ramillete de
neuronas genera la percepción de lo que vemos. Las cosas y los objetos no son
una imagen que se proyecta en la cabeza, son una detonación de neuronas en el
cerebro. Y las cosas y los objetos están por ahí, sin destellos.
De otra manera
31.1
El hacer y la
práctica reaniman el tracto de materia blanca y de la oscura, se llenan de
humedales en los que anidan nuevos revuelos. Tareas de fluidez que se extienden
al expandirse las arquitecturas fluviales que destilan información neta.
Proposición
31.1.1
Las cosas que no
existen están en el origen de las palabras.
De otra manera
31.2
Las maquinarias
biológicas funcionan por proteínas, moléculas diversas que se ensamblan a
partir de 20 piezas diferentes, los aminoácidos. Su gran variabilidad genera un
repertorio, cada una con una función particular. Las hay estructurales, y las
enzimas son responsables de las reacciones químicas. El cuerpo las fabrica y
las desecha para hacer otras nuevas, de acuerdo a instrucciones genéticas
precisas del citoplasma. Las instrucciones no salen del núcleo sino que se
copia un trozo del ADN en otra molécula, el mensajero.
Versión 32
Los niños de los
reinos de lo irreal quizás nunca saldrán de su habitación, donde la casa es un
gran cuerpo, una pasión que se consume a sí misma. Probablemente infantes
genuinos que han perdido su imagen, y donde orar no sirve de nada, ni las
predicciones meteorológicas ¿por donde vienen las tormentas, donde está la
lluvia? El aire enciende las brasas de un adulto que no quiso ser niño, pero es
imposible escapar de los idiomas olvidados.
Estado de Materia, 2024
(HASTA MEMORIA)
Hablar lento y
largo, sin rima. Sólo la respiración del aire. En la ciudad aparece el bosque
blanquecino, bajo el cual es un buen día. Pasa una persona. Marcas de la
violencia aparecen en las esquinas poco visitadas, y en los recorridos
habituales dentro de la vivienda. Texturas brutales en espacios aparentemente
vacíos, y habitaciones excedidas. No es el movimiento del otro sino el propio
el que se entiende como reacción. Es la dinámica de deseos que casualmente se
encuentran. Y ahí, la luz está sobre el muro, donde todo objeto mueve el aire.
Lo que ocurrió es ahora un lugar desconocido. Una cortina de niebla que se
extiende repentinamente y elimina la perspectiva. Entre los objetos la luz de
la mañana se demora. Las arterias parecen de líquido liviano, y su paso está
salpicado de obstáculos. Lo que parecía archivo de memoria quedó cerrado.
Aparece el deseo.
(HASTA
VIOLENCIA)
Sólo humanos
permiten que una a una y cientos de personas se ahoguen en el mar, sólo humanos
arrojan personas, vivas o muertas, con un peso para que se pierdan en el mar,
sólo humanos envían a decenas de personas a morir en las nieves de la montaña.
Lo humano está clausurado por el significado de lo humano. No importa cuántas
veces una operación se aplique al cuerpo, pues no hay forma de escapar de lo
humano, de salirse de lo humano.
Se es víctima de
una ilusión desgarradora. Todo otro animal no hace esas operaciones en otros
animales, ni busca en el lenguaje una opción que lo olvide. Lo que el humano
llama inhumano, sigue estando perfectamente acomodado dentro de él. Una a una y
cientos de personas se ahogan en el mar, son arrojadas, vivas o muertas, con un
peso para que se pierdan en el mar, enviadas a morir en las nieves de la montaña.
(HASTA HABITAR)
En la casa
expandida aparecen personas desconocidas, no extrañas, entre muros
translúcidos. Incluye otras habitaciones, asentamientos, y es la misma. Se
amplía en direcciones inesperadas a territorios lejanos. Hay más personas de
las que puede cobijar, aunque su estancia y tránsito es parte de su sentido. Lo
que se desconoce deja de desaparecer en su aire. La sensación de frío o de
calor es perceptible, independiente de la temperatura de las estancias y el
entorno. Se construye a sí misma con los materiales del visitante permanente, a
expensas de lo que este no puede ocultar. En su visión acotada, la casa está a
ritmo de galope libre.
