POEMAS ESCOGIDOS
CAOS
atrás
no hay pensamiento
sobre el que edificar
hogares
la rabia todo lo tira al suelo
la pena no crea pensamiento
alguna vez mi cabeza se arrastraba
por suelo muerto
si en tiempos de guerra
no hay razón
solo una bandera desquiciada
una estrella asesina y desquiciada
en un mundo alterado
desquiciado
son pocos los que hablan
por miedo
por todas partes edifican
infiernos personales
si hay un solo infierno compartido
en Palestina
tanques avanzan
a imagen y semejanza
del vacío
se comete un crimen
delicioso
a los ojos de alguien
(siempre los míos son los ojos tuyos)
(pero ya no)
(pero ya no)
aprendes
a mirar desde cerca
caminas
entre escombros
te
acostumbras
todos los crímenes
se cometen
aislados
y no existe nada personal
algún olor
que identifique tu paisaje
a ti te robaron tu paisaje
y colocaron
otro morboso asentamiento
una vez construido el muro
se desquicia el puente de los suspiros
comienza la justificación de ciencias
exactas
la mentira matemática
el ataque al corazón
el centro se hace blando
crece y engorda
como mi soledad
cuando la lleno desde afuera
estos días
ermitaños de vida
no conceden polarizaciones objetivas
posibilidad poética en la Tierra
o respirar amor
algo más que aire comprimido
(De “Cortina
de Elefantes”, 2014)
COSMOS
hazme tierra
tócame
riégame
ráspame
melancolízame
hipersensibilízame
haz lo que quieras
conmigo
soy una especie de resorte
o amalgama
recorre todas las rutas
de mi seda
de mi vino caliente
pero no las del olvido
y después
sacúdete
vístete
sustráete
confabúlate
desaparece
cierra la puerta
y después
vuélcate
arrincónate
tócame la puerta
penétrame
húndeme
bótame
y después
antes de partir
haz todo de nuevo, amor
conmigo
la puerta
la noche
la roca eterna
déjame
déjame miseria
y antes de partir
despiértame
con el diario y la bandeja del desayuno
con todas las buenas noticias de tu
imaginación
con lo irresumible de tu psicología
(De “Cortina
de Elefantes”, 2014)
ORIGEN
I
una joven nube / blanca y espesa
cubre la montaña
esa gran diosa
que todo lo sabe y todo lo ve
hay una diosa / una virgen / una nube
y no se distingue
de la montaña
la vida estalla en un día
y se lleva la historia
un rostro incompleto
tiempo empeñado
en premoniciones baratas
felicidad tatuada / prometida
el viento salvaje
se lleva las hojas escritas
los dibujos de una vez cuando niños
textos sagrados
hinchados y abiertos
sin dolor que conquistar
la diosa / hinchada y abierta
emigra confundida
va y viene
desde mi loca sensatez hacia la tuya
dice que no es tonta
que todo lo ve
y la desangra
ninguna diosa es tonta, dice
por más que se desangre
después de parir
unas cuantas letras
que quisieron decir
la vida arranca entre líneas
algo pasa / algo
y de pronto la nube / se hace cargo
estallan
ni en luz ni oscuridad
los hijos dispersos que dejamos
la virgen / cubre la montaña
se desprende de lo eterno
ya nadie sabe dónde está el origen
de lo que pasó entre tú y yo
además del tiempo / del viento / la nieve
y de unas cuantas letras
que quisieron decir
los hijos dispersos
algo quisieron decir
una crucifixión más
oraciones breves
cantos de amor empobrecidos
II
la nube / condensa el amor
que desde el origen
hinchado y abierto
siento por ti
ven y huele / esta flor amarilla
sin que nada sea
indispensable
ven y mira cómo se cierra
cuando no llegas
o te ve partir
aquí están las flores de mi jardín
mis fuerzas opuestas
quietas ante el Gran Ejército
tiradas ahí
como pequeños pensamientos
las armas negras queman
este valle de símbolos
las fuerzas opuestas
mi sacudida piel
mis pequeños pensamientos
el viento retraído / el día nublado
