UN CUARTO DE GABRIELA
(Habitación
N. 1, “Hostería de Vicuña”)
La sábana impecable de sueños presentidos,
de
pesadillas rotas, y ya en la negra aurora,
¿habrá
soñado ella con pálpitos de piedra?
¿Serán
esos caballos por montes y ese verde
único,
imposible lo que la desvelaba?
Yo
sé que duermo aquí, en esta cama abierta
a
sueños y tormentas, a esa grieta agreste
de
una boca sola.
Yo
sé que en este suelo resuenan las palabras
y
duerme ese fantasma, viril, de la inquietud.
(A Benjamín León)
ACADEMIA
Y ahora tantas voces y
palabras
de las que nunca he
oído
ni soñé,
aquellas del marino o
del cansado
sabio del ayer, ahora
dios.
Y entonces las grafías,
los sonidos
de un fantasma quieto
aquí en mi espalda:
el aire que respiro y
no sé adonde
acaba de morir mientras
exhalo
el ácido del sol, la
mar amarga
que rompe en mi cabeza
ya sin pausa,
sin miedo y con rencor,
el mar de hielo
abriéndome las cejas en
delirio
de pájaros que cantan mientras callo.
(A Alfredo Matus)
1 comentario:
Andrés, hacía mucho tiempo que no te leía, un placer hacerlo
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