Nuevamente
perdido en casas, departamentos y lugares, la misma habitación. La experiencia
parece un camino ciego. Un pez ante el bosque se detiene en la ola.
(HASTA LENGUAJE)
La distancia
entre la persona y sus palabras es una especie de pasillo flotante, galería
aérea en peligro de extinción. Un medio para abrir una brecha, un trabajo
primordialmente manual. Los ensueños y fantasmas que se presentan ante los ojos
emergen en forma brusca, concluyente, inesperada. Es un caso donde se puede
desertar de los vivos con una inclinación silenciosa de desaprobación, una zona
donde los objetos se desploman, innombrados.
Diferentes
lenguas, dependiendo de las necesidades, ejercen su intensidad con distinta
frecuencia. Un accionar en las cuerdas con ritmos alterados de deseo. Procesos
de eliminación para acotar las posibilidades, las que impiden escuchar otras.
En estado de medio sueño, son otros los idiomas que se escurren entre vértices
de una construcción intraducible. Voces sin sonido e imágenes imprecisas, en
las que es difícil escudriñar, pero cuyo peso se empoza en la imaginación del
cuerpo.
Los andamios de
madera que contienen el edificio en construcción superan con creces, en
estructura y belleza, su objetivo. Palabras entrecortadas y mutismos, cubren y
exponen sentidos difusamente exactos o indescifrables.
(HASTA AGUAS)
Un grano de mar
contiene toda la información de las edades, aún la niebla de este momento en
otro lugar, o la desaparición de los archivos digitales.
El agua es
anómala en las temperaturas donde existe la vida. Parte de las cosas son brasas
bajo el agua. Termina la lluvia, se levanta la helada. Hay peces en el aire.
(HASTA
PERCEPCIÓN)
Cuando la
fotografía encontrada retrata el momento en que se la estaba buscando, indica
que cuanto más se concentra en una única y exclusiva opción, se está más cerca
de lo infinito.
Los algoritmos
de realidad emergen desde un pozo de expectativas, una especie de
cristalización. Sus innumerables aristas recomponen lo que luego serán
ocurrencias tardías.
Procesos
visuales asocian objetos dispares y siguen una secuencia ilógica. Lo demás
mantiene una dirección casi inalterable. En otro lugar resuena un aleteo que
permita navegar.
Cuando las
palabras se escuchan antes de que se pronuncien, detrás de los ojos está una
idea desconocida.
La prolongación
del axón de la neurona se energiza más en una fracción de cristales, y se
renueva en la caída mientras se apaga su senda. La molécula lleva endorfina
sobre el filamento neuronal en la parte interior de la corteza parietal del
cerebro, en un camino pleno. Allí los cuerpos inestables generan cierta
tranquilidad. Es un proceso de años en el que no se hace un relato sobre la
persona, sino sobre lo personal, lo que produce la figura, el trabajo y la
historia. Un juego de ilusiones, un habla controlada un estupor por contar,
pero en el proceso ocurren accidentes, que no se sabe hacia dónde llevan,
tampoco su origen, y el acertijo se resuelve como ensamblaje final, sobre cosas
que suceden en un ejercicio imaginario.
INEDITOS
Comarcas
Una loca barre el desierto. Mide, camina,
barre; traza el cielo oculto en piedras. Una bóveda en tierra que sigue la que
no se puede contener.
Antes de ver, mide y barra. Cada eslabón,
irregular, contiene el imaginario de ojos antiguos, que vieron más.
Nada parece seguro, aunque es claro el
derrotero de estrellas, trazado con piedras en grandes planicies perdidas en la
vista.
Un día de trabajo es mínimo en el despeje de
arena y polvo. Las imágenes mecánicas se pierden con su material; energía en
otra posición, tiempo en dimensiones intransferibles. Espacios acumulados en
caminos ocultos.
Límites que siempre se alejan, un montaje
permanente en fuga. Nada ocurrirá nuevamente en los extensos desiertos,
abigarrados de cosas y momentos irremplazables. Desiertos que pasan, caminos
que siguen. Algo se hunde en la arena.
