There are times when I feel I'm afraid for
the world.
There are times I'm ashamed of us all.
When you're floating on all the emotion you
feel
and reflecting the good and the bad.
La guerra de Ucrania es un sinsentido.
Destrucción de ciudades y personas de la misma etnia. Provoca carestía de
alimentos en el tercer mundo, los precios suben y la inflación nos hace más
pobres. Todo se muestra por las redes sociales y hay gente que normaliza esta
situación. Estallidos sociales que desembocan en guerras civiles, una pobre
imitación de esa guerra a mayor escala, porque Latinoamérica desea alcanzar los
mismos estándares. No habrá fascistas imaginarios, pero sí podemos reivindicar
las miserias de los pueblos ancestrales. Usarlos de bandera de lucha para poner
en tabla ideas trasnochadas. No serán miles de muertos, bastarán unas cuantas
decenas.
En una casa cualquiera ya no interesa la
nueva constitución cuando el pan sube de precio todas las semanas. Cada vez más
almacenes enrejados, antes eran sólo las botillerías. Una persona iba en
búsqueda de efectivo, hoy arman bandas e irrumpen armados en las tiendas. Los
niños ya no pueden salir cuando se esconde el sol, en algunos lugares simplemente
quedaron encerrados en sus casas. Los narcos se toman los barrios y establecen
sus guaridas, tienen soldados para distribuir la droga. Nadie conoce a los
hijos de estos narcotraficantes, porque al igual que los del frente ampliado,
no mandan a sus hijos a lugares que no les dan garantías. Los colegios
municipales están fuera de su paladar porque en ellos se imparte escasa
educación, para qué hablar de calidad. Los narcos tampoco dejan que sus hijos
jueguen en esas plazas que tienen tomadas. Los del frente ampliado hablan de
las elites, cuando ellos son otra igual de ciega y los narcos ya van ostentando
el poder sin haber sido elegidos democráticamente.
Los niños salen a jugar a las canchas y los
padres observan Camaros estacionados en las esquinas. No quieren que sus hijos
vean que su padre viaja en bus mientras estos otros tienen autos que valen más
que su casa. Para qué estudiar si podemos ser soldados y tener mujeres y
carros, más encima a mis liceos les quitaron los patines. Trabajar rinde poco y
los precios siguen galopando. Ser narco es una escuela más productiva para
hacer maximizar la utilidad. Debes sembrar violencia para proteger a tu red,
son padrinos que pueden llegar a ser pilares de la comunidad.
Me siento aterrado por este mundo que no da
salidas, que parece que involuciona hacia la violencia primitiva, sea en las
calles o en las fronteras de las ciudades ucranias. Somos hermanos de sangre,
si seguimos por esta senda de los rusos ya no habrá vuelta atrás. La violencia
siempre llega para quedarse. Volveremos a tiempos de Hitler o Stalin. ¿Habrá
que masacrar otras etnias? Queremos a los cosacos de vuelta arrasando aldeas,
matando a mujeres y ancianos. Los gringos son hegemónicos, aunque tienen
instituciones fuertes que pueden juzgar a sujetos como Trump. China y
Estados Unidos son imperialistas, es cosa de tiempo para que se les sume India.
El problema climático debiera ser lo que nos una para salvar a la humanidad.
Las guerras y el narco no aportan a la solución, juegan a la estrategia y la
guerrilla.
Los del frente ampliado deben volver a sus
raíces y dejar que otra facción les dé gobernabilidad. Deben volver al foco de
la educación, el motor del ascenso social. En Ñuñoa la alcaldesa bregando
contra los colegios que sobresalen, quitándole los patines. ¿En qué momento
fracasó la revolución pingüina? Ahora enfilan en contra de la calidad. Se
hicieron reformas mediocres, ellos debieran ser los encargados de mejorarlas.
No de mandar a los niños para la casa y que pierdan otros dos años respecto de
los colegios particulares.
Somos hermanos de sangre. No hay una sola
receta, el ministro de Hacienda lo entiende a medias. Las trincheras políticas
deben desaparecer y hay que convenir pactos amplios, si no el reinado actual no
logrará ningún avance significativo en materia social y los treinta años de la
Concertación se burlarán de su inoperancia. Todo lo anterior estaba mal, pero
ahora resulta que todo lo hacen mal. El programa de gobierno ya no significa
nada, debido a que enarbolaron consignas cuando eran oposición y ahora que son
gobierno simplemente viven para apagar incendios que ellos mismos provocaron.
Son unos bomberos pirómanos que en algún minuto deben reconstruir algún
discurso coherente.
Lo bueno es que hay juventud y el
Presidente ya ha dado muestras de pragmatismo. Cambiar no es malo en sí, lo
peor es ser consistente con tus propios errores y morir sin siquiera un cambio
de timón. La mezcla de esta combustión no es mala. Juventud y experiencia, cada
uno en lo suyo, sin estorbarse. Somos hermanos de sangre, si al gobierno le va
bien al país le irá mejor. Controlar la delincuencia, controlar los precios,
controlar esa soberbia entronizada que tanto daño les ha hecho.
Mejorar la educación siempre será el
camino, todas las fichas a ese caballo. Somos hermanos de sangre, más pura
mientras mayores sean las oportunidades.
When you think that we've used all our
chances
and the chance to make everything right,
keep on making the same old mistakes.
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