Željka Lovrenčić: Tragovi iseljenih Hrvata (u književnosti i izvan nje) - Las huellas de la emigración croata (en literatura y fuera de ella). Rijeka: Sociedad de Escritores Croatas - sucursal Rijeka; Liber d.d. Rijeka, 279 pp.
Los hechos hablan y la experiencia confirma que la Croacia exiliada hasta hace poco tiempo existía sólo en la visión del dólar imprescindible y la manipulación de los políticos. Lo primero creído por los no inexpertos; lo segundo inventado e impuesto de lo alto como la razón del más fuerte. La Croacia emigrada vivía las vivencias de otra realidad, confrontada con la amargura de una vida bajo un cielo ajeno, en un mar de lenguas, costumbres, hábitos, pueblos y culturas desconocidos. La vida de los deseables y los indeseables, los aceptables o inaceptables, lo que fue obra del gobierno, creación estatal que terminó en acuerdo a su manera de actuar. Con la creación del estado independiente de Croacia, se presentaron nuevas condiciones, nuevos horizontes, una valoración nueva, el mundo empresarial, también tan importante y significativo. Aunque y así, nosotros somos un mundo que recién entra al mundo. Un mundo propio hecho de Croacia y la Croacia regada como dice el profesor Đuro Vidmarović. Es decir, dos cuerpos nacionales que se encuentran, se reconocen y se identifican por primera después de un largo transcurso de tiempo. Situación esta debida a instituciones como la Fundación para la Emigración Croata, y también a una serie de personas perspicaces, diligentes y competentes. Una de las mejores entro ellas es la hispanista Željka Lovrenčić cuyo libro de apuntes selectos Las huellas de la emigración croata (en literatura y fuera de ella) presentamos aquí.
La Croacia de la emigración es tesorería de fuentes inextinguibles; de por largo tiempo negadas verdades. Este libro nos indica cómo y por qué andar por los caminos que llevan hacia ella. Los croatas de Chile en él tienen un lugar especialmente destacado. Y eso no sin razón. La autora pasó cinco años en ese país donde trabajó como profesora de lengua y literatura croatas y como diplomática y, allá, encontró y conoció a muchas personas destacadas, cuya complejidad anatómica también completan los indestructibles genes croatas - ésa es una de las razones. La otra es la consciencia de que el amplio abanico de las actividades croatas durante un tiempo tan prolongado y en tan amplio espacio no es posible concebir en la imaginación y todavía menos resumir de una manera científica. Concentrarse en un ambiente es la mejor manera y la más segura garantía para su éxito.
Como la autora nota, los descendientes de los croatas en Chile son en verdad un fenómeno que merece un serio estudio científico y de investigación. Sobre la base de lo hecho hasta ahora, ella se presenta como una persona extraordinariamente informada y competente. La actividad que ha empezado, tiene que continuar y finalizar, si es necesario y con nuestra ayuda.
Los primeros croatas llegaron a Chile de Brač y algunos de Hvar durante el siglo diecinueve y el siglo veinte. Generalmente se instalaron en Punta Arenas, la capital de Magallanes, en realidad en la inhospitalaria Tierra de Fuego. Trabajaron en las labores más duras y bajo las peores condiciones, por un salario mucho menor del prometido por los agentes de las varias compañías de construcción naviera. Enfrentados con la dura realidad de la nueva vida empezaron a adaptarse. La mayoría se casó con chilenas de origen español. A nivel familiar, “la llamita de la palabra croata” se apagó y desapareció para siempre. Pero, la conciencia de la pertenencia genética no. Ella reventó como verdadera llama en los pechos de sus descendientes. Es muy difícil decir cómo y por qué. De mi experiencia sé que, sin tomar en cuenta los años de estadía, uno siempre lleva un sello, un signo en su nombre que siempre trae consigo índices de desagradables connotaciones. Quizá aquí se encuentra la respuesta. Por otro lado, ¿cómo explicar el fenómeno de tantos escritores en tan breve período? Y no cualquier tipo de escritores, sino escritores premiados con premios nacionales e internacionales, traducidos a muchos idiomas mundiales. Como si en la colonia croata chilena se despertara un “Francesco Petrarca croata”, como una erupción de las aguas de sabiduría en un tiempo bendito.
Sería vano gastar tiempo y palabras en escritores chilenos con genes croatas si en sus obras no hubiesen corrido las aguas del orgullo croata, un sentimiento de pertenencia, igualdad, semejanza. Las obras de Ramón Díaz Eterović, Nicolás Mihovilovic Rajević, Antonio Skármeta Vrancic, Juan Mihovilovic Hernández, Antón Domic Bezic, Ernesto Livacić Gazzano, Isabel Torres Dujisin y otros, están marcadas justo por esos atributos.
La obra Lejos por siempre de Nicolás Mihovilovic Rajević es una de las obras más conmovedoras que he leído en mi vida. Desde otro punto de vista, no sé si es posible escribir con mejor mesura artística que la obra que Los siete hijos de Simenon de Ramón Díaz Eterović que la autora Željka Lovrenčić tradujo al croata. Es posible que con la traducción se haya logrado un nivel insuperable. Calidad que tenemos que tener presente.
