EXTRAÍDO DE "ABC CULTURA", MADRID, ESPAÑA.
POR CARMEN VILLA MIR / CORRESPONSAL EN ESTOCOLMO
La proclamación del Premio Nobel 2010 a Mario Vargas Llosas, que fue también leída en español por Peter Englund, secretario permanente de la Academia Sueca, levantó un verdadero terremoto y salva de aplausos entre los asistentes al acontecimiento.
Nunca se había oído tal ovación en la Börssalen, o Salón de la Academia, desde la concesión del famoso galardón a Camilo José Cela en 1989. Minutos más tarde en las librerías de esta capital, donde se habían preparado para la ocasión enormes pantallas de televisión que retransmitían en directo ese momento mágico tan esperado, hubo verdaderas peleas entre los clientes que querían conseguir algún libro del autor. Una señora de cierta edad, que mecía entre sus manos un volumen del escritor, comentó que aunque ese libro estaba en inglés y hubiera preferido la traducción al sueco, para ella era «importante comprar algo del peruano precisamente hoy».
También, como si de un milagro se tratara, en los escaparates de todas librerías, al minuto de conocerse el nombre del Nobel, ya lucían algunas de las obras del madrileño-peruano adornadas con la brillante cinta roja que reza "Nobelpris 2010" y fotos del autor. Se han avisado programas especiales en la televisión y radios nacionales en los que se presentará al flamante Nobel cuya voz ya se ha oído desde algunos altavoces de los grandes almacenes de la capital. Desde hace 20 años la Academia, tras distinguir a Octavio Paz con estos laureles, considerados como los más importantes y prestigiosos del mundo de las letras, no había favorecido a nuestra lengua, que por cierto sigue ganado terreno en Suecia y es la más popular en los colegios.
Comentarios del Secretario permanente
Tras el celebrado anuncio, el Secretario permanente contestó a la pregunta de ¿por qué han tardado tanto en conceder este premio a Vargas Llosa? con una sonrisa y la frase “este autor ha estado en todas nuestras discusiones desde hace mucho tiempo”. Calificó a Vargas Llosa de «gigante de las letras» y afirmó que su literatura «era fácil de leer». También contó que había hablado por teléfono a las 07.15 con el Nobel para anunciarle que era el nuevo galardonado y que el escritor recibió la noticia «muy emocionado y alegre»: «Me dijo que se había levantado a las 05.00 para preparar una lección en la Universidad de Princeton, y me aseguró que, por supuesto vendrá a Estocolmo para la entrega de premios y para participar en todos los festejos Nobel».
Candidato casi eterno, este ha sido uno de los nobeles más populares, por no decir el más popular de los últimos años. Sus obras se han estudiado y leído en las clases de español de todas las Universidades nórdicas donde siempre se alabaron sus textos sensuales dotados de imaginación unida a la experiencia y su peculiar forma de usar la literatura como un espejo de la sociedad. Björn Linell, uno de los más famosos gurús de la literatura de Suecia afirmó por su parte que Vargas Llosa, un autor poco usual por ser político y liberal, ha estado muchas veces en la capital sueca: «se trata de un caballero distinguido y muy elegante, al que no se felicita dándole palmaditas en la espalda».
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