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"Soy un bicho de la tierra como cualquier ser humano, con cualidades y defectos, con errores y aciertos, -déjenme quedarme así- con mi memoria, ahora que yo soy. No quiero olvidar nada."



José Saramago

martes, 21 de septiembre de 2010

A TREINTA AÑOS DE ESCRITURA. ANTOLOGÍA PERSONAL. DEL LIBRO "EJERCICIO DEL DECIR"



(Ejercicio del Decir. Ediciones Documentas – Ediciones Caja Negra. Santiago de Chile, 1988)

 *


Con dedos llenos abrir la tierra seca

Hundirse en este mar de sal extraña


*


La frontera del diciendo
abre el límite quejoso


Reflexivos en el verbo
o más aún la sombra sola
en este ir de regresar


y balbuciendo


*


Marcadas esas cartas sonreía
eras bastos copas peces
al otro lado exactamente
del mundo encima abajo
¿dónde estaba aquel preciso
centro de la tierra?


Marcadas esas manos
tocando el filo extremo de la llaga
hundiéndose también en las palabras
quietas ya Sin su llamada
Eran otros los espejos las murallas
marcadas nuevamente por sus pies
condenados nosotros a lo errante
¿dónde estaba aquella calle
qué ciudad la repetía?


Calladas esas cartas
calladas esas manos
de polo a polo largamente
Música callada


(A Josep-Ramon Bach)


*
 El pozo ha de llenarse lentamente
y el péndulo que rompe cae enciende


Alguien dijo decía No
me dijo
y sonaba como un templo derrumbado:


-¿Detenerse simplemente en la frontera?


Amor una vez más esa palabra
que me hace vomitar muy dulcemente
Amor entre cortinas puertas mesas


La desgracia fue mi dios
decía aquel


*


Esas luces desde arriba en esta noche
no me traen quizá tu sombra entera


Sólo que algo me detiene y vibra y clama


*


¿Qué ha de ser aquel regreso?


¿Sólo el mar o piedras siempre
simplemente las campanas
de la isla resonando?


Tengo el miedo de los pájaros que vuelven


Pero hay sombras palabras extranjeras
columnas gigantescas noches peces
y es la tierra que respira por mi mismo


*


(Adriático en Dubrovnik)


Este mar este mar Este Mar


Único perfecto conjugado
navegándose perpetuo en su descanso
ceremonia rito de lenguaje


He aquí el rostro de las horas
el brazo que recorre y no respira


(Yo he visto como el sol en su cadencia
adivina el arrebato la partida)


Argonautas que regresan con manzanas
lirios islas en las manos
y el peso de mis ojos en su viaje


Aquí el mar completo en su desnudo
frágil terrible cuerpo entero


Aquí converge el sueño por su sangre
y rompe el sol su centro presentido


(A Jaime Siles)


*


Todo es habla que persigue palpitándose en lo dicho
Todas estas grandes bocas que pronuncian ciegas todas
estos largos circunloquios estas anchas sinalefas
Y nos marcan nos señalan nos acusan nos inundan

 El paisaje no ha cambiado

 Y son otras las palabras


(A Malú Urriola)

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