En Las huellas de la emigración croata (en literatura y fuera de ella) la autora no trata sólo el tema de la literatura de los croata en emigración si no también otras dimensiones como lo expresado en el mismo título. Andrés Morales Milohnić tradujo una parte significante de la poesía de Drago Štambuk al castellano la que hace uno o dos año se presentó en Croacia. El mágico dedo de Željka Lovrenčić aquí tampoco estado quieto. Luego ella tradujo diez poetas croatas al castellano y con éxito los presentó en Croacia y en Bolivia. Tradujo la poesía de Dragutin Tadijanović. La semilla de su idea encontró su camino hacia el Palacio Real en Madrid de donde llegaron las felicitaciones para ella y para, en esta época todavía vivo, Tadijanović. Mucha gente de origen croata ejercía y aún ejerce importantes y responsables funciones en sus países. La autora entre otros menciona a Antón Domić Bezić autor de la Breve historia de Croacia, Brač y Dalmacia, a Ernesto Livacić Gazzano, autor de unos cincuenta títulos de los cuales muchos están dedicados a la contribución croata en la República de Chile, a Pascual Baburitza Soletic, dueño de una mina de salitre quien obtuvo gran riqueza y la dejó a los jóvenes chilenos. Hay muchos chilenos más acerca los cuales la autora borda los hilos de los léxicos hábilmente aplicados en su libro. ¿Nos podemos apropiar de ellos? “Ninguno habla croata, pero todos están orgullosos de Croacia.” Esta constatación de la autora anula las siguientes preguntas y da la respuesta. El hombre es aquello que siente. Eso confirma Željka Lovrenčić cuando dice que la literatura croata alrededor del mundo es parecida porque los autores están unidos por unas mismas raíces.
La autora se mueve con su conocimiento y su pluma por varios estados sudamericanos, por Estados Unidos, Canadá, África del Sur, Australia y Europa. Los éxitos de nuestra gente desfilan unos tras otros. Todos crecidos en los campos de amargas experiencias, en el amor hacia su patria y agradecimiento hacia el país que les recibió. Inspiran nuestra imaginación los éxitos de ingenieros croatas en Argentina. No sólo fundaron la primera Facultad de economía forestal en ese país, sino a los ríos y relieves sin nombres les dieron nombres croatas: Sava, Korana, Bosna, Lika…. Los intelectuales croatas en Venezuela Zdravko Sančević i Dušan Žanko no fueron menos exitosos. Relacionado a los destacados croatas en los Estados Unidos y el Canadá, la autora nos informa sobre la donación del material escrito del intelectual croata Karlo Mirth a la Biblioteca Nacional y Universitaria en Zagreb. Vale la pena destacar también el mencionado texto sobre Pavao Tijan y su esposa Nediljka que vivían en España. Tijan regaló sus materiales archivados a la Academia Croata de Ciencia y Arte.
Más adelante, la autora menciona y autores nacionales y los de la emigración que escriben sobre escritores fuera de la patria. Branka Kalogjera publicó hoy ya tres, posiblemente y más libros en los cuales como experto trata el tema de los escritores croatas en la emigración. Vesna Kukavica trata de manera científica el mismo tema en su libro Iseljenički horizonti (Los horizontes de la emigración). Sobre el mismo tema escribe y Vinko Grubišić en Hrvatska književnost u egzilu (La literatura croata en el exilio) y Šimun Šito Ćorić en sus libros Četrdeset i pet (Cuarenta y cinco) y Šezdeset hrvatskih emigrantskih pisaca (Sesenta escritores croatas de la emigración). Muchos autores más como Vinko Brešić, Vladimir Goss, Boris Škvorc, Luka Budak, Đuro Vidmarović, Sanja Vulić i otros, escriben sus artículos en varias revistas. Eso es maravilloso y de gran valor, pero... La diáspora croata es un inmenso espacio de materiales acumulados, escritos y materiales aún no reconocidos. Hay que seleccionarlos y dividirlos entre la gente estudiosa y llena de conocimiento y deseo de estudiar. A ella hay que financiarla, y estimularla constantemente - y al final, hay que archivar los materiales. El libro Las huellas de la emigración croata (en literatura y fuera de ella) de la autora Željka Lovrenčić ya lo hemos archivado. Ahora lo damos al público croata para que lo disfrute.
He empezado y termino con la gente de mérito de origen croata en Chile. Esto porque es este el tema favorito de la autora, con el que se identifica no sólo por su conocimiento de la lengua sino también con componente intelectual como un sentido más elevado de vivir y actuar. Con su labor abnegada en esos territorios, ella ha cincelado su nombre en las peñas de los indestructibles Andes. Eso confirman y los muchos reconocimientos de gente destacada y de mérito de Chile, país amigo de Croacia. En el camino de acercamiento y de amistad entre esas dos tierras, la contribución de esa científica y aplicada investigadora no es pequeña. Y el libro que lo bautizamos como al recién nacido, lo confirma de manera persistente y fuerte. Y algo más… Estoy feliz que, como un hombre perdido en mi patria, después de más de cuarenta años de vagar por los caminos impracticables del extranjero, la he encontrado y conocido. Estoy endeudado con ella. Como muchos otros que se quedaron allá de donde yo he llegado. A ustedes, señoras y señores, una vez más les recomiendo ese, por los lejanos meridianos y paralelas disipado, por la autora recogido y en ese libro reunido, tesoro croata. Les deseo que disfruten su lectura y de corazón les agradezco su paciencia
Drago Šaravanja es un escritor croata que vivió en Australia durante cuarenta años. Escribió varias obras en torno a la temática de los emigrantes croatas. .
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