Lo que parece azar es cuando sus vínculos se
desconocen. Cocer, barrer y narrar. No tiene sentido buscar cómo se caminaba en
el origen ese trazado. Sería una transcripción con la materialidad y la
soberbia del presente.
Aunque los asentamientos tienen figuras de
color blanco, que se destacan sobre el aparejo gris del resto de las paredes de
los andenes, no aparecen en los ojos que no son capaces de imaginarlos. Baile
de electrones en los átomos, de núcleo grande, casi a la velocidad de la luz.
El color que vemos es extraño. Lo que parece desierto está en luminosidad.
Terremotos desde los pies hasta la incertidumbre.
Desiertos en horizontes. Un lago helado en la
montaña. El árbol deshojado ante las montañas nevadas. Los trazados en el suelo
se escuchan en constelaciones distantes, nunca inmóviles.
Una organización de tonos, movimientos
encausados en vertientes descubiertas en el aire. Costumbres extraídas del
entorno anterior.
Al deshacer la secuencia de nudos similares, se
puede iniciar un ovillo, con múltiples bucles. Hebras urdidas, hilvanes y
ensambles. Armar los puntos base, más que nudo, tiene que ver con entrelazar el
inicio de una conversación. La elaboración de las ramas construye un espacio
que se expande, desplaza y atrapa aire en cada vuelta. Vertientes que emergen a
borbotones hasta un ariete de bambú, con un sonido de madera pulida. Cadenas
que liberan formas, una cruz del sur multiplicada en todos los puntos
cardinales. Deshilvanar y reconstruir una extrema aparición de luciérnagas.
Allí no caben cabos sueltos ni cálculos confusos. Tapices que se deshacen,
contornos en movimiento.
Coleópteros de luz, cuya bioluminiscencia es
parte de un diálogo de destellos específicos, generados por un proceso de
oxidación de la luciferina en presencia de una enzima. Después de años, por
sólo unas semanas, sobrevuelan en las noches calurosas y en aire quieto.
Observantes deslumbrados se inmovilizan en silencio, con el cerebro lleno de
destellos activados por vuelos que se desplazan bajo los árboles. Un juego que
parece de azar, química y materialmente estructurado, actúa como detonante de
momentos resguardados desde la infancia.
Ráfagas de aire, corrientes intensas en leves
espacios. Fibras sonoras de días por venir en una celda. Vendavales de tonos
que no responden a causa, un sombrero loco de otro mar por venir. Una especia
de balada del que nunca fue a esa ciudad donde yace. Sonidos de cámara en
espacio abierto. O una red sobre el agua, una brisa soñada. Desiertos licuados
en seco; no existe soledad.
La necesidad de construir una casa se urde en
cada momento de su elaboración. Se teje y extiende cuando recibe a la persona
que la habita un instante y la transforma, como a sí misma; y el lugar se hace
único.
Parece una casa en el aire, con lógica
autónoma, liberada de planos. Distintos espacios de desplazamiento sincronizan
aire y luz. Animales e insectos atraviesan sus construcciones. Incalificable,
la persona en suspenso, al otro lado de una pieza que actúa como espejo.
Humedales en el cerebro, naves en vértigo, sargazos de un bosque vertical,
rasantes en interiores llenos de lluvia. Sólo tienen sentido las imágenes que
le sobrevuelan.
Al eliminar elementos, o alterar su orden, el
resultado es relativamente limitado, por la cantidad de componentes y el
procedimiento con que se regulan las combinatorias. Pero, al quitar una parte
de cualquiera de los elementos, se producen alteraciones más graves, más
acentuadas, y la cantidad de material aumenta considerablemente. Inunda las
posibilidades que se desprenden, y altera su función en una deriva que reduce
su perspectiva de cambio hasta disolverse.
Notas de escritura: (Juan Alcántara, Tania Favela
y Luis Verdejo en Philomene Drumming)
Una construcción formalmente rigurosa en hierro
oxidado está imbuida de tensión y aplomo. Ocurre si se experimenta con
materiales que resuenan en el patrimonio industrial regional, como hierro,
madera y acero. En la fundición, con técnicas de herrero, se elaboran grabados
y collages, que como práctica básica explora forma y línea, a modo de cortar
papel. Cuando se elimina el adhesivo, la obra queda suspendida en el espacio,
gravitaciones.
