1
Manto verde o pardo iluminado pes
Puntean fugaces chicharras diamantes
Levísimas ondas mueren de brillor ol
Vidan su rizo platino desaparecido otra
Vez resaltan & se esconden piel fragante
Encima del díscolo e inmenso inestable
Dios helado cuyo son ritma sin cesar
Mancha inusitada pleno nerviosismo có
Mo se mueve tu perfecto balanceo no
Se inquieta nunca tu inquietud & sigue
La enorme cantidad en movimiento pla
Neando novísimas crestas que revientan
Sobre niñas doradas dulcemente sacu
Didas por tus blancos bucles stelares
Súbitamente solos en el écran de
Las nubes al fondo en fila donde el
Sol estila su divina materia dibujar
Ofrece una canción la brisa azul
2
Never la luz se puso al mediodía
Como hoy del mar sintió el clamor
De una belleza tan real impresa
En la resaca de un tumulto an
Cestral ingrávido prendido a las
Estrellas dormidas todavía si
Nuosas en su cielo ampayado de
Todos modos por las sabias orillas
Mojadas & desnudas tras el aire
Blandido suavemente revoltijo que
Se desata en mi corazón & lo hace llorar
3
Seda sonora silencio sólo sale
De ti en la oquedad de las olas
Una tras otra tersura tierna
Que en su fresco resonar admite
Voces apagadas un susurro del
Viento colmado de belleza femenina
Palabras inventadas por marea
Franca & la gaviota caminando
Solita en los concéntricos bordes
Se decide a volar & es hermosa
Sobre espumas serranas en su
Cumbre o en un velero que se va
Se va yendo se pierde en el
Cuadrado horizonte lo retumba
El fino atardecer lo va matando
4
Hi! Me dijo una sirena niña
Echada en su tabla roja deslizán
Dose sonriente on the silk-screen
O trastocada por el refrescante dulzor
Hasta la húmeda arena perfectamente
Impresa tu silueta forma de un racimo ciprés
Nadie como tú para ser dibujada en el poema
Bañada por la verde transparencia recuerdo de
Pamela dejándose la trusa metida en el misterio
Redondo como el mundo en que agonizo
Mirando el pulcro reflejo en tus hombros
Del sol que sin roche te acaricia
Inolvidable sinrazón marcando oleajes
De ternura desasida íntimo deseo
Perdido en la tristeza del ardiente mediodía
5
En la luz blanca del mareo final
La niña bate su cuerpo en el estruendo
Cimbrea el cielo bajo tiempo intocado
Gaviotas flotantes dormidas en tus hombros
Cristales fijados rielan la cadencia trobar-clus
De tus cejas delineadas en tu rostro de nube
Un bote solitario que se halla por la playa nos
Adentra en las líquidas fauces del mar sediento
Tendida en el petate de mi sola fantasía
Hay conchitas rotas a millares en la orilla
Igual que murmullos recortados por el viento
La flor desnuda abriga su vacío desolado
& de todos modos canta sombra sin sol
Que en el silencio un pálpito invisible
Hacia purísimos riesgos permanece
[Isla del Mar, New Jersey shore. Summer, 2010]
Roger Santiváñez (Piura, Perú, 1956) estudió Ciencias de la Información y Artes Liberales en la Universidad de Piura, donde obtuvo el primer puesto en la categoría Poesía en los “IV Juegos Florales” (1973). En 1975, se trasladó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, para seguir estudios de Literatura. Concluye actualmente un doctorado en Literatura Latinoamericana en Temple University (Filadelfia, Estados Unidos). Ha publicado los siguientes libros de poesía: Antes de la muerte (Cuadernos del Hipocampo, Lima, 1979), Homenaje para iniciados (Reyes en el Caos/Editores, Lima, 1984), El chico que se declaraba con la mirada (Asalto al Cielo/Editores, Lima, 1988), Symbol (Asalto al Cielo/Editores, Princeton, 1991), Cor Cordium (Asalto al Cielo/Editores, Amherst, 1995), Santa María (Hipocampo & Asalto al Cielo/Editores, Lima, 2001), Eucaristía (Tse-tse, Buenos Aires, 2004) y Amasteis (Altazor, Santiago de Chile, 2007). En 2006, apareció una recopilación casi completa de su obra poética bajo el título de Dolores Morales de Santibáñez (Hipocampo & Asalto al Cielo/Editores, Lima). Ha publicado también los libros de prosa poética Santísima Trinidad (Walter Cier/Editor, Lima, 1997), Historia Francorum (Asalto al Cielo, Lima, 2000) y El corazón zanahoria (Sietevientos, Piura, 2002; Fondo de Cultura Peruana, Lima, 2006). Fundador del movimiento Kloaka, está incluido en La última cena, poesía peruana actual (Asalto al Cielo/Editores, Lima, 1987), Poesía Peruana Siglo XX de Ricardo González Vigil (Ediciones Copé, Lima, 1999) y La mitad del cuerpo, antología de la poesía peruana de Víctor Manuel Mendiola (Fondo de Cultura Económica, México, 2005). Obtuvo una mención honrosa en el “Concurso de Cuento de las 1,000 Palabras” de Caretas en 1985 y el “Premio de Poesía José María Eguren” (Nueva York, Estados Unidos) en el año 2005.
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