SOME LIKE IT HOT - UNA EVA Y DOS
ADANES (1959)
Dirigida por Billy Wilder
Este guionista y director de origen austrohúngaro es uno
de los más destacados representantes de la Edad de Oro de Hollywood. Responde a
una cierta formalidad del cine clásico estadounidense, cinematografía
marcadamente narrativa y, por lo general, construido en base a planos que
respetan un orden cronológico. "Una Eva y Dos Adanes", en particular,
es una cinta que mezcla tópicos que parecerían incompatibles como mafia
(violencia incluida) y comedia de enredos, pero el guión es tan ingenioso que
las secuencias de persecución conviven perfectamente con las andanzas del trío
protagónico. Jack Lemmon y Tony Curtis deben travestirse para conseguir trabajo
y huir de los gángsters que los persiguen por ser testigos de la matanza de San
Valentín. En su travesía conocen a Marilyn Monroe, integrante de una orquesta
femenina y los enredos y problemas se suceden a ritmo vertiginoso, en medio de
diálogos hilarantes, muy bien pensados. La cinta recurre a un fino humor negro
al parodiar al mundo de la mafia, de los homosexuales, de las mujeres, y un
sinfín de temáticas muy bien abordadas. El final es de antología, mientras los
protagonistas huyen en una lancha, con el muelle a sus espaldas, bajo el lema
de que nadie (nada) es perfecto. Pero convengamos, esta película es perfecta.
DEADPOOL (2016)
Dirigida por Tim Miller
Esta cinta recurre a una fórmula nueva para describir el
origen del superhéroe (Deadpool): comienza recién a la mitad a mostrarnos su
vida anterior, antes de la deformación, y también en ese instante, define a su
sádico oponente (Ajax). La imagen se detiene, en medio de la máxima violencia,
y aparecen las retrospecciones. La historia no es nada del otro mundo (la
secuencia inicial recuerda al Spiderman de San Raimi), mucha pirotecnia, pero
esta vez el director ha decidido burlarse de aquello y rebajar la pulcritud
tecnológica con un bufón devenido a superhéroe, desplegando todo un abanico
humorístico que va desde chistes tontos, humor negro y, sobre todo, mucha
palabrota de corte sexual. Abundan las burlas a las películas de cómics, a
pesar de que ésta es una de ellas. Todo mezclado con una buena banda sonora (de
acción), pero que no duda en intercalar éxitos lacrimógenos de Wham y Chicago
(sí, leyó bien), para cambiar el ritmo, y burlarse aún más de lo que usted está
viendo. La película no escatima en recursos excesivos, mostrando muertes
violentas y escenas gratuitas de sexo que, en su conjunto, articulan muy bien
el relato caótico. La cinta intenta parecer artesanal (conscientemente) aunque
dista mucho de serlo. Producto novedoso del gastado universo Marvel, cuyos
personajes apenas profundizan emociones, que en el caso de Deadpool es lo que
menos importa, donde el personaje sigue su fiesta, hasta el final, al ritmo de
esta broma que lo hará reír de buena gana.
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