como el origen
las hojas hinchadas / escritas ahí
manoseadas como inteligencias breves
oraciones clandestinas
qué se hace con todo ese amor
mi idea única de origen
en esas hojas escritas
que se llevan trenes precavidamente
vacíos
como el tiempo el viento el agua
de ninguna estación
qué se hace con tu jardín
tus flores amarillas
inmoladas / como el silencio sin tu voz
tu fuego prohibido
sobre la virgen y la montaña
cada vez que el mar llega a lavarme la
cara
me arroja indescifrada
tablillas sumerias
por delante
éramos jóvenes
y parecía que hacíamos las cosas bien
o nos queríamos
el misterio de a dos
eso era la belleza
III
la nube baja un poco más
la nube cubre la montaña
se hace cargo de lo lleno
todo ese vacío de la tierra que es lo
lleno
la gran diosa / hinchada y abierta
indiferente a las cosas de este mundo
sale a caminar
por niveles de conciencia superior
la nube diosa
mito del agua indescifrado
escribe unas cuantas letras
lluvia convincente
sobre la roca / la inscripción
la rigidez / puro mecanismo
la lluvia que toca la roca
la roca imperturbable
arrebatadamente inerte
desde el origen
esas partículas elementales
por accidente impostergables
mi lluvia impostergable
el agua que me borra
desde que no miras ni hueles
mi jardín de flores amarillas
mis pequeños pensamientos
mis absurdas y alocadas oraciones
IV
en términos estrictos
el tejido adiposo
guarda secretos
de imposible antigüedad
lo lleno / emana de lo lleno
uno cero / la vida gana
todas las partidas
piedras sin labrar
V
en este mundo que habíamos creado
le dimos forma austral y calurosa
a nuestras explosiones de universos
tú susurrabas el amor
y yo
te creía
íbamos tranquilos
nada apuraba el movimiento
ni la caída de los cielos
sin saber
creamos una forma vertical
el tronco oscuro y apretado
grito / roce
hasta que me dabas
una luna
(la llama
tu cigarrillo encendido)
lo que yo
(quería)
algunas veces / lloraba
mientras el amor
(iba despacio)
nada
ocurre aquí
el
retraso de tu cuerpo
hasta que un día
descubrimos fuego
nuestro bosque ardió
o lo que es lo mismo
la vida empieza a suceder
VI
el choque es el único culpable
nada tuvimos que ver
en la trayectoria indefinida / del viejo
pulpo
nada tuvimos que ver
con sus versos sacudidos
su oráculo pagano
pero nos portamos mal (acusan los
políticos)
fuimos fluctuación
de leyes naturales
origen
de un concierto de agonías
razones de morir
tempranamente
VII
el cerebro recibe
una infinidad de modificaciones simples
ideas / ondas
discontinuas
el cerebro crea su jardín
con pequeños pensamientos
confusos / sin origen definido / sin
flores amarillas
ninguna raíz
de fondo
el mar arrastra
el llanto / el miedo / todos los gritos
el origen
de los niños solos
(De “Cortina
de Elefantes”, 2014)
IDA
Y VUELTA
I
con ojos de águila negra
el río el cerro / veo borroso
las nubes altas y frías
tengo que partir
antes de que serpientes aladas
escupan mis verdades
mueran mis amigos
sube el relámpago
por la garganta oscura
la tormenta occipital
en el principio en el fin
soy un animal furioso
a punto de atacar tus otros mundos
a punto de partir
sin despedirme
según tu beso
el silencio / gana todas las partidas
la distancia es el tramo más corto
zona cero
si la raíz es la frontera
ya marchita
soy un animal furioso y náufrago
a punto de caer
a esa escoria lírica
desganchada
agarro las llaves del auto y parto
convencida de no volver
crucificada
por la carretera de fuego verde y muchas
lenguas
todas las lágrimas de Kooch
el cielo gris y detenido
cohibido ante la altura
del gran árbol / su color
tan de gran señor
sabio en el silencio
aún así no establezco contacto
con lo que hay afuera
la niebla viene como tribus enemigas
el auto corre
el volante es un pájaro gris
el pavimento aguas revueltas
no se puede concebir
la perfección ni nada parecido
la lluvia es el temor
tan mojada está la carne humana
el sueño que tuvimos
de vencernos a nosotros mismos
el auto corre
el hombre águila
la bocanada de fuego
llega a cualquier parte
en tierra de nadie
la niebla cubre el cerro
las curvas se atreven a decirme
que nada es tan directo
nadie anda por una sola vía
mejor vivir sin estaciones
un letrero anuncia el retorno y casi
vuelvo
todas las lágrimas secas en la cara
tierra seca
mal tiempo en el cerebro
soy presa perseguida / o animal
depredador
cuál es mi color
y si los venenos pierden su color
y si la furia cambia mi color
II
el auto avanza igual a tantos autos
la vida sigue igual a tantas vidas
un poco más allá / de ninguna parte
se intensifica la muerte
se hincha su piel
un letrero anuncia cuántos kilómetros
quedaron atrás
cuántos faltan por delante
la carretera es infinita en un día como
éste
la cascada de fuego / sin salida al mar
el viento violenta toda situación
con su modo sarcástico de altura
sabe que no lo alcanzo
por más que acelere
por más que acelere
no lo alcanzo
la fiera corre hacia su presa
la presa sabe que tiene todo que perder
muere / sin resistencia
con las manos en la espalda / callada
y esos hombres a un costado del camino
esos hombres tienen cinco o diez mil años
y aún son perseguidos
tengo menos pelo, quizás
no ando en cuatro patas
a veces me deslizo como víbora
mi aliento es el que mata
tengo todo que perder
me dejo atrapar (sin resistencia)
en la nostalgia
el resto es igual
un animal que lucha todas sus batallas
y vence
solo una vez de cada diez
sacia instintos
entre muchas religiones
permanece el corazón tras el muro
los días contados como guerras
el final de la antigua y de la nueva patria
de cualquier transformación
no conozco bien lo que hay afuera
solo sé cómo se matan los corderos
tan cerca de los lobos
en la noche en la cama
la fiebre delirio sin razón
¿quién conoce el arco iris?
¿quién dispara todas las flechas?
¿quién escucha los gemidos de Orfeo?
siguen siendo tantos enemigos
cada día amenaza una batalla
una lluvia gruesa y roja de añañucas
una gota de aceite en el ojo
no bautiza
una sola de mis bestias
vuelvo herida
busco refugio
mis crías extraviadas
con la boca seca la cara tierra
la lengua sin fortuna
sin ninguna edad feliz
un tanque se detiene
frente a la puerta de la casa
son los hombres, me dicen
en busca de su presa
aquí está, les digo a los soldados
aprovechen de llevarla adormecida y
encerrarla
lejos de los ojos de Gaza / de Belén
su sangre dibuja
suelo confiscado
su mordaza
una más, contestan satisfechos
cada día quedan menos
cada día
quedan menos
(De “Cortina
de Elefantes”, 2014)
QUINTO
SUEÑO (O LLEVO DÍAS SIN LLAMARME)
leo algo sobre el quinto sueño
de mi almohada
y llevo días sin llamarme
como cuando usaba esos zapatos negros
que me sostenían apenas
de pies a cabeza
para qué refutar la soberanía
del conjunto vacío
cuál es el fin
hasta que una nube viene
y me transforma en lluvia
y te mojo el corazón
imaginarse un beso sin tu boca
como una esquina
sin el perro vago y somnoliento
hay una verdad mía
que cada otoño de tus ojos
desmiente
no es preciso que haga nada
no es preciso esperar
la próxima estación o madrugada
quince tipos de pluma de avestruz
rozan tu piel
de cordero herido y ermitaño
tú cortas leña
para hacer fuego
entre una cama y nuestras bocas
todo depende
de cómo lleves puesta
la ropa en el poema
el dolor de cabeza me distrae
y tropiezo y enciendo
palos de fósforo en el suelo
mis dedos están fríos
desde que comenzó la tormenta
en el útero sideral
soy como una osa fiera
abrazando olivos
desde la guerra de los seis días
la evolución se manifiesta
en los paisajes económicos
y sus vuelos de quinta clase
ahí va la cultura encaramada
con bolsas en los ojos
de viajeros acumuladores de puntos
tengo tres controles remotos
que me congelan en la imagen
de un granizo con sabor a angustia
fue la primera luna en Alta
el hielo negro de montaña trasnochada
que me arrojó en la autopista de la vida
de pronto el choque
el abrazo de Júpiter
y la herida en el costado sin revés
si tú no estás
las lluvias estallan
en mi naturaleza de trópico andino
pensamientos fallidos
aparecen sin ser anunciados
para cumplir con la desgracia
imperceptible
voy a la casa del vacío
donde sobran
las almas del invierno
no deja de sorprenderme
el equilibrio horizontal
de tu animal dormido profundamente
había una vez o era domingo
ahora es de noche
(y llueve)
voy hacia adentro
y el viaje me quema
como el sol de todos mis desiertos
el bosque entre tú y yo
advierte lejanías
de conciencias tupidas e inconexas
el bosque entre tú y yo
se prende
con una sola vela
mi garganta apretada
recuerda el deseo inconcluso
entre el cuello y la cabeza
las hojas caídas
remueven la memoria
de la tierra y su preludio
salgamos de paseo
antes de una puesta de sol más
en la huida
tengo ojos
que la marea enreda
y palabras sueltas
(palabras sueltas)
(De “Pérdida”,
2010, Ril Editores, Santiago)
LA
PARCA
I
piensan que soy solo negra
pero soy blanca y soy negra
y más que nada soy desnuda
sobre mí
no se ha escrito nada
(¿quién
llora ahí?)
puedes imaginar
lo que tú quieras
estado imaginario
bóveda imaginaria
promesa o castigo imaginario
el color
es lo que menos importa
(si algo hubiese que importara)
soy noche
y en la noche
nada se ve
ningún color
devuelve la figura
una
boca llena de humo
lo
que hay debajo o detrás
de
las ideas
una cama deshecha
sin que nadie haya dormido
jamás en ella
II
¿dónde está
mi ser entero?
¿dónde está
la presencia viva
tu sonido?
(¿quién
sueña ahí?)
(¿quién
no tiembla?)
III
vaga el alma
por el teatro de infidelidades
resuelto en platos sucios
descanso obligado
en este mecido viaje
de pieles sucesivas
IV
duerme
y serás metáfora madura
sueña distanciada
sacudida
fría y áspera la piel
prepara la huida
sin beso ni gemido
invéntate piedad
(De “Arquetipos”,
2013, Ril Editores, Santiago)
LA
ANGUSTIA
de dónde vienes
punzante y adherida
quién te creó
así tan horrorosa
para qué
forma escalofriante
amoldada en sueño seco
todo menos artesana
buscando impertinente
otros moldes
cuerpos sensibles
permeables a tu raza
entras
como todo un cañonazo
te acomodas bien
como solo tú sabes hacerlo
y ahí te quedas a tus anchas
sin moverte
inacabadamente fisiológica
invasora
de espacios libres que quizás
alguien destinaría a otra cosa
como a luz o creación
pero apagas todo intento
de mar y fuego y de palabra
con voz huracanada
instalas el temor
el dolor
y el mundo empequeñece
en los corazones de hombres y mujeres
y los corazones de hombres y mujeres
también se empequeñecen
contraídos
sudan
psicología sintética
analítica
privados de asociaciones libres
clorofila
escarbas comprensión
tu fiel escalera en la garganta
tu casa más querida
gata al fin y al cabo
entre peldaños
la gruesa sangre retraída
de dónde vienes
o dime al menos
adónde quieres tú llegar
si es hasta mi muerte
mi valle más oscuro
inclinado instante
quieto como eternamente
mi poca vida
mi oculta masa
(De “Arquetipos”,
2013, Ril Editores, Santiago)
LA
SOLEDAD
te saludo con respeto
desde mi roca marina
mis algas (sueltas)
te admiro
sin conocerte
mi alma
(no me sumerjo)
(mis alas)
sé que eres una gran señora
y noble
pero no bebo de tu cáliz
en días felices
no araño poesías
por más que me invitas a tu casa
no me atrevo
a sentarme frente al fuego
a escucharte en tu cadencia
y quemarme
sin hablar
son tantas cosas y el silencio
la síntesis / la complacencia
lo que tenía entre mis manos
un único recuerdo
cegador
aunque viva mar abismo
átomo tierra madrugada
no voy a aprender
a estar contigo a solas
en tu resuelto bosque femenino
señora soledad
eres
mi pura analogía
soy
tu imperfecta semejanza
(De “Arquetipos”,
2013, Ril Editores, Santiago)
LA
PERRA
hay algo claro
dos perras
no se llevan bien
dos perras
siempre quieren
el mismo hueso
y detestan
pasar la noche
en la perrera
ser perra es un arte
de sensaciones brutas
aprendidas en la calle
aunque dan clases especiales
puertas adentro
after
hours
cada perra
mensajera entre dos mundos
lleva otra pella adentro
y una zorra
la perra
no controla
sus instintos
se detiene sin pensarlo
ante cada hueso
en su camino
lo de ser perra
no se quita
puede irse pero vuelve
perra una vez
perra para siempre
(no soportaba Julien
el engaño de las perras
el gusto y el instinto
de la perversidad femenina)
ese poco y nada
de heroísmo
(De “Arquetipos”,
2013, Ril Editores, Santiago)
LA
ARRASTRADA
pisa patea sacude revienta
a una mujer
sin superficie
físicamente mal
en presente puro
su órbita cuerpo
cuerpo cenizo
desciende
en vértigo clavado
aunque el hombre arranque
del carbón la ignore
la haga descender (desparramada)
hasta verla en el suelo
miseria
patea
hasta cuándo
déjame tranquilo de una vez
hasta cuándo me persigues
(el hombre dice
bien parado en sus zapatos)
la patada en la cara
por culpa de ya no quererte
te tiene harto te da asco
el cuerpo áspero
aferrado a tu erguidura (la ilusión)
tu ropa puesta (sueña con sacártela)
haría lo que fuera
por ocupar espacio
adentro tuyo
y agrietarte
tan carente de amor propio
vida propia
tan a ras de suelo
imposible alcanzar
en tus distribuciones psíquicas
cierta visión amplia / perspectiva
en el túnel de tu historia
arrastrada
frente a quien se cruza
(pudo haber sido cualquiera)
flatness
is
the law
todo gira en torno a él
dueño del arado
magnetizador de grados invertidos
get
a life
le grita asqueado
no tiene filtro
el ojo que persigue
olor a hombre
como bulto subterráneo
desestabilizando el orden natural
hasta prenderle fuego finalmente
el drama masculino
y ya está
el ritual del mendigo
una dulce mueca / la limosna
el olor a carne muerta
(De “Arquetipos”,
2013, Ril Editores, Santiago)
Jessica Atal nació en Santiago de Chile en 1964. Es escritora, poeta, editora y crítica literaria. Estudió Literatura en la Universidad de Chile entre 1983 y 1986. Se graduó de la University of Utah (Salt Lake City, Estados
Unidos) en 1988, con el título de Bachelor of Arts. Escribió para el diario El
Mercurio desde 1989 hasta 2015, así como para otros medios de prensa
nacional, entre ellos, las revistas Capital
y Al Damir. Fue editora general de El Mercurio-Aguilar entre el año 2000 y
2009. En 2004 recibió el Premio Edward Said, otorgado por la Fundación
Palestina Belén 2000. Ha publicado los libros de poesía “Variaciones en azul profundo” (1991, Ediciones Unicornio); “Pérdida” (2010, Ril Editores); “Arquetipos” (2013, Ril Editores) y “Cortina de elefantes” (2014, Ril
Editores). Actualmente escribe su primera novela, es colaboradora del diario
cultural La Panera y trabaja como
editora independiente.
Tiene tres hijos y vive en Santiago.
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