Notas de escritura: (Chillida)
El mar no es de ninguna manera, sino un cielo
que cubre quebradas, valles, montañas, acantilados, fosas y extensos desiertos.
Contiene el aire de la respiración de animalidades y vegetaciones. Lo
sobrevuelan corrientes, nubes, vientos, tempestades líquidas, a veces
iluminadas superficialmente. Proliferan luces químicas, rasantes e
intermitentes. El ruido profundo es ensordecedor. A mayor altura, las planicies
vitales también tienden a estar horizontales en áreas y praderas en movimiento.
Con mínima luz y sonido, se expande un enjambre
de bujías intermitentes, biológicas cuando no hay movimiento de aire. Objetos
volátiles que se proyectan en acantilados junto al agua. No hay sorpresa si no
incertidumbre que destella.
Nushu
Aves de fuego opaco, un trazo breve, silábico,
en los márgenes de objetos cotidianos, lenguaje secreto, sutilmente sonoro que
desata vendavales imperceptibles a códigos dominantes. Agujas de agua en telas
de muchos hilos, que entregan su mutismo de llanos en llamas. Silencios fluyen
generaciones de noches a destellos. Esferas de presencia ingrávida, cuya raíz
es aire en expansión. Nudos tejidos en tramas volubles, humo exacto en
evocaciones mínimas y notables. Desentraña estados intermedios, los fija y
responde. Trazos con la fuerza terrible de la levedad.
<El polvo de telas resquebrajadas señala lo
que había en otro tiempo, un día antes del día. Antaño se pulveriza al tiempo
de cerrar cortinas, y se abre el aire. Lo que parece un signo gráfico en la
superficie, o calado en ella, una marca de escritura, puede ser una partícula
recién posada, que una brisa o impulso mínimo remueve. <La imagen no es el
objeto o sentido que representa, en sí es un objeto, un sentido que se
representa así mismo, donde no hay retorno. <Sobre lo anterior es posible un
último estado.
Notas de escritura: el signo < , que aparece
en el segundo párrafo tres veces, lo utilizo para indicar que el leer, la
primera letra, su sonido, debe pronunciarse alargado (eeeeeeeeel…) (lllllllllla…)
(sssssssobre…)
Carlos Cociña, Concepción, Chile, 1950. Desde 1981 vivió en Santiago de Chile, y desde 2020 en Santa Fe, Región del Bio Bío. Trabaja en poesía, y en la edición de libros literarios y no literarios en diversos soportes. Desde la década de los 80 ha publicado cinco libros de poesía, e inició en 2003 una página web con textos para ese formato. Una antología (Poesía Cero, Descontexto, 2017, 2021) y dos libros compilatorios han sido elaborados con sus escritos. Ha efectuado talleres literarios sólo en la Cárcel Pública de Santiago, en Balmaceda Arte Joven y en Descentralización poética. Participa en el Foro de Escritores y trabaja con obras y presentaciones de La Orquesta de Poetas. Su primer libro, Aguas Servidas, tiene cinco ediciones, una en México, y el penúltimo, La Casa Devastada, tres, en España, Chile y México. Al libro compilatorio, El Margen de la Propia Vida, compilación editada por Guido Arroyo, se le otorgó el premio Municipal la Literatura, poesía, en 2014, por la Municipalidad de Santiago. La Casa Devastada, Editorial Alquimia, obtuvo el Premio Mejor libro de Poesía 2017, del Círculo de Críticos de Arte de Chile. Las últimas publicaciones son Gardens/Jardines. Phoenix, AZ, Cardboard House Press (Fragmentos de Espacios de Líquido en Tierra) Plaquette bilingüe, traducido por Ian U Lockaby, 2021, y Derecho al olvido, (compilación de textos no poéticos e inéditos) edición, selección, intervención y organización de Octavio Gallardo. Editorial Los Perros Románticos, 2021. Estado de Materia, Editorial Lumen, 2024. En 2017, la Fundación Pablo Neruda le concedió el Reconocimiento a la trayectoria poética y compromiso con la poesía de Chile. A su trabajo se le caracteriza por la utilización de recursos, soportes y códigos no habituales en las obras consideradas literarias.
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