Antes que nada quiero referirme brevemente y desde la emoción al
homenaje de Andrés a su madre, que es la publicación de este libro Poemas/
Pjesme de Ril Editores y que me parece es un gesto de amor difícil de igualar,
que habla acerca de quién es Andrés Morales, de su nobleza. Este libro es un
diálogo único, un encuentro espiritual a través de la poesía, que se
materializa en versos y en un canto común. Sólo puedo decir acerca de este
gesto que quisiera entregar algún día un homenaje de esta magnitud, con este
alcance, para retratar y dar a conocer mi cercanía con alguien, mi lenguaje
común; nuestra poesía.
Respecto a la Antología Breve de Andrés Morales de
Mago Editores.
Existen
poetas, músicos, pintores, que ciertamente tienen como objetivo y además la
capacidad de transformar nuestra percepción de la realidad, sumándonos a su
propio asombro e intensificando nuestras sensaciones, sentimientos, estados de
ánimo. Y en un segundo somos por decirlo de alguna manera "modificados por
la obra" y adquirimos la posibilidad de ver cosas que antes no veíamos, de
recordar cosas olvidadas, de sentir incluso (si es que antes hemos perdido esa
capacidad). La intención primera aquí del poeta, es cambiar al sujeto,
modificar su estado de conciencia, remecerlo.
Otros
poetas, en cambio, parecen tener un objetivo distinto. Y entonces además de lo
anterior o a veces en vez de lo anterior, tienen como objetivo el crear nuevas
realidades y son capaces de ello. Y ahora es la "gran obra" la que se
transforma. Este propósito personalmente me parece mucho más difícil que el
primero, sin desmerecer las dificultades que tiene el primer intento. Pero
crear una nueva realidad y sólo entonces, abrir una ventana intrusa a través de
poemas, y permitir que el lector vea un mundo personal y siempre por supuesto
misterioso, para mí es un intento mayor y a la vez menos reconocido en el corto
plazo.
Andrés
Morales a través de su obra, que se reduce aquí en esta antología breve, abre
una ventana hacia una realidad personal y regala ese universo al lector.
Comencemos
diciendo que una mirada nueva nos transforma siempre en extranjeros, he
intentamos entonces adecuarnos (como si miráramos de pronto el sol de frente
entre los árboles), y buscamos entender los símbolos, codificar las señales,
sentirnos cómodos lo más rápido posible. Lo que pasa por empatizar con el
ambiente, por sentir que comprendemos finalmente quienes somos, donde estamos;
ser y tiempo.
Encuentro
en los versos de Andrés una preocupación absoluta acerca del lenguaje y desde
el lenguaje. Y a través de su canto converso con Humberto Díaz Casanueva, con Anguita,
encuentro a Borges, Rojas, Huidobro. Descubro a Lorca.
Pablo Neruda, aprovechando que estamos en su casa, en su discurso para
recibir el premio Nobel de literatura, dice dos cosas que de pronto me
parecieron que tenían directa relación con esta antología, con la poesía y con
el poeta Andrés Morales y que eran por lo tanto importantes de mencionar porque
entran directo en el tema del ser, que me parece es una de las grandes
búsquedas de esta poesía.
La primera frase: Todos los caminos llevan al mismo punto: a la
comunicación de lo que somos.
El
canto de Andrés es, para mí, un tanto oculto, difícil de descifrar, pero a las
vez cierto; como el grillar de un grillo en una noche sin luna. Un son
metálico, rítmico; certero y triste también, pero de una tristeza imposible de
traducir, imposible de abarcar.
En estos poemas se visita un mundo en donde el tiempo es algo difuso,
como una neblina en la carretera del cualquier poema y Dios, Dios parece haber
creado este mundo detenido con algunas copas de más. En los poemas de Andrés
Morales Dios duerme, probablemente una vieja resaca, una joven decidía.
Con un vocabulario terrenal más que abstracto, Andrés Morales se
enfrenta al radical problema de la soledad del ser, de esa soledad terrible
frente al paso del tiempo. En estas hojas la naturaleza y los objetos se
desordenan y desconciertan y se transforman en múltiples voces que presienten,
que niegan o abandonan, provocando el ambiente del canto.
Y
entonces Andrés, te pregunto: ¿Qué sabor inexacto de comedia llevas puesto como
un O'Neill eterno, detenido en el tiempo? ¿Qué búsqueda reciente en tus poemas,
como comenzando siempre, con el peso duro de una cosmología cristiana que marca
ciertas profundas interrogantes, presente en imágenes y en una virtud un tanto
a destiempo? Y todo rodeado por varias botellas que hablan de soledad, de un
descorchar triste, sin la fiesta detrás, sin los amigos.
Pero
¿cómo comunicar lo que somos si estamos en el proceso de crearlo, si estamos
construyendo recién nuestro fantasma?
Y
aquí la frase dos de Neruda: Nosotros mismos vamos creando los fantasmas de
nuestra propia mitificación.
Y
en esto quiero detenerme un segundo, porque Andrés es un personaje singular,
todo en él parece ser poesía. Todo su ser parece estar enfocado en esta tarea.
Y entonces en su caso sí, me parece, es necesario mencionarlo para poder
entender su obra, porque existe una relación muy potente entre su personaje,
toda una suerte de anécdotas que el guarda y comparte y la construcción del
poeta Andrés Morales. Un poeta prolífero, serio y dedicado a trabajar la
palabra y a la vez lleno que vida poética, de relaciones y nexos con el mundo
de la poesía. Andrés parece estar creando los fantasmas de su propia
mitificación de forma natural.
Finalmente,
quiero hacer mención al tema del tiempo, que me parece es la segunda gran
búsqueda de esta poesía.
Andrés
dijo hace poco, en una ocasión en que estaba rodeado con gente que me parece
que él quería mucho. Les dijo: Todos estamos detenidos en el tiempo. Lo
sorprendente para mí fue que, por la forma en que lo dijo, parecía creerlo
firmemente. Y entonces de pronto sólo se podía descifrar ese instante desde un
estado quieto, desde un punto fijo, desde lo que en algún momento yo he llamado
en mi propia poesía: una pausa pura. Desde esa mirada (o inquietud) yo me
siento muy cercano a la búsqueda de Andrés y valoro su ejercicio, su intento
serio y profundo a través de todo su ser, ocupando todo su tiempo en hacer
visible eso que algunos llaman la intuición absoluta.
15
de septiembre de